Beyoncé acaba de cerrar cuatro noches triunfales en Atlanta con su gira Cowboy Carter, pero la estancia en la ciudad también ha dejado un incidente inquietante: el pasado 8 de julio, un coche del equipo de la cantante fue asaltado en el centro de la ciudad y, según confirmó este martes la policía local, entre el material robado se encuentran cinco discos duros con música aún no publicada, documentos internos de sus espectáculos y "información personal y sensible" de la artista.

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El robo se produjo en el aparcamiento del Krog Street Market, un espacio concurrido del downtown de Atlanta. Dos miembros del equipo denunciaron que alguien forzó la ventana trasera del vehículo y sustrajo dos maletas con pertenencias privadas. Lo que al principio parecía un hurto menor ha resultado ser un incidente de alto perfil: los discos duros contenían no solo canciones inéditas, sino también las listas de temas de conciertos pasados y futuros, además de planos de grabación para próximos shows. La música estaba identificada digitalmente, como es habitual en artistas de su calibre, para evitar su filtración y proteger los derechos de autor.

La investigación sigue en marcha. La policía ha recogido dos huellas dactilares "muy tenues" en el coche y las cámaras de seguridad del garaje grabaron el momento del allanamiento. Uno de los artículos sustraídos, unos AirPods Max, están siendo rastreados por GPS y han llevado a un posible sospechoso aún no identificado, según el portavoz policial John Predmore.

Este incidente se produce en pleno tramo final de la gira Cowboy Carter, con la que Beyoncé ha consolidado su posición como la gran estrella del siglo XXI. La gira, que ha sido leída como una reivindicación de la historia negra del country y un gesto de reapropiación cultural con ambición global, concluirá con dos fechas en Las Vegas, el 25 y 26 de julio.

A falta de declaraciones oficiales por parte de la artista o su equipo, el robo reaviva el temor a filtraciones no autorizadas en la era del control digital. Beyoncé, que ha sabido mantener durante años un control férreo sobre su imagen y su obra, enfrenta ahora una amenaza inesperada: que parte de su nuevo material vea la luz fuera del contexto que ella misma ha previsto.

No sería la primera vez que la cantante se anticipa a la industria: sus lanzamientos sorpresa, su visión global de la performance y su enfoque hiperprofesionalizado han cambiado las reglas del pop en el siglo XXI. Habrá que ver si este incidente altera sus planes o si, como en otras ocasiones, Beyoncé transforma la adversidad en parte de su narrativa.

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