En la base aérea de Los Llanos (Albacete), rugen dos escuadrones de los Eurofighter españoles. Al otro lado del Estrecho, en la base de Sidi Slimane, los F-16 marroquíes se preparan para misiones de entrenamiento. Más al este, en el vasto desierto argelino, entrenan los pilotos a bordo de los Su-30MKA y Su-35. Tres países vecinos, dos de ellos acérrimos rivales por la hegemonía en el Magreb bajo la mirada de España, que se halla en pleno rearme y en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.

En el caso de España, la clave es la carrera contrarreloj empujada por la obligación impuesta por la OTAN de alcanzar este mismo año el 2% del PIB en gasto militar, entre los recelos del espacio a la izquierda del PSOE, desde la constelación de Sumar hasta Podemos. Como explica Jesús Manuel Pérez Triana, analista experto en asuntos de defensa y seguridad, el programa Halcón II -por el que España tiene previsto reforzar su defensa aérea- “no es más que una segunda fase del Eurofighter Tranche 4”. “Un modelo que se perfila como columna vertebral del Ejército del Aire mientras se decide si se da o no el salto al F-35", desliza.

Con 25 nuevos Eurofighter firmados y una presión del consorcio europeo para ampliar el pedido, España busca consolidar una flota moderna basada en una aviónica avanzada. Aunque no se trata de un caza furtivo de quinta generación, expertos militares como el coronel retirado Manuel Morato consideran que "la preparación y la interoperabilidad con aliados de la OTAN colocan a la Fuerza Aérea en una posición cómoda frente a sus vecinos del sur".

En cuanto a adquisiciones, el teniente general Eduardo Zamarripa, también ex militar español retirado y con experiencia en el seno de la OTAN, insiste en que "el F-35 sería un salto cualitativo en capacidades, pero también comprometería parte de nuestra soberanía tecnológica”. “La industria nacional tiene peso y eso condiciona ciertas decisiones", admite en conversación con El Independiente.

Caza F16 Bloque 50/52 de la Real Fuerza Aérea Marroquí

Marruecos, modernización y créditos

Marruecos, por su parte, se apoya en sus 24 F-16C Block 50, similares a los de Polonia o Chile. Aunque existe un contrato para adquirir el nuevo F-16V Block 70, su entrega se ha retrasado en una cola interminable de pedidos globales. Rabat ha mostrado su intención de modernizar su flota actual, pero su aspiración choca con sus limitaciones financieras.

Pérez Triana es escéptico sobre la supuesta ambición marroquí de adquirir F-35: "Las cuentas no salen. Sólo mantener su flota actual implica un enorme esfuerzo financiero. Marruecos ha tenido que comprar sistemas antiaéreos franceses mediante créditos blandos", advierte.

Estamos ante una carrera de fondo, no un esprint

A pesar del respaldo estratégico de aliados como Israel o Emiratos Árabes Unidos, el sueño del caza de quinta generación parece más un titular que una realidad. El politólogo estadounidense Michael Walsh, conocedor de los pasillos del poder en Washington DC, señala que "la motivación no es Argelia per se, sino evitar quedarse demasiado atrás si el equilibrio regional cambia con la adquisición argelina del Su-57 o la mejora de relaciones con EE.UU.". Si en algún momento se aprobara la venta de F-35 Lightning II convertiría a Marruecos en el primer país árabe y africano en operar este avión furtivo de quinta generación. "Estamos ante una carrera de fondo, no un esprint. Marruecos se rearma con lo que puede y Argelia con lo que quiere", remacha Morato.

F-35 Lightning II

Rearme al otro lado del Estrecho

Ambos países protagonizan en los últimos años un rearme en plena ruptura de relaciones diplomáticas y carrera armamentística. En 2024 Argelia fue el tercer país del mundo en carga militar, superado a gran distancia por Israel y Ucrania, ambos enfrascados directamente en guerras en curso y con resultado incierto.

En su informe anual, el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) señala que el gasto militar en África superó el año pasado los 52.100 millones de dólares, un incremento del 3% respecto a 2023 y del 11% si se compara con las cifras de comercio de hace tan solo una década. Argelia y Marruecos han contribuido destacadamente a ese incremento.

Marruecos y Argelia acaparan el 90% de las compras en el norte de África, estimadas en alrededor de 30.000 millones de dólares

Entre ambos acaparan el 90% de las compras en el norte de África, estimadas en alrededor de 30.000 millones de dólares. El aumento fue del 12% en el caso argelino, favorecido por sus ingresos gasísticos. Argel es el mayor comprador militar de África. Marruecos, tras dos años consecutivos de bajadas en gasto, incrementó un 2,6% el gasto militar hasta los 5.500 millones de dólares, principalmente por el aumento de los gastos en personal.

Sukhoi Su35

Argelia y la sombra del Su-57

La Fuerza Aérea argelina opera con un arsenal de fabricación rusa: Su-30MKA, MiG-29, y, recientemente, la incorporación de los Su-35 que habían sido encargados previamente por Egipto y cuyas especulaciones iniciales eran que tenían a Irán como destino. Argelia ha recibido al menos cinco cazas Su-35 como parte de un acuerdo confidencial con Rusia. Estos aviones complementarán su flota existente de 63 Su-30MKA, consolidando su posición como una de las fuerzas aéreas más avanzadas de África .

