El Big Bang lo llamaron los alemanes. El 1 de mayo de 2004 entraron en la Unión Europea diez países de una vez. Esa gran ampliación estaba avalada, sobre todo, por la República Federal de Alemania, la gran defensora del ingreso de Polonia, el mayor país de los entonces aspirantes. El resto del grupo estaba formado por República Checa, Eslovaquia, Hungría, Letonia, Lituania y Estonia, Eslovenia, Malta y Chipre. En palabras de la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, fue "el inicio de una nueva era". Dos décadas después, Polonia, cuyo PIB ha aumentado un 40%, está desplazando a España en la Unión Europea.

España, que ingresó en la Unión Europea junto a Portugal en 1986, 18 años antes que Polonia, figura en el puesto 36, según la previsión de renta per capita del FMI para 2024. Son 52.012 dólares. Polonia ya supera a Portugal en el puesto 39 con 49.060 dólares. La media en la UE es de 58.838 dólares.

Según Eurostat, España llegaba al 98% de la media europea en 2004 y ahora están en el 89%. Polonia se situaban en un 47% y ha subido al 80%. Pero los datos de Eurostat se basan en informaciones que proporcionan los países.

La economía polaca crecerá un 3,1%, de acuerdo con las previsiones del FMI. La española, un 1,9%. Recientemente, el gobierno español sacaba músculo de este dato, ya que el PIB de nuestro país aumentará por encima de la media europea, y más que otras economías grandes, pero curiosamente se olvidaba en el balance del país que más se asemeja a España, Polonia, que crece más. La previsión de inflación en Polonia es del 5%, algo menos del doble que en España, con el 2,7%.

Polonia, situada en Europa Central, cuenta con una extensión de 312.696 km2 y unos 36,7 millones de habitantes. España es más grande con algo más de medio millón de km2 y una población de 48,3 millones.

Polonia, como Chequia y Hungría, no ha adoptado el euro. Su moneda es el zloty, que se mantuvo por razones políticas y económicas. Así reforzaba su soberanía. La gran crisis financiera de 2009 a 2010 reforzó la tesis de Polonia, ya que Grecia se dejó un 27% de su PIB, la pérdida más grande de un país sin que sufra una guerra.

El caso de Eslovaquia, que entró en el euro a diferencia de Chequia, ilustraba también que no siempre la moneda única impulsaba la economía nacional. Veinte de los 27 países de la UE usan el euro como moneda común.

En general, los datos reflejan cómo la gran ampliación fue un éxito. El ingreso medio de los ocho países que entraron en la UE pertenecientes a Europa Central se ha elevado un 27%, pero en el caso de Polonia incluso ha llegado hasta el 40%, según un informe del Instituto Económico Polaco. Polonia, Lituania y Eslovaquia son los tres países que más han crecido entre 2004 y 2022.

Un balance espectacular

La integración de Polonia en la UE, que le ha permitido preservar su identidad, es una historia de éxito y por ello el gobierno polaco ha lanzado una campaña bajo el título Es bueno estar juntos: 20 años de Polonia en la UE. Para Polonia ha sido buenísimo.

El saldo neto es de más de 175.000 millones de euros para Polonia en estos 20 años

Katarzya Pełczyńska-Nałęcz, ministra de Fondos y Política Regional

Desde 2004 hasta marzo de este año, Polonia ha recibido de la UE un total de 261.000 millones de euros. "En la dirección opuesta, de Polonia a la UE como parte de las contribuciones al presupuesto de la UE, durante 20 años salieron 85.800 millones de euros, por lo que el saldo neto es de más 175.000 millones de euros para Polonia", explicaba en rueda de prensa este martes la ministra de Fondos y Política Regional, Katarzyna Pełczyńska-Nałęcz.

Las exportaciones polacas se han multiplicado por seis y han superado las importaciones a la UE en casi 80.000 millones de euros al año. Polonia, un país que no tenía tradición exportadora, ha aumentado diez veces la exportación de alimentos.

