Los bebés gazatíes Noura Walid Abdulsalam Shaken, Maryam Nour Al-Din Wael Daban, Fatima Louay Rafiq Al-Sultan, no habían cumplido el año de vida. El israelí Kfir Bibas tampoco. Su hermana Ariel tenía cinco cuando murió tras ser secuestrada por Hamás. En un acto inédito cargado de simbolismo, el cardenal Matteo Maria Zuppi ha leído los nombres de los 12.000 niños y jóvenes que han sido asesinados en Gaza, la gran mayoría, y en Israel desde el 7 de octubre de 2023. Encarnan hasta dónde lleva la brutalidad de una guerra que no para de escalar. Israel ultima su invasión de la ciudad de Gaza, justo cuando la ONU ha declarado oficialmente que parte de la Franja sufre de hambruna. Es la primera vez que sucede en un país fuera del continente africano.
El cardenal Zuppi, que tardó siete horas en leer todos los nombres, hablaba de rendir homenaje a su dignidad como seres humanos. Son víctimas pero, sobre todo, son seres humanos expuestos a un sufrimiento inefable. ¿Dónde queda la dignidad de los verdugos? Tampoco quedan palabras para calificar sus acciones. Unos dirigentes como Benjamin Netanyahu que han llevado a los gazatíes al infierno y que han condenado a su propio pueblo al ostracismo internacional, un pueblo que siempre ha merecido un enorme respeto por su historia heroica. Y unos terroristas, los de Hamás, dispuestos a que sus hermanos sean obligados a desplazarse, pasar hambre y ser asesinados por su sed de violencia contra el pueblo judíos.
El ejército israelí lanzó una campaña en Gaza en respuesta al ataque liderado por Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1.200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes. De ellas quedan unos 50 en manos de Hamás, pero tan solo una veintena siguen con vida. Sus familias temen que una nueva operación en Ciudad de Gaza haga imposible que vuelvan a sus hogares. Hamás comercia con ellos como si fueran mercancías. En Gaza, más de 62.000 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio, dirigido por Hamás. Cinco de cada seis palestinos muertos son civiles, según ha publicado The Guardian con datos de la Inteligencia israelí.
La mayor parte de la población de Gaza también ha sido desplazada en múltiples ocasiones; se estima que más del 90 % de las viviendas están dañadas o destruidas; los sistemas de salud, agua, saneamiento e higiene se han colapsado; y los expertos en seguridad alimentaria mundial respaldados por la ONU han advertido de que "actualmente se está produciendo el peor escenario posible de hambruna" debido a la escasez de alimentos.
Pronto se abrirán las puertas del infierno sobre las cabezas de los asesinos y violadores de Hamás en Gaza"
ISRAEL KATZ, MINISTRO ISRAELÍ DE DEFENSA
Carros de Gedeón, segunda parte
Si no sucede un milagro o bien los israelíes lo que pretenden es presionar al máximo a Hamás para que libere a todos los rehenes, en unas horas la situación aún será peor. En una declaración en vídeo durante una visita a la sede de la división de Gaza en Israel el jueves por la noche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que había "dado instrucciones para iniciar inmediatamente las negociaciones para la liberación de todos nuestros rehenes" y a la vez había "aprobado los planes de las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] para tomar el control de la ciudad de Gaza y derrotar a Hamás". Vinculó las dos cuestiones sin especificar si había descartado totalmente la propuesta de tregua de los mediadores egipcios y qataríes que ya aprobó Hamás.
El ministro de Defensa, Israel Katz, publicó el viernes en sus redes sociales un mensaje intimidante: "Pronto se abrirán las puertas del infierno sobre las cabezas de los asesinos y violadores de Hamás en Gaza, hasta que acepten las condiciones de Israel para poner fin a la guerra, principalmente la liberación de todos los rehenes y su desarme… Si no aceptan, Gaza, la capital de Hamás, se convertirá en Rafah y Beit Hanún", añadió. Estas ciudades han quedado reducidas a ruinas tras las operaciones militares israelíes.
La Operación Carros de Gedeón B está ya diseñada y tiene la luz verde de militares y del Gobierno. Es la segunda fase de la que lanzaron en primavera. El objetivo es el control total de la Franja. Ahora dominan el 75%. La mayor parte de los civiles palestinos se concentran en la zona humanitaria de Muwasi en el sur, en el norte de la ciudad de Gaza y en Dari al Balah, en el centro.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han movilizado a 60.000 reservistas para participar en esta nueva ofensiva a partir de septiembre. Además, otros 70.000 van a seguir operativos aunque ya habían cumplido su misión inicial. A los desplazados desde la ciudad de Gaza los quieren llevar en principio al sur del corredor de Netzarim, entre las ciudades de Jan Yunis y Rafah. Se ha especulado en los medios incluso con que Israel intentaría llevarlos hasta Sudán del Sur.
La destrucción de Hamás
Netanyahu aspira a destruir Hamás. "Un principio básico de la guerra es que el liderazgo político ordene a la cadena de mando militar unos objetivos claros, medibles y alcanzables. La destrucción de Hamás es una quimera. Llevamos 22 meses de guerra y nos queda la sensación de que Israel y Hamás juegan al ratón y al gato", afirma Jesús Manuel Pérez Triana, analista militar y cofundador de OsintSahel y guerrasposmodernas.com.