"El Sukhoi Su-35 es un avión de combate muy avanzado con varios años de antigüedad, y es de cuarta generación y media, basado en la plataforma Sukhoi Su-27. Básicamente, está diseñado para lograr la superioridad aérea, pero también tiene unas capacidades aire-tierra respetables”, explica a El Independiente Farzin Nadimi, analista de defensa. "Su radar pasivo tiene largo alcance, de hasta 400 kilómetros, y su super maniobrabilidad le permite una agilidad excepcional y realizar maniobras complejas”.

Sukhoi Su-57

“Sin embargo, es un avión muy grande, y cuando un avión grande reduce la velocidad para realizar una maniobra, se convierte en un objetivo relativamente fácil para los aviones de combate enemigos. Tiene un buen rendimiento y una velocidad muy alta. Alcanza una velocidad máxima de Mach 2 y puede volar a gran altura, por lo que tiene una velocidad y un techo de servicio impresionantes. En cuanto al alcance, al ser un avión de gran tamaño, puede transportar una gran cantidad de combustible. Puede transportar los misiles aire-aire y aire-tierra más modernos del arsenal ruso. En la guerra de Ucrania han tenido un buen rendimiento y fueron ampliamente utilizados por las fuerzas rusas. Sin embargo, hubo informes de que varios de estos Su-35 fueron derribados por las defensas aéreas ucranianas”, agrega Nadimi.

"Es una pieza clave del arsenal aéreo. Es versátil y puede llevar a cabo misiones aire-aire y aire-tierra, tiene un radar de muy largo alcance y es perfecto para la interceptación", subraya en declaraciones a este diario Akram Kharief, analista experto en temas militares en el Magreb. "Es difícil compararlo con el marroquí, ya que su fuerza aérea no cuenta con aviones bimotores de largo alcance. Es más comparable con los Eurofighters españoles y los F/A-18", agrega.

Al igual que se apunta al apetito marroquí por el F-35, Argelia también quiere más. El Su-57, el flamante caza furtivo ruso, estaría sobre la mesa de los generales argelinos. Pero como recuerda Pérez Triana, "en plena guerra en Ucrania, cuesta creer que Rusia tenga capacidad de exportar tecnología tan sensible". Aun así, -subraya este experto- el salto cualitativo de Argelia comenzó ya en 2006, cuando se condonó su deuda soviética y comenzó un ciclo de rearme: submarinos, carros T-90, cazas de última generación. “Desde entonces, ha mantenido una posición de superioridad respecto a Marruecos, al menos en cantidad y potencia de fuego”, indica Pérez Triana.

Avión de combate Halcón II | AIRBUS

Quién lidera la competición

"Sobre el papel, España está en primera posición, seguida por Argelia y, bastante por debajo, Marruecos", opina Pérez Triana. Pero no todo se mide en radares o motores. La capacidad de mantenimiento, la calidad de los pilotos, la autonomía logística o el entrenamiento marcan diferencias profundas.

"La gran debilidad marroquí es su dependencia externa para mantener aviones. Hasta hace poco, sus F-16 tenían que irse a Portugal o España para ser reparados", recuerda este analista. Argelia ha hecho esfuerzos para ganar autonomía, aunque sus ejercicios "a menudo tienen más de desfile que de maniobra militar real", opina.

La profesionalidad, la operatividad, el mantenimiento o la formación son los valores intangibles que cuentan

"La profesionalidad, la operatividad, el mantenimiento o la formación son los valores intangibles que cuentan. Eso no se compra en el mercado internacional", advierte el experto. España, con su pertenencia a la OTAN y su industria local, mantiene una ventaja estructural. “España tiene ventaja en electrónica, fundamentalmente por una cosa: nosotros somos fabricantes y tenemos acceso al cacharreo. Y en el caso de Argelia y Marruecos, siempre han dependido de terceros”.

Avión de combate Halcón II | AIRBUS

En cuanto a amenazas, tanto Eduardo Zamarripa como Manuel Morato coinciden en que ni Marruecos ni Argelia representan un peligro inminente. "Son vecinos con sus propias tensiones. Pero no hay indicios de que exista una intención de conflicto abierto. La OTAN, además, es un paraguas suficientemente disuasorio", apunta Zamarripa.

La gran pregunta es qué vendrá después. Si España decide finalmente incorporarse al club del F-35, daría un salto generacional, con un caza furtivo que ya patrulla los cielos de Italia, Reino Unido y Países Bajos. "Sería el caza que tendría interoperabilidad plena en Europa, salvo con Francia, que tienen los suyo propios, los Rafale. Pero también una decisión política y estratégica", arguye Zamarripa.

Para Marruecos y Argelia, el futuro pasa por su capacidad de sostener la modernización sin comprometer su economía. La carrera de cazas en el sur del Mediterráneo no es solo una cuestión militar. Es una expresión de poder, de ambición regional y de la eterna rivalidad por el dominio del Magreb. “La superioridad española es real. No hay que temer. Tenemos que defendernos y tenemos detrás a toda una organización como la OTAN, aunque es cierto que tenemos que mejorar nuestras capacidades”, concluye Morato.