"Maduro va a salir con o sin negociación". María Corina Machado está convencida de que el pueblo venezolano recuperará la libertad. No sabe cuándo será pero cree que ha empezado la cuenta atrás para el líder chavista. La Premio Nobel de la Paz de 2025 prometió ir a Oslo a recoger el galardón y ha salido de la clandestinidad para hacerlo. No llegó a la ceremonia pero sí logró salir de Venezuela tras una odisea digna de un guion de Netflix. De momento siente que su lugar está fuera del país. El objetivo sigue siendo el mismo: la recuperación de la democracia. Asegura que volverá a Venezuela, y que también lo harán los millones de venezolanos forzados a la diáspora.
El régimen chavista respondió al homenaje del Instituto Nobel a María Corina Machado como acostumbra. Baños de masas para trasladar la idea de que el pueblo está con Maduro. Y burlas a la que llaman "bruja maléfica" porque ni a mentar su nombre se atreven. Lo hacen para despreciarla pero en realidad muestran su debilidad ante un enemigo al que han menospreciado continuamente.
"Es un Nobel manchado de sangre", decía Delcy Rodríguez, en alusión a la alineación de María Corina Machado con las prácticas de Donald Trump en el Caribe y su amenaza de intervención. En Oslo María Corina Machado ha justificado el despliegue militar de EEUU en nombre de la defensa de sus intereses nacionales. Es arriesgado, pero la disidente venezolana confía en el "amigo americano" para provocar la caída del dictador.
Para Delcy Rodríguez la sangre de los suyos, de los ciudadanos muertos en las cárceles venezolanas, no cuenta. En Venezuela los ciudadanos saben quiénes son los carceleros y cómo actúan en el Helicoide y otros centros de torturas. La última víctima ha sido el ex gobernador Alfredo Díaz, muerto apenas unos días antes de la entrega del Nobel. A Alfredo Díaz mencionó en su discurso el presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, quien dejó claro que Noruega ya no se cree las peroratas de Maduro y compañía. María Corina recibió los elogios del Parlamento noruego y del primer ministro, Jonas Gahr Støre.
Noruega, que amparó las conversaciones durante años, se ha dado cuenta de que el régimen nunca quiso negociar. "No hay país que conozca mejor el tema venezolano que Noruega. La dureza del discurso dice entre líneas que saben que los chavistas se burlaron de ellos", afirma Carmen Beatriz Fernández, consultora en DataestrategIA.
Ya no tenía sentido que ella siguiera dentro de Venezuela. En estos meses en la clandestinidad ha tenido ínfimas posibilidades de acción"
CARMEN BEATRIZ FERNÁNDEZ, CONSULTORA POLÍTICA
Cambia el tablero de juego
La salida de María Corina Machado, que llevaba en la clandestinidad 16 meses y sin aparecer en público casi un año, viene a confirmar que estamos en una nueva fase.
"El oficialismo arrebató la posibilidad de cambio por la vía democrática. Cerraron las puertas a la democracia y cambiaron el tablero de juego. Maduro ha cambiado el tablero de juego. Hasta julio de 2024 era un tablero más político y a partir de entonces entramos en un tablero más bélico. Y ahí María Corina Machado no tiene fichas que jugar. La dinámica cambia cuando entra en acción el Departamento de Estado. Por eso no tiene sentido ya que ella siga dentro de Venezuela. En estos meses en la clandestinidad ha tenido ínfimas posibilidades de acción", apunta Carmen Beatriz Fernández.
En ese cambio de tablero entra en juego la Administración Trump, por vía de Marco Rubio, de origen cubano. Marco Rubio y María Corina Machado se conocen muy bien desde hace años. El secretario de Estado ha convencido a Trump de que es el momento de ejercer la fuerza contra el régimen de Maduro.
El despliegue de la fuerza naval y aérea en el Caribe responde a este objetivo. "La captura del petrolero y los anuncios de nuevas sanciones económicas representan un cambio significativo en la campaña de Trump contra el gobierno de Maduro", afirma John Polga-Hecimovich, profesor de Ciencia Política en la Academia Naval de Washington. Entre los sancionados están los sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro.
No se plantea una intervención militar directa. Nunca ha sido favorable Trump a hacerlo. Usa la fuerza militar para ahogar la economía"
Anna Ayuso, investigadora sénior en el CIDOB
"No se plantea una intervención militar directa. Nunca ha sido favorable Trump a hacerlo. Usa la fuerza militar para aplicar un bloqueo férreo. Si impiden que salgan o entren barcos con petróleo, o componentes para refinar el petróleo, lo que hacen es ahogar la economía", afirma Anna Ayuso, investigadora sénior y coordinadora de investigación en el CIDOB. Según Ayuso, María Corina, al defender claramente la intervención, corre riesgos porque eso legitima a EEUU para otras acciones futuras en la región, no solo en Venezuela.