"La capacidad militar de Hamás ha sido diezmada y gran parte de su liderazgo han muerto. Aún tienen algunos rehenes. Conservan cierto poder en Gaza, pero muy reducido. Como idea los israelíes nunca podrán acabar con Hamás", señala Kawa Hassan, experto en Oriente Próximo y norte de África del centro de análisis Stimson. "Pero la decisión de ampliar la guerra, ocupar la ciudad de Gaza y forzar el desplazamiento de un millón de personas obedece al cálculo político de Netanyahu. Es la guerra de Netanyahu, no responde a los intereses de Israel", añade Kawa Hassan.
Ahora es la ciudad de Gaza el objetivo. Es ahí donde aún tiene cierto poder Hamás. "La ciudad de Gaza sigue siendo el activo estratégico más valioso de Hamás, ya que es desde allí, por medio de su red de túneles desde donde dirige los esfuerzos bélicos y sirve como centro de actividades financieras. Por eso Hamás ha vuelto a la mesa de negociaciones, sin ofrecerse a liberar a todos los rehenes porque eso supondrá su fin", explica Cosme Ojeda, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad CEO San Pablo.
Nos horroriza ver cómo las fuerzas israelíes intensifican su masacre en la ciudad de Gaza, arrasando barrios y dejando destrucción a su paso"
AMADE BAZEROLLE, MSF EN GAZA
Desastre humanitario anunciado
Pero no solo está Hamás en la ciudad de Gaza. Allí vive un millón de personas, y muchas de ellas están muy debilitadas por la falta de alimentos y de agua. Su desplazamiento forzado será muy complicado y ocasionará más muertes. Desde Gaza, Amade Bazerolle, coordinadora de emergencias de Médicos sin Fronteras en la Franja, describe un panorama desolador. "Nos horroriza ver cómo las fuerzas israelíes intensifican su masacre en la ciudad de Gaza, arrasando barrios y dejando destrucción a su paso. Al mismo tiempo, los continuos ataques están obligando a las personas, incluidos a nuestros trabajadores, a huir de sus hogares una vez más", señala Bazerolle. "Todo esto ocurre el día que se ha declarado la hambruna en la ciudad de Gaza. Es imposible imaginar algo más cínico: personas muriendo de hambre mientras las fuerzas israelíes invaden y destruyen cualquier rastro de vida que quede. Esto supondrá un desastre humanitario total y absoluto".
Peter Beaumont explica en The Guardian cómo la población de la ciudad de Gaza está exhausta. "La situación es catastrófica. Muchos está muy debilitados y no van a tener fuerzas para moverse. Algunos ya se están yendo ro otros no pueden más”, indica. Los militares israelíes ha pedido a los hospitales que preparen la evacuación. Pero no hay nada preparado para atender a todos los que van a moverse ahora. "El impacto humanitario de este plan israelí va a ser devastador".
Una segunda Nakba
Como señala Mariano Aguirre, investigador senior externo del CIDOB, "Netanyahu, amparándose en sus ministros más extremistas, está llevando a cabo una segunda Nakba o tragedia para los palestinos. [En 1948 fueron obligados a dejar sus tierras en un desplazamiento masivo]. Esta vez se trata de expulsar a una parte o toda la población de Gaza, 2,1 millones de personas, y un parte de los habitantes de Cisjordania al tiempo que aislar Jerusalén este", indica Mariano Aguirre. "La idea es desplazar a terceros países a los gazatíes, asesinar directamente a través del hambre y destruir toda la infraestructura, acelerar todo esto para hacer que la solución de los dos Estados, que ya es casi imposible en la práctica, sea una ficción".
Existe aún la posibilidad de que finalmente todo sea una estrategia para forzar a Hamás a liberar a todos los rehenes y se desarme. Pero tampoco se descarta que si los terroristas lo hacen finalmente también Israel ejecute su plan final. Netanyahu parece decidido y sus ministros más extremistas también. Además, sólo una minoría de la población quiere que liberen a los rehenes y pare la guerra. La mayoría está a favor de que expulsen a los palestinos y no tengan un Estado.
Sin embargo, el coste económico de la guerra contra Hamás es muy elevado: a finales de 2024 ya superaba los 67.500 millones de dólares, y el coste psicológico para muchos es enorme. Cada vez hay más suicidios entre los soldados.
"Israel está traumatizado y no está entre sus prioridades lo que piense la opinión pública internacional. Si no se restablece la disuasión de seguridad para Israel y no se crean instituciones estabas para los palestinos, volveremos al ciclo de guerras que hemos vivido los últimos 80 años. La guerra de los Cien Años también terminó en Europa. Oriente Próximo podría aprender a vivir en paz, pero no será pronto", afirma Cosme Ojeda.
Según Kawa Hassan, "la operación va a conducir a más muertes de palestinos y un mayor aislamiento de Israel, que se convertirá en un Estado paria, salvo para EEUU. Israel va a pagar un enorme precio militar, moral y político". Las medidas internacionales a partir de ahora serán más contundentes. Ser israelí fuera de Israel va a ser muy complicado. Israel era la única nación democrática en la región, pero su campaña de muerte y destrucción en Gaza ha sobrepasado todos las líneas rojas. Sufrieron una masacre el 7 de octubre a manos de unos terroristas desalmados pero la aniquilación del pueblo palestino no es la respuesta de un Estado de derecho en el siglo XXI.
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