Llevaba días anunciando sus intenciones y la amenaza se materializó finalmente a primera hora de este viernes. El ejército israelí ha lanzado decenas de ataques contra objetivos, incluidas instalaciones nucleares como Natanz, en Irán, y ha descabezado a la cúpula militar del régimen de los ayatolás. Las autoridades israelíes lo describieron como una operación preventiva, que incluía ataque terrestre, para detener el avance del programa nuclear iraní, en mitad de una nueva y peligrosa escalada en Oriente Próximo. Al mismo tiempo, el Mossad llevó a cabo una serie de operaciones de sabotaje para dañar emplazamientos de misiles y capacidades de defensa aérea.

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Irán ha prometido "venganza" y para empezar ha lanzado un centenar de drones hacia Israel. Teherán ha anunciado que no participará en la sexta ronda de negociaciones con EEUU sobre su programa nuclear prevista para el domingo en Omán.

Israel ha atacado al menos seis bases militares alrededor de Teherán, incluida Parchin, y viviendas residenciales en dos complejos de alta seguridad dedicada a mandos militares y varios edificios residenciales en los alrededores de Teherán, en lo que parecían ser asesinatos selectivos. La televisión iraní ha confirmado la muerte del general Hossein Salami, líder de la Guardia Revolucionaria de Irán y del general Mohammad Baqeri, comandante del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, nombró al general Habibollah Sayyari como sustituto de Baqerí.

Otros altos mandos como Fereydoon Abbasi, ex jefe de la Organización de la Energía Atómica iraní; el general Gholam Ali Rashid o Mohammad Mehdi Tehranchi, científico nuclear y presidente de la Universidad de Azad, y otros cuatro científicos nucleares, Abdolhamid Minouchehr, Ahmadreza Zolfaghari, Amirhossein Feqhi, Motalleblizadeh, también han muerto en los bombardeos, según la agencia iraní Tasnim. Como consecuencia de los bombardeos israelíes, han muerto 78 personas y 329 han resultado heridas en Teherán, según Reuters, que cita la agencia iraní Nournews. Reuters,

"Los ataques de Israel contaron con la asistencia de EEUU; pagarán un alto precio y deben esperar una respuesta severa de las fuerzas armadas de Irán", advirtió una fuente militar iraní.

En una breve rueda de prensa virtual, el portavoz del Ejército, Effie Defrin, ha informado de que en el ataque participaron 200 aviones de combate que atacaron más de 100 puntos del país con 330 municiones diferentes.

Poco antes, habían sonado las sirenas a lo largo de Israel y el ministro de Defensa, Israel Katz, ha declarado el estado de emergencia especial en todo el país. Desde Irán se informó de un gran incendio en el cuartel general del Guardia Revolucionaria Iraní y se difundieron imágenes del fuego y el humo elevándose sobre la instalación nuclear de Natanz, en el centro de Irán. En palabras de Benjamin Netanyahu, Natanz es "un golpe al corazón del programa de enriquecimiento nuclear iraní". La principal instalación de enriquecimiento iraní en la ciudad de Natanz está emplazada a unos 225 km al sur de Teherán.

La escalada se produce horas después de que Trump declarara explícitamente que quería que Israel se abstuviera de atacar Irán hasta que Estados Unidos agotara sus esfuerzos diplomáticos sobre el programa nuclear iraní.

"La operación durará el tiempo necesario"

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó la operación. "Hace unos momentos, Israel ha lanzado la Operación León Levante, una operación militar selectiva para hacer retroceder la amenaza iraní contra la propia supervivencia de Israel. Esta operación continuará durante todos los días que sean necesarios para eliminar la propagación", indicó. "En los últimos meses, Irán ha tomado medidas que nunca antes había tomado, medidas para convertir en armas este uranio enriquecido".

"Si no se detiene, Irán podría fabricar un arma nuclear en muy poco tiempo. Podría ser en un año. Podría ser en unos meses, menos de un año. Se trata de una amenaza clara y presente para la propia supervivencia de Israel", insistió Netanyahu en un discurso ya usado previamente.

Según informó el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el operativo tuvo como blanco instalaciones militares y nucleares "clave" en suelo iraní. "Irán ha acumulado suficiente uranio altamente enriquecido como para fabricar hasta 15 bombas nucleares. No podíamos permitirnos esperar más", manifestó el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi.

Aunque las autoridades no precisaron la magnitud exacta del daño, medios israelíes como Haaretz señalaron que la ofensiva incluyó misiles de precisión y comandos especiales que actuaron en terreno iraní, mientras unidades aéreas bombardeaban zonas cercanas a Teherán, Isfahán y Natanz.

El Gobierno iraní ha asegurado haber activado sus sistemas de defensa antiaérea ante "múltiples incursiones" y ha informado de explosiones en las afueras de la capital. Funcionarios del Ministerio de Defensa iraní ha subrayado que los daños fueron “limitados” y que las instalaciones nucleares continúan bajo control. Sin embargo, han advertido de que se reservan el derecho de responder. "La agresión israelí es una violación flagrante de la soberanía de Irán. No quedará sin respuesta", ha dicho un portavoz del Consejo Supremo de Seguridad Nacional.

EEUU: "Israel actuó por su cuenta"

Desde Washington, un alto funcionario del Pentágono ha confirmado que Estados Unidos no participó en la operación. Según Reuters, aunque la administración estadounidense conocía los planes israelíes, decidió no brindar apoyo operativo directo. "Israel actuó por su cuenta", ha declarado el senador republicano Marco Rubio.

"Esta noche, Israel tomó medidas unilaterales contra Irán. No participamos en los ataques contra Irán y nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región. Israel nos informó que cree que esta acción es necesaria para su propia defensa. El presidente Trump y su administración han tomado todas las medidas necesarias para proteger a nuestras fuerzas y mantener un estrecho contacto con nuestros socios regionales. Seamos claros: Irán no debe atacar los intereses ni al personal estadounidense".

La Casa Blanca ha insistido en la vía diplomática para contener las ambiciones nucleares de Irán, y teme que una escalada militar ponga en riesgo a tropas estadounidenses desplegadas en la región.

Desde Doha, Al Jazeera informó que varios gobiernos del Golfo se encuentran en alerta máxima, y que Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita habrían iniciado conversaciones para reforzar la seguridad de sus instalaciones energéticas.

Máxima tensión

La operación israelí se produce tras meses de estancamiento en las negociaciones nucleares entre Teherán y las potencias occidentales. En abril, Arabia Saudí advirtió que, sin un acuerdo internacional, una acción unilateral de Israel era “probable”.

Por su parte, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, expresó preocupación por el impacto que esta ofensiva pueda tener en la cooperación nuclear con Irán. “Los canales de inspección pueden verse severamente comprometidos”, avisó.

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