Inaugurado en 1885, el elevador de Glória, el funicular que este miércoles descarriló dejando 15 muertos y 18 heridos, es desde hace casi siglo y medio una de las postales vivas del centro de Lisboa. El vehículo conecta la céntrica plaza de Restauradores con el emblemático Barrio Alto y el famoso mirador de São Pedro de Alcântara, en un recorrido de 275 metros por la empinada Calçada da Glória, con una pendiente del 18%. Cada viaje dura apenas dos minutos, pero transporta a miles de lisboetas y turistas que a diario forman largas colas para evitar la subida a pie y disfrutar del trayecto en uno de los dos pintorescos vagones blancos y amarillos del elevador.

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Diseñado por el ingeniero portugués Raoul Mesnier du Ponsard, el elevador fue pionero en las nuevas tecnologías de su época: primero funcionó por contrapeso de agua, luego a vapor, y en 1914 se convirtió en uno de los primeros funiculares del mundo movido por tracción eléctrica. Cada cabina tiene capacidad para transportar 22 pasajeros sentados y 20 de pie.

El Ascensor de la Gloria es, junto al de Bica (1884) y el de Lavra (1892), uno de los tres históricos funiculares pensados para ayudar a salvar las empinadas colinas de la capital portuguesa. Su relevancia cultural y arquitectónica fue reconocida oficialmente en 2002, cuando fue declarado Monumento Nacional, junto con los otros elevadores históricos de la ciudad. En 1996, Carris, la empresa gestora del sistema de tranvías, elevadores y autobuses de Lisboa, completó la renovación de los 45 vehículos históricos que prestan servicio en la ciudad, con nuevos coches que mantenían la apariencia externa clásica pero nueva tecnología que los hacía más seguros, rápidos y solenciosos.

El contrato de mantenimiento finalizó el pasado domingo

El accidente de este miércoles, cuyas causas aún se desconocen, ha conmocionado a Portugal. Las autoridades lusas no han divulgado ni las identidades ni la nacionalidad de las víctimas, aunque fuentes diplomáticas confirman al menos dos heridos españoles.

Carris afirmó en un comunicado haber cumplido con todos los protocolos de mantenimiento del elevador de Glória, incluyendo revisiones generales cada cuatro años (la última en 2022), reparaciones intermedias cada dos años (realizada en 2024) y estrictos controles mensuales, semanales y diarios. No obstante, hace años que trabajadores y sindicatos de la empresa denuncian el recorte de la inversión en la red y su mantenimiento. Según informa hoy el diario Expresso, el contrato de la empresa de mantenimiento finalizó este pasado domingo. Carris ha abierto una investigación conjunta con las autoridades para determinar el origen del siniestro.

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