El presidente estadounidense Donald Trump, procedente de Israel donde fue agasajado con honores de héroe, aterrizó con retraso en la “Cumbre de la Paz” organizada por Egipto en Sharm el Sheij y monopolizó el escenario preparado por el mariscal de campo Abdelfatah al Sisi. Ni Israel ni Hamás estuvieron presentes en la cita en la ciudad costera egipcia que albergó la semana pasada las negociaciones directas entre ambos. Trump ocupó la primera plana junto Al Sisi, al emir de Qatar Tamim bin Hamad Al Zani y al presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan.
Tras un discurso de Trump, repleto de frases grandilocuentes, los cuatro rubricaron un documento sobre el acuerdo de alto el fuego del que apenas había detalles. “Se va a cumplir”, afirmó Trump. “Todo el mundo está feliz. No lo he visto antes. Ha habido grandes acuerdos pero no como éste. Éste es el gran acuerdo. El más complicado acuerdo de Oriente Medio. Podría haber estallado una III Guerra Mundial, pero no va a pasar. Quiero agradecer a todo el mundo, especialmente al emir, al general y al presidente Erdogan”, concluyó Trump. En sus palabras finales, el magnate aseguró: "Comienza la reconstrucción en Gaza. Quizá esa sea la parte más fácil: ya hemos hecho la más difícil, y el resto vendrá solo. Todos sabemos cómo reconstruir y construir mejor que nadie en el mundo".
Detrás del cuarteto, se sentaron una veintena de líderes mundiales, entre ellos, Pedro Sánchez, colocado junto al canciller alemán, el ministro de Exteriores saudí y el primer ministro de Hungría. “Todos los que están detrás de nosotros tienen más dinero y poder que nosotros. Me encanta que estén detrás. Son grandes países del mundo. Les agradezco a todo el mundo que esté con nosotros”, señaló el republicano, que solo citó a Meloni -“una líder poderosa”- y a los mandatarios de Azerbaiyán y Armenia. “Estos tipos estuvieron peleados más de 20 años y lo arreglamos en una hora”, presumió fanfarronamente Trump.
"3.000 años de conflicto"
En el caso del conflicto palestino-israelí, detalló Trump, se necesitaron “entre 500 y 3000 años en llegar a este punto”. “Vamos a firmar un documento que detallará muchas normas y reglamentos, entre otras muchas cosas. Es muy completo”, afirmó Trump. A su juicio, el alto el fuego entre Israel y Hamás “está funcionando realmente muy bien”. “Todo el mundo decía que era imposible y va a suceder. Y está sucediendo ante sus propios ojos”.
Como ya se ha vuelto habitual, Trump alabó el trabajo de Qatar, Turquía y Egipto como mediadores, fiel a su tono. “Egipto es un país que tiene más problemas que otros, pero nadie es perfecto”, dijo frente a Al Sisi, al que calificó de “general fantástico”. También dijo que Erdogan tiene “uno de los ejércitos más poderosos del mundo” y aseguró que el islamista “nunca le falla”.
El aire festivo y eufórico de Trump contrasta con las cautelas del resto de líderes presentes en la sala, conscientes de los enormes obstáculos que encara el acuerdo de treguas tras superar la primera fase, marcada por el canje de rehenes por prisioneros. Con expectativas medidas, la cumbre internacional celebrada este lunes en Sharm el Sheij buscaba precisamente afianzar el alto el fuego en Gaza y definir el siguiente paso hacia una paz duradera.
Cautela general
La reunión, impulsada por Egipto y respaldada por Estados Unidos, se produce en un momento crítico, cuando la frágil tregua entre Israel y Hamas depende tanto de la diplomacia como de la presencia internacional sobre el terreno. El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Badr Abdelatty, afirmó que el éxito de la nueva visión de Washington para Oriente Medio —impulsada por la administración de Donald Trump en su segundo mandato— “dependerá del compromiso continuo de Estados Unidos con el proceso”. En declaraciones a The Associated Press, Abdelatty subrayó que ese compromiso no puede limitarse al plano político: “Necesitamos la participación estadounidense, incluso el despliegue sobre el terreno, para identificar la misión, la tarea y el mandato de esta fuerza”.
Según el ministro, la siguiente fase del alto el fuego contempla la creación de una fuerza internacional de mantenimiento de la paz con mandato para supervisar la reconstrucción y prevenir una nueva escalada. Fuentes diplomáticas apuntan a que Naciones Unidas y la Liga Árabe estudian un marco legal para esa presencia, que incluiría observadores de países árabes y occidentales.
La cumbre, de apenas dos horas de duración, no abordará de forma directa las cuestiones más espinosas, como el futuro político de Gaza o la hoja de ruta para una solución de dos Estados. El gobierno israelí ve con recelo cualquier propuesta que implique presencia internacional cerca de sus fronteras, aunque valora el papel de Egipto como mediador “indispensable” para mantener el alto el fuego. Fuentes militares israelíes reconocen que la tregua sigue siendo “tensa y frágil”.
Al cierre del encuentro, Al Sisi y Trump han emitido una declaración conjunta, en la que han reafirmado su compromiso con “una paz justa y sostenible” y la reconstrucción de Gaza. Pero, más allá de las palabras, lo que determinará el rumbo será la voluntad —y la capacidad— de Washington para convertir su “visión de paz” en un compromiso tangible, incluso si eso implica presencia militar limitada en el terreno.
"Contemplamos un futuro brillante para nuestra región, donde sus ciudades se construyan con esperanza en lugar de enterrar los recuerdos de sus habitantes bajo los escombros…", ha declarado Al Sisi. "Tenemos ante nosotros una oportunidad histórica única, quizás la última, de alcanzar un Oriente Medio libre de todo lo que amenaza su estabilidad y progreso… Un Oriente Medio en el que todos sus pueblos disfruten de la paz y una vida digna dentro de fronteras seguras, con sus derechos protegidos… Un Oriente Medio inmune al terrorismo y al extremismo… Un Oriente Medio libre de todas las armas de destrucción masiva… Este es el nuevo Oriente Medio que Egipto aspira a construir en colaboración con sus socios regionales e internacionales", ha indicado el general que llegó al poder hace 12 años tras sepultar con mano de hierro las protestas de la Primavera Árabe.
Te puede interesar