Marruecos se halla en conversaciones con Estados Unidos para adquirir el F-35, el avión de combate más avanzado del mercado a cuya compra ha renunciado recientemente España. La posibilidad parecía remota, pero el plácet de Israel a su potencial compra por parte de Marruecos allana el camino a una transacción con la que las Fuerzas Aéreas Reales de Marruecos ganarían músculo frente a España y Argelia, países que disponen hoy de mejores capacidades.
Fuentes estadounidenses cercanas a las conversaciones confirman a la web Africa Intelligence la existencia de conversaciones preliminares entre el Departamento de Estado y Rabat sobre el expediente de los F-35. La transacción se enmarcaría en el programa Foreign Military Sales (FMS, por sus siglas en inglés), un mecanismo del gobierno de Estados Unidos mediante el cual se venden armas, equipos, entrenamiento o servicios militares a gobiernos extranjeros o a organizaciones internacionales aliadas. Las adquisiciones se realizan de gobierno a gobierno. El Departamento de Defensa actúa como intermediario: compra el material a las empresas estadounidenses y lo transfiere al país comprador.
Los F-35, una prioridad de Rabat
Las citadas fuentes admiten que “las conversaciones entre Washington y Rabat avanzan a buen ritmo en relación con varios expedientes de adquisición de armamento de última generación”, entre los que el F-35 figura como prioridad. El primer escollo del asunto -que se coordina a través del Africom, el mando militar estadounidense para África- parece salvado y es la luz verde de Israel, país que la monarquía alauí reconoció en 2020 y cuyos lazos ha mantenido pese a los dos últimos años de devastadora operación militar israelí en Gaza y una fuerte contestación en la calle. Según documentos confidenciales a los que ha tenido acceso Africa Intelligence, confirman el plácet de Tel Aviv.
La posible compra despierta, no obstante, ciertas cautelas. Para obtenerlos, Marruecos debe primero convencer a la administración Trump, que quiere mantener cierto equilibrio con Argelia, el rival de Rabat, en medio de la carrera armamentística que ambos protagonizan en el Magreb y de los intentos de Washington de mediar entre los dos países, anunciados esta semana. Argel tiene previsto adquirir aviones de combate rusos Sukhoï Su-57, pero Washington ha dado muestras de buscar cierta cooperación militar con Argelia.
El pasado agosto, fuentes estadounidenses contactadas por El Independiente ya deslizaron la posibilidad de que Marruecos terminara haciéndose con los cazas. “Con Trump, cualquier cosa es posible. Basta una llamada de la persona correcta para desbloquear una venta como la de Marruecos”, subrayó una fuente próxima a la administración republicana.
Trump, Lockheed Martin y el nuevo equilibrio regional
Para Washington, Marruecos se ha convertido en un socio estratégico prioritario en el Magreb. Ejercicios militares conjuntos, acuerdos logísticos y la cooperación en materia de inteligencia han cimentado una relación privilegiada que, según analistas, contrasta con el enfriamiento de los lazos con España tras los desencuentros diplomáticos con la Casa Blanca y los contratos de Interior con la china Huawei.
“Si Marruecos adquiere los F-35, se convierte en un enemigo potencialmente peligroso para España. Son aviones excepcionales, con una capacidad tecnológica que está muy por encima de cualquier aparato actualmente en servicio”, advirtió entonces a este diario un alto rango retirado del Ejército del Aire.
La decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de renunciar a la compra de los F-35, optando por destinar los fondos a proyectos europeos como el futuro caza FCAS, ha generado un vacío que Rabat intenta llenar. España había reservado 6.250 millones de euros para la adquisición de estos aviones, pero el Ministerio de Defensa, dirigido por Margarita Robles, descartó finalmente el contrato con Lockheed Martin.
La consecuencia inmediata es la pérdida de la capacidad de aviación embarcada para la Armada española. Los Harrier AV-8B serán dados de baja en 2030 y, sin los F-35B como sustituto, el portaaviones Juan Carlos I solo podrá operar helicópteros. “No hay hoy un sustituto real para el F-35B. Los Rafale o los Saab Gripen no pueden despegar verticalmente. Y eso es clave para mantener operativa la plataforma del Juan Carlos I”, insiste el mismo ex alto cargo del Ejército del Aire.
Rabat acelera: del F-16 al sueño del F-35
Las negociaciones por los F-35 llegan en paralelo al avance de otros acuerdos de armamento. Según Africa Intelligence, el general Mohamed Gadih, inspector de las Fuerzas Reales Aéreas, y el comandante de las Fuerzas Armadas Reales, Mohamed Berrid, viajaron a Washington a finales de septiembre para revisar la entrega de 25 cazas F-16 Block 70/72 —un contrato de 3.800 millones de dólares aprobado en 2019— y para discutir la instalación de una planta de mantenimiento en Benslimane, a unos 50 kilómetros de Casablanca.
Lockheed Martin ha iniciado ya las obras del centro, en colaboración con Sabena Engineering y la empresa marroquí MedZ, con el objetivo de producir componentes y realizar mantenimiento de aeronaves F-16 en el país. Este proyecto refuerza la integración de Marruecos en la cadena de valor aeronáutica estadounidense y allana el terreno para la eventual llegada del F-35. Sobre la mesa también hay un acuerdo de venta de aviones civiles de Boeing para la flota de la aerolínea nacional Royal Air Maroc (RAM).
Una de las dudas de la posible compra era un dinero con el que no cuenta Rabat. Emiratos Árabes Unidos se habría ofrecido a financiar parte de la compra, valorada en unos 17.000 millones de dólares, una cifra que incluye mantenimiento y soporte logístico durante 45 años. “Marruecos no tiene capacidad financiera para afrontar solo ese gasto. Pero con el respaldo de Abu Dabi y la bendición de Washington, nada es descartable”, apuntó el analista de defensa Jesús Manuel Pérez Triana.
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