España fue favorable a la ampliación a esos países que habían formado parte del bloque soviético que se consumó en 2004. En la presidencia española del Consejo de la UE de 2002 es cuando se dio el visto bueno final al Big Bang.

Fue Alemania el motor, pero primero Helmut Kohl y luego Gerhard Schröder contaron con un aliado firme en los dirigentes españoles, especialmente en el socialista Felipe González. Polonia ha resultado beneficiada por los Fondos de Cohesión, que llevan su sello. González arrancó a Kohl el compromiso de compensar a los países más pobres que se incorporaban al mercado único.

Además, Polonia se fijó en el uso que se hizo en España de los fondos en la mejora de las infraestructuras. Hasta 2012, cuando se celebró la Eurocopa de fútbol en Ucrania y Polonia, tan solo había una carretera que llegaba a Varsovia. Era la carretera de la libertad, entre Varsovia y Berlín, y la carretera de los atascos. En la actualidad hay más de 5.000 kilómetros de autopistas y autovías de libre acceso.

En el caso de Polonia llama la atención especialmente que sus perspectivas económicas sigan siendo favorables incluso después de la invasión rusa de Ucrania, ordenada por el presidente Vladimir Putin el 24 de febrero de 2022. Polonia contaba con cerca de un millón de refugiados ucranianos a finales de 2023. Hay localidades como Rzeszów, la mayor ciudad en el sureste de Polonia, que han visto aumentar su población en un 50%.

La tasa de desempleo en Polonia era del 5,1%, y llega al 11,1% entre los jóvenes, al concluir 2023. En España llegamos al 12,1%. El paro entre los jóvenes es de más del doble, un 28,7%, según Eurostat. Es la mayor entre los Veintisiete.

"El vigésimo aniversario de la membresía de Polonia en la Unión Europea es un éxito para las mujeres y los hombres polacos. Ninguna otra sociedad o país de nuestra región ha logrado aprovechar su presencia en la Unión Europea de tal manera como lo han logrado los polacos", decía este martes Katarzyna Pełczyńska-Nałęcz.

El Triángulo de Weimar se revitaliza

Pero Polonia no solo está ganando peso económico, y los empresarios españoles de la construcción lo saben bien, al igual que el Santander: el banco español es la entidad financiera extranjera más importante en este país de Europa Central. También está aumentando su relevancia política. Por un lado, la agresión rusa ha mostrado a los pesos pesados como Francia y Alemania que habría que haber escuchado al gobierno de Varsovia antes.

El Triángulo de Weimar, que conforman estas tres naciones, se ha revitalizado. La vuelta de Donald Tusk, el líder liberal que abandera una coalición con la Izquierda y Tercera Vía, ha resituado a Polonia en el mapa europeo. Tusk, quien fuera presidente del Consejo Europeo, ha calmado las aguas que agitaron los dirigentes populistas de Ley y Justicia, que se aliaban con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, en Bruselas.

A su vez, Polonia ha demostrado que conocía mejor a Rusia que los alemanes, que apostaron todas las cartas en sus negocios energéticos con el Kremlin y salieron esquilmados. Polonia llevaba tiempo advirtiendo a EEUU y al resto de los aliados en la OTAN que Putin no se iba a conformar con la anexión de Crimea y la guerra que libra en el Donbás desde 2014. Es una de las razones que explican que Polonia dedique casi el 4% de su PIB a defensa, mientras que España apenas llega al 1,3%. No es Donald Trump el único que demanda a España que esté a la altura de su compromiso con la OTAN.

También Polonia lo ha puesto sobre la mesa, como ha dejado claro el primer ministro, Donald Tusk. Desde Europa Central también piden a España, país del sur, que sea solidaria y prepare la disuasión frente a Rusia, porque solo así desde el Vístula podrá entenderse que hay que reforzarla frontera sur.

Si España quiere desempeñar un papel relevante en la Unión Europea, no solo debe mirar a Francia y Alemania, o a Italia. Ha de tener en cuenta a partir de ahora a Polonia, el país de Europa Central que es un pivote fundamental en la Unión Europea de este 2024.