La noche empezó en Varsovia con un ganador, el liberal Rafał Trzaskowski, con el primer sondeo a pie de urna, y en la madrugada del lunes emergió como vencedor el historiador conservador, Karol Nawrocki, apoyado por el partido Ley y Justicia (PiS). Nawrocki ha recibido un 50, 89% de los votos y Trzaskowski un 49,11%. Les han distanciado 369.351 votos. La participación ha llegado al 71,3%.
De la victoria de Trzaskowski dependía que el gobierno que encabeza Donald Tusk pueda acometer las reformas prometidas a su electorado. Los choques con el presidente Duda, del nacionalpopulista Ley y Justicia (PiS), que apoya a Nawrocki, han sido constantes. Y serán aún mayores con Nawrocki porque ha atizado la polarización al máximo y por su choque abierto con Donald Tusk. Los dos años que le quedan hasta las próximas elecciones van a ser de parálisis y bronca. "La elección de Karol Nawrocki supone un terremoto en la escena política polaca", escribe Jacek Nizinkiewicz, redactor de política en Rzeczpospolita.
La jornada del 1 de junio ha sido soleada, de verano, especialmente festiva pues se celebraba en Polonia el Día del Niño. La participación ha llegado al 71,3%, por debajo del 74,38%, registrado en las legislativas del 15 de octubre de 2023. La esperanza de Trzaskowski era que esos votantes que no participaron en la primera vuelta y se han registrado en la segunda fueran suyos. Solo el 55% de ellos le ha apoyado. En el exterior, donde se registraron 700.00 votantes, se han visto colas en Praga, varias localidades griegas o en ciudades alemanes, donde hay más de 100.000 polacos con derecho a voto.
Trzaskowski toma la delantera
Con la estrategia de dominar la narrativa, el candidato liberal se ha atribuido la victoria con apenas seis décimas de ventaja en el primer sondeo. "¡Ganamos!", ha dicho Trzaskowski, que ha celebrado por anticipado con sus seguidores, que no paraban de gritar su nombre: "Rafał, Rafał" en el Museo Etnográfico de Varsovia, donde ha convocado este domingo Coalición Cívica. Trzaskowski es el número dos y Donald Tusk el número uno. Esta derrota es más de Donald Tusk que del alcalde de Varsovia. Los polacos le han mostrado la tarjeta roja a Tusk.
Trzaskowski ha reconocido que el resultado era muy ajustado pero también ha dicho que sería "el presidente de todos los polacos". Hay muchos que no comprenden por qué se lanzó al vacío Trzaskowski sin tener la seguridad de que realmente había ganado. Sí se impuso en Varsovia y en las principales ciudades como Cracovia, Wrocław, Poznań y Gdańsk.
Entre los que han acudido al cuartel general de Coalición Cívica, el ex primer ministro Jerzy Buzek era de los que prefería la cautela y esperar a los resultados. "Van a ser decisivos unos pocos cientos de miles de votos de 29 millones de convocados a las urnas. Durante mucho tiempo recordarnos que cada voto tiene su importancia", explicaba.
"Lo que está en juego es una tendencia que va hacia la consolidación del Estado democrático. Las instituciones democráticas y el respeto al estado de Derecho fomentan el desarrollo económico, así lo dicen varios Nobel. Lo que el PiS nos ha dejado es una destrucción del estado de Derecho. Hay que reconstruirlo también por el desarrollo económico. Para salvaguardar el bienestar económico de todos y cada uno de los polacos", añadía Buzek.
Nawrocki se impone en el campo y en el este
En el cuartel general del PiS no podía ocultar su decepción tras el primer sondeo, aunque el candidato populista aseguraba: "Lo primero que vamos a hacer es no dejarnos vencer". Y no se ha equivocado.
Y con alusión a las Sagradas Escrituras. "Se llevaron el dinero, mintieron, mintieron y ustedes estuvieron conmigo todo el tiempo", ha señalado Nawrocki, que ha agradecido el apoyo a sus votantes. Su remontada ha sido histórica. Como suele pasar en las elecciones polacas, el campo ha estado del lado del candidato apoyado por el PiS, y las ciudades con el liberal. El este ha votado por Nawrocki, el oeste por Trzaskowski.
"Tenemos que ganar esta noche y sabemos que lo haremos. Logramos unir el campo patriótico en toda Polonia", ha añadido. Poco después celebraba el segundo sondeo, favorable a sus aspiraciones, y un recuento en el que ha estado siempre en cabeza.
Finalmente, solo el 11% de los votantes de Konfederacja han apoyado a Trzaskowski, a pesar de que el encuentro entre Mentzen y el alcalde de Varsovia terminara con unas cervezas muy comentadas en el pub del ultranacionalista en Torun. Ese voto protesta ha dado una oportunidad a la nueva cara del PiS, porque siempre podrá decir que no era su primera opción. Mentzen espera su momento y puede llegar en las próximas legislativas.
Ahora, una vez que se confirmen los resultados, la Asamblea Nacional ha de aceptar la jura de Nawrocki. Asumiría el 6 de agosto. Sucede a Andrzej Duda, quien no podía renovar mandato al cumplirse sus diez años como presidente. Duda, también del PiS, es como Nawrocki una creación de la factoría Kaczyński. Pocos como él conocen al electorado polaco. Esta vez les ha presentado un candidato fuerte, en tiempos de incertidumbre, un outsider, un "candidato del pueblo" frente a la élite, encarnada or Trzaskowski.
El primer ministro, Donald Tusk, ha lanzado un guiño en el curso de la jornada. "Victoria. ¡Bien hecho, Iga!" Así felicitaba a Iga Świątek tras vencer en Ronald Garros a la rusa Elena Rybakina. Ha sido un partido tan disputado como estas elecciones. Finalmente Tusk se tendrá que conformar con que Iga revalide como campeona en el torneo de París. En Varsovia esta noche hubo tormenta y amanece con nubes.
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