En lanchas rápidas, sumergibles y semisumergibles se mueven miles de toneladas de cocaína desde Colombia, el mayor productor mundial de esta droga, a través de rutas por el Caribe y el Pacífico, donde Estados Unidos ha bombardeado ya quince embarcaciones y se ha cobrado más de 60 vidas bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.

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Este conflicto contra las drogas en "aguas internacionales" ha agudizado las tensiones diplomáticas de Washington con Colombia y Venezuela en los últimos meses. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha acusado a la Administración de Donald Trump de "violar el derecho internacional" y de cometer "ejecuciones extrajudiciales".

La ofensiva estadounidense en el Caribe empezó en septiembre, cerca de las costas de Venezuela, pero se extendió luego al Pacífico, que, según expertos consultados por la Agencia EFE, se ha consolidado como una de las principales rutas de salida de cocaína producida no solo en Colombia, sino también en Perú y Bolivia.

Varias informaciones publicadas este viernes apuntan que Estados Unidos está aumentando aún más su despliegue militar en el Caribe, o que incluso planea ataques contra objetivos en Venezuela, lo que aumenta el temor a una ofensiva de Washington contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Según periodistas especializados en defensa, las Fuerzas Armadas norteamericanas ya han desplegado el crucero lanzamisiles USS Gettysburg en el Caribe, a donde habría llegado este viernes desde Norfolk en Virginia.

Se sumaría así al crucero lanzamisiles USS Lake Erie, según indicaron el periodista Dan Lamothe de The Washington Post y el medio especializado The War Zone, que cita fuentes de la Marina de Estados Unidos. Además, en unos días se espera que llegue al Caribe el portaaviones USS Gerald Ford, el más moderno e importante de la flota estadounidense, que se unirá a la resto de efectivos navales que se encuentran frente a Venezuela.

Con ello, EEUU pasará a tener ocho buques de guerra, seis de ellos destructores, tres buques anfibios y un submarino en la zona, con un total de trece efectivos navales, su mayor despliegue desde la primera Guerra del Golfo (1990-1991). Un paso más allá fueron las informaciones de los diarios Miami Herald y The Wall Street Journal, que aseguraron, citando fuentes cercanas al Gobierno Trump, que el país se prepara para bombardear en cualquier momento instalaciones militares dentro de Venezuela.

La ruta del Pacífico

Mientras en las décadas de 1980 y 1990 la droga solía salir por el Caribe, hoy aproximadamente el 80% de la cocaína que sale de Colombia lo hace por el Pacífico, estima el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana de Bogotá Manuel Camilo González, en una entrevista con Ovidio Castro.

"En los últimos cinco años, el Pacífico se ha consolidado como una de las principales rutas de salida de cocaína producida en Colombia, Perú y Bolivia", reafirma un informe publicado en junio pasado por el Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo (CIMCOM) de la Armada colombiana.

Según ese reporte, las incautaciones de alijos de cocaína en el Pacífico sumaron alrededor de 1.500 toneladas entre 2020 y 2024. Los mayores decomisos los hicieron las autoridades de Ecuador, México, Colombia y Panamá, en ese orden.

Para transportar la droga por vía marítima, los narcotraficantes utilizan lanchas, lanchas rápidas, semisumergibles y sumergibles. Las primeras informaciones sobre la utilización de semisumergibles en actividades ilícitas se remontan a mayo de 1993, cuando la Armada colombiana requisó uno de estos artefactos en la caribeña Isla de Providencia. Su nombre era Laura.

Cómo se transporta la droga

"Los principales medios que se utilizan desde Colombia son las lanchas 'go fast' o lanchas rápidas" por su velocidad y porque pueden llevar en su interior varias toneladas de cocaína, explica Sara García, investigadora de InSight Crime, un centro de investigación del crimen organizado. Muchas de esas lanchas rápidas son modificadas técnica o estructuralmente para darle prioridad a la carga, detalla.

El informe de CIMCOM confirma que las lanchas rápidas son el medio más utilizado para el transporte marítimo de cocaína, en el 44% de las incautaciones en 2024, pero destaca que "el tráfico por contenedores comerciales también juega un papel relevante". "La disminución de incautaciones en semisumergibles LPV (embarcación de bajo perfil, por sus siglas en inglés) podría indicar un cambio en los métodos de tráfico, ya sea por su difícil detección o por los altos costos de producción y operación", agrega el reporte.

Los semisumergibles y sumergibles, explica García, suelen construirse en astilleros del Pacífico colombiano, aunque también se han encontrado naves similares en otros lugares de Colombia e incluso en otros países como Guyana. La tecnología permite que en ocasiones estos aparatos puedan ser operados sin tripulación y que, cuando son tripulados, puedan transportar hasta cuatro personas, según su tamaño.

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