Y la Inteligencia Artificial volvió a servir para imaginar el deseo israelí de una Franja de Gaza vaciada de palestinos. La ministra de Ciencia y Tecnología de Israel, Gila Gamliel, ha compartido este martes un vídeo generado por IA que muestra la visión del enclave palestino convertido en una segunda Tel Aviv, con clubes nocturnos donde los colonos israelíes ríen y con el primer ministro Benjamín Netanyahu y su esposa Sara o el presidente estadounidense Donald Trump y Melania paseando por su corniche.

“Así se verá Gaza en el futuro. La migración voluntaria de Gaza sólo será posible con Trump y Netanyahu. ¡Somos nosotros o ellos!”, celebra Gamliel en una publicación en su cuenta de X que incluye un enlace “al plan de inmigración voluntaria desde Gaza que presenté al gabinete en la primera semana de la guerra de las 'Espadas de Hierro' el 13 de octubre de 2023”.

En el vídeo la Franja de Gaza -un enclave arrasado por 21 meses de operación militar israelí, con una extensión similar al de la isla de la Gomera y dos millones de habitantes palestinos- asoma por un horizonte de rascacielos. El paisaje incluye una torre del emporio Trump, como las que existen en Chicago o Nueva York y un costa jalonada de clubes donde los israelíes comparten cerveza y risas.

El vídeo recuerda a un vídeo generado por IA publicado por Trump en las redes sociales en febrero en el que se veía Gaza llena de rascacielos y resorts de lujo, con él y Netanyahu relajándose junto a una piscina y con una estatua dorada del presidente estadounidense. En aquel entonces Trump defendía su plan de expulsar a los gazatíes del enclave y compartir en “la Riviera de Oriente Próximo”, una idea rechazada por los países árabes y que el presidente -como otras tantas iniciativas disparatadas- ha olvidado ya.

Aquel vídeo, se supo luego, había sido generado con herramientas de IA -la plataforma Arcana- por el cineasta Solo Avital como pieza de sátira política, criticando el concepto de convertir Gaza en un "Dubai del Mediterráneo". Avital completó el clip en menos de 8 horas y lo compartió en privado, sin intención de que se viralizara. Trump lo subió sin contexto y provocó oleadas de indignación. “Somos narradores, no provocadores, a veces hacemos piezas satíricas como se supone que era esta. Esta es la dualidad de la sátira: depende del contexto que le des para que el chiste o la broma tengan sentido. Aquí no había contexto y se publicó sin nuestro consentimiento ni conocimiento”, reconoció el autor al diario británico The Guardian.