El Nobel supuso un espaldarazo a la causa de María Corina Machado, quien abanderó la estrategia para demostrar el fraude del régimen en las presidenciales de julio de 2024 con éxito. Lograron mostrar al mundo las actas electorales que demuestran la victoria de la oposición, encabezada accidentalmente por Eduardo González Urrutia. Es el presidente legítimo, pero solo porque a María Corina le impidieron presentarse.
Después González Urrutia salió de Venezuela con destino a España porque su vida corría peligro. De hecho, el régimen arrestó a su yerno, y ahora le ha condenado a 30 años. María Corina se recluyó y la última vez que salió, en enero de 2025, fue detenida unas horas y luego recuperó la libertad. Era un aviso del chavismo.
Una odisea en alta mar
De esta manera, aunque estaba en libertad, se había convertido en un rehén del régimen. Por ello el Nobel le ha proporcionado la pista para salir con una misión, recogerlo para llevárselo a los venezolanos, como ella misma dice. Pero primero había que salir. Su viaje ha estado lleno de riesgos, como ha confirmado el contratista Bryan Stern, un veterano de guerra estadounidense que ayudó a que la misión acabara bien.
María Corina salió de su refugio el lunes por la tarde. Iba disfrazada y con una peluca. Sorteó hasta diez alcabalas hasta llegar a una localidad desde donde partió en barca con dirección a Curaçao. La parte más peligrosa del viaje fue esa travesía en alta mar que resultó muy compleja en la que colaboró Bryan Stern, con experiencia en más de 7.000 extracciones.
María Corina no ha dado detalles, pero sí ha reconocido que recibió ayuda de EEUU. Bryan Stern dice que no fue la Administración Trump quien le pagó. Desde la isla de Curaçao, avisó a su familia y al Instituto Nobel de que sí llegaría a Olso pero tarde. Partió en avión privado y llegó finalmente cerca de la medianoche del miércoles.
La salida, debilidad del régimen
En principio puede pensarse que al régimen chavista le conviene que María Corina esté fuera del país. El abogado y ex diputado venezolano Armando Armas cree que "paradójicamente, revela más debilidad del régimen que fortaleza. De la manera que salió de Venezuela refleja una gran debilidad del régimen. María Corina se les escabulló. Ahora bien, Maduro intentará venderlo como una victoria, porque todo régimen autoritario necesita construir relatos. Pero en términos estratégicos, el hecho de que no pueda neutralizarla políticamente dentro del país y ahora menos afuera, es algo que nos da una ventaja dentro del movimiento de liberación".
Su salida es una forma de preservar capacidad de acción política, no de renunciar a ella"
Armando Armas, abogado y ex diputado venezolano
Según Armando Armas, "la salida de María Corina Machado debe entenderse como una decisión política forzada, no como un repliegue voluntario. Se produce en un contexto de acoso sostenido, con un riesgo real e inminente para su libertad personal y su integridad. En regímenes autoritarios como el venezolano, permanecer dentro del país no siempre es sinónimo de fortaleza; muchas veces es simplemente quedar a merced del aparato represivo. En ese sentido, su salida es una forma de preservar capacidad de acción política, no de renunciar a ella".
A su juicio, "estamos en un momento bisagra en el que se trata de proteger una opción política que el régimen no logró destruir por la vía electoral. María Corina afronta ese riesgo ahora porque entiende que el conflicto ya no es solo interno, sino internacional, y que parte de la disputa por el futuro de Venezuela se juega fuera del territorio nacional: en tribunales, cancillerías, parlamentos y organismos multilaterales". En este sentido, Armas afirma que confía en que María Corina consiga ganar apoyos en Europa.
Todavía no lo ha confirmado pero se espera que anuncie una gira por diversos paíss europeos. Con España ya ha sido crítica, debido a la tibieza del Gobierno de Sánchez, que hasta se resistió a felicitarle por el Nobel. "Va a aprovechar la oportunidad para reencontrarse con activistas y seguir construyendo apoyo internacional para su proyecto político y causa, comenzando en Europa y continuando en Washington a principios de 2026", señala John Polga.
Salir del país conlleva el riesgo de no poder volver. El fiscal general, Tarek William Saab, había dicho que será una fugitiva si viajaba a Noruega. María Corina ha prometido volver. Y, de momento, cumple sus promesas. Hay temor a que se sume al ya numeroso exilio de dirigentes venezolanos. Gran parte de su crédito hasta ahora se debía a que ella había resistido dentro. Pero hasta ahora siempre ha cumplido sus promesas.
Un régimen agotado que lucha por su supervivencia
De momento, está trabajando en articular una transición que no tiene fecha. Aunque el régimen da señales de agotamiento, aún puede resistir, sobre todo porque los militares se mantienen firmes con Maduro. "El régimen está agotado. Que se enquiste como en Cuba es complicado: es un país demasiado grande. Estamos en el inicio de cambio de régimen pero tardará. El problema es el Ejército porque están muy implicados. Su cúpula está muy implicada en la represión y sería muy difícil que fueran amnistiados", apunta Anna