Una semana después del fallido ataque israelí contra Doha para descabezar el liderazgo de Hamás, la cumbre de países árabes e islámicos ha escenificado este lunes su apoyo a Qatar y a su papel de mediación y, aunque ha evitado establecer medidas militares o de ataque directo, ha pedido a la comunidad internacional que disuada a Israel para poner fin a la guerra, acabar con su impunidad y renunciar a "su historial delictivo que
amenaza la paz y la seguridad regionales e internacionales". Desde octubre de 2023, Israel ha firmado ataques en Líbano, Siria, Túnez, Yemen, Irán, Jordania o Qatar, en los que la cumbre ha calificado de "una violación de la soberanía y la ley internacional".
"La ausencia de rendición de cuentas internacional y el silencio de la comunidad internacional ante las repetidas violaciones israelíes han envalentonado a Israel a persistir en sus agresiones y a afianzar aún más sus flagrantes violaciones del derecho internacional y la legitimidad internacional, perpetuando así una política de impunidad, debilitando el sistema de justicia internacional y amenazando con desmantelar el orden mundial basado en normas, lo que supone una amenaza directa para la paz y la seguridad regionales e internacionales", ha denunciado el comunicado conjunto de la cumbre a la que ha tenido acceso El Independiente.
Los países firmantes del comunicado, entre los que figuran el presidente turco Recep Tayip Erdogan o el príncipe heredero de Arabia Saudí Mohamed bin Salman, no han concretado medidas de presión o coerción contra Israel y su apoyo en Occidente, como las que se llegaron a aplicar en octubre de 1973 con el embargo petrolero árabe, una medida de represalia contra los países que apoyaron a Israel en la guerra de Yom Kippur. El embargo provocó una crisis energética mundial con fuertes aumentos de precios, escasez de combustible y cambios significativos en la política energética y la inestabilidad económica mundial.
"Una OTAN árabe e islámica"
Entre las medidas propuestas, figura la del primer ministro iraquí, que ha planteado la posibilidad de formar una suerte de "OTAN árabe e islámica" como elemento de disuasión y de defensa ante las agresiones de Tel Aviv.
En el comunicado final, se "rechaza categóricamente las repetidas amenazas israelíes de posibles nuevos ataques contra el Estado de Qatar o cualquier otro Estado árabe o islámico, considerando que tales amenazas son provocadoras y constituyen una grave escalada que amenaza la paz y la seguridad internacionales, e insta a la comunidad internacional a que las condene en los términos más enérgicos posibles y adopte medidas disuasorias para ponerles fin".
El texto también insta a "exhortar a todos los Estados a que adopten todas las medidas legales y eficaces posibles para impedir que Israel continúe sus acciones contra el pueblo palestino, entre otras cosas apoyando los esfuerzos para poner fin a su impunidad, haciéndolo responsable de sus violaciones y crímenes, imponiéndole sanciones, suspendiendo el suministro, la transferencia o el tránsito de armas, municiones y material militar —incluidos los artículos de doble uso—, revisar las relaciones diplomáticas y económicas con él e iniciar procedimientos legales en su contra".
Los países firmantes, miembros de la Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica, apuesta por "una paz justa, integral y duradera en Oriente Medio" y subrayan que "no se logrará eludiendo la causa palestina, ignorando los derechos del pueblo palestino o mediante la violencia y los ataques contra los mediadores, sino mediante la adhesión a la Iniciativa de Paz Árabe y a las resoluciones
pertinentes de legitimidad internacional". "A este respecto, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, en particular al Consejo de Seguridad, para que asuma sus
responsabilidades legales y morales de poner fin a la ocupación israelí y establecer un calendario vinculante a tal efecto".
Medidas adoptadas en la cumbre
Condena firme a la agresión israelí contra Qatar, calificándola de violación flagrante del derecho internacional.
Solidaridad absoluta con Qatar y apoyo a todas las medidas que adopte para defender su soberanía y seguridad.
Reconocimiento del papel mediador de Qatar en Gaza y denuncia del ataque como un golpe a los esfuerzos de paz.
Apoyo a Egipto y Estados Unidos en los esfuerzos de mediación y reconocimiento del rol humanitario y educativo de Qatar.
Rechazo a cualquier intento de justificar la agresión y a las amenazas israelíes contra Qatar u otros Estados árabes o islámicos.
Afirmación de la seguridad colectiva y la visión compartida de cooperación regional basada en derecho internacional y no injerencia.
Rechazo a desplazamientos forzados del pueblo palestino y llamado a iniciar la reconstrucción de Gaza con apoyo internacional.
Condena del asedio y uso del hambre como arma de guerra contra los palestinos, exigiendo acceso inmediato de ayuda humanitaria.
Advertencia contra anexiones israelíes de territorios ocupados, consideradas violaciones graves del derecho internacional.
Llamamiento a sanciones y medidas internacionales contra Israel: suspensión de armas, revisión de relaciones diplomáticas y económicas, y acciones legales.
Examen de la membresía de Israel en la ONU, con posibilidad de suspensión por violar la Carta y resoluciones de la organización.
Apoyo a la solución de dos Estados y reconocimiento del Estado palestino con capital en Jerusalén Este.
Respaldo a la custodia hachemita sobre los lugares sagrados en Jerusalén y al Comité Al-Quds presidido por Marruecos.
Encargo a los Estados de la OCI miembros de la CPI de apoyar la ejecución de órdenes de detención contra responsables de crímenes contra palestinos.
Expreso agradecimiento a Qatar y a su Emir por acoger la cumbre y liderar con visión estratégica.
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