Portugal se ha alineado con la postura de España respecto al Sáhara Occidental al calificar como “seria, creíble y realista” la propuesta de autonomía planteada por Marruecos para la ex colonia española, lo que ha generado una rápida reacción del Frente Polisario, que instó a Lisboa a respetar el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia, "conforme a la Constitución portuguesa" y el papel de Portugal en la autodeterminación de su ex colonia Timor Oriental.
Portugal y Marruecos emitieron declaraciones conjuntas en las que Lisboa consideró como "constructiva" la oferta marroquí de autonomía -una hoja de ruta de 3 folios que no ha sido desarrollada desde su presentación en 2007- dentro del plan para resolver el conflicto del Sáhara Occidental, una posición que sigue los pasos del giro copernicano de España, potencia administradora 'de iure' de un territorio no autónomo pendiente de descolonización, el último de África.
En respuesta, la República Árabe Saharaui Democrática indicó que tomaba nota de la posición portuguesa, pero recordó la “posición histórica y de principios” de Portugal en defensa del derecho del pueblo saharaui a la independencia. Los saharauis denunciaron además lo que consideran una “ocupación y anexión por la fuerza” del Sáhara por parte de Marruecos y calificaron los intentos de Rabat de implicar a países europeos como una “fallida aventura colonial”, contraria al derecho internacional, que prevé un referéndum de autodeterminación como solución pacífica.
Medio siglo de con flicto
El conflicto del Sáhara Occidental sigue siendo uno de los principales focos de tensión en el Magreb. Marruecos, que ocupó ilegalmente el territorio en 1975, administra actualmente alrededor del 80 % del territorio de la ex colonia española y defiende un plan de autonomía bajo su soberanía, mientras que el Frente Polisario insiste en celebrar un referéndum, tal como recoge Naciones Unidas.
En paralelo, Italia ha intensificado sus vínculos con Argelia, principal respaldo internacional del Polisario. El Gobierno italiano ha fortalecido sus relaciones energéticas y diplomáticas con Argel, en un contexto en el que las alianzas en el norte de África adquieren un nuevo peso estratégico para los intereses europeos.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, presidieron el pasado miércoles en Roma la firma de más de 40 acuerdos, en materias como inmigración, energía o seguridad, que marcan "un nivel de intensidad y solidez sin precedentes” en la cooperación bilateral.
Los acuerdos alcanzados en la V Cumbre intergubernamental entre Italia y Argelia y el foro empresarial que reunió a más de 300 empresas de ambos países reflejan “una mayor interconexión entre nuestras economías y la voluntad de continuar trabajando en objetivos compartidos”, aseguró Meloni en un rueda de prensa conjunta con Tebboune.
En materia de seguridad, se discutió la necesidad de “incrementar los esfuerzos para la estabilidad y seguridad en el Sahel” y Meloni resaltó la importancia de “alcanzar una solución política para el Sahara Occidental respetando el derecho internacional”, desmarcándose así de las recientes decisiones de España, Francia, Reino Unido y Portugal.
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