"Pueden ser días decisivos para todos nosotros". El canciller federal alemán, Friedrich Merz, ha reconocido este lunes que Ucrania y Europa se la juegan en este angustioso mes de diciembre para las víctimas de la invasión rusa. Con el fin de lanzar una clara señal de unidad, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha acogido en Londres un encuentro con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, al que ha asistido además de Starmer y Merz, el presidente francés, Emmanuel Macron. Todos han cerrado filas con Zelenski frente a un Trump con ganas de ceder ante Putin y así poder atribuirse una paz a la medida del líder ruso en Ucrania.

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Merz ha reconocido que es "escéptico" sobre algunas de las propuestas que plantea el plan pergeñado por el Kremlin y los enviados de Trump, Steve Witkoff y Jared Kushner, yerno del presidente de Estados Unidos. "Apoyamos firmemente a Ucrania y seguiremos apoyándola firmemente", ha dicho el canciller alemán. "El destino de este país es el destino de Europa", ha añadido de forma contundente.

En busca de la convergencia con Trump

Trump ya dio muestras de impaciencia el domingo al acusar a Zelenski de no haberse leído el plan que hay sobre la mesa y que llevan discutiendo en Miami negociadores ucranianos y estadounidenses tres días. El presidente ucraniano no ha caído en la provocación y se ha mostrado muy diplomático. A su juicio, la unidad de EEUU, Europa y Ucrania es fundamental para poner fin a la guerra. "Hay cosas que no podemos gestionar sin los estadounidenses, cosas que no podemos gestionar sin Europa, por eso necesitamos tomar decisiones importantes", ha declarado en Londres.

Macron ha subrayado que Francia, Alemania y el Reino Unido apoyan a Ucrania en su objetivo de conseguir una paz justa y duradera. "Tenemos muchas cartas en la mano", pues la economía rusa "está empezando a resentirse". Sin embargo, ha incidido en que hay que encontrar la convergencia entre la posición de europeos, ucranianos y estadounidenses.

Al término de la reunión, de la que se han conocido apenas estas declaraciones, Zelenski ha divulgado un mensaje en X para agradecer a los tres líderes del llamado E3 su apoyo. "Garantizar una seguridad real es siempre un desafío y un esfuerzo compartido", escribe Zelenski.

El vínculo transatlántico, muy debilitado

Los tres líderes del llamado E3 llevan la iniciativa en lo relacionado con la ayuda de la UE y el Reino Unido a Ucrania. Desde la llegada de Merz al poder, hace menos de un año, han formado un trío sólido que intenta bregar con las dificultades que va poniendo la Administración de Trump. El próximo desafío al que se enfrenta la UE tiene que ver con los activos rusos congelados. Deberían dedicarse a la ayuda a Ucrania si se quiere evitar que el país colapse económicamente la próxima primavera. Es una cuestión crucial que habría de decidirse en la cumbre del 18 y 19 de diciembre. Por eso Putin está tan interesado en que no salga adelante esa propuesta y a cambio quede para siempre dividido el lazo transatlántico.

Hay pocas esperanzas de que finalmente Trump acepte la versión ucraniana y europea, tal y como se deduce de la reciente Estrategia de Seguridad. En la hoja de ruta en política exterior de la Administración Trump queda claro que Trump ve a Europa a la deriva por la presión migratoria y solo a salvo si ganan quienes siguen sus dogmas, es decir, los partidos ultraderechistas. Sobre Ucrania deja claro que hay que pactar con Rusia, ya que considera vital restablecer las relaciones bilaterales. El Kremlin ha aplaudido el documento, mientras en Bruselas se han echado las manos a la cabeza.

El presidente Zelenski va a seguir en su intento de recabar apoyos, de modo que esta noche se verá con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y con la presidenta de la Comisión Europa, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa. El martes vuela a Roma a entrevistarse con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

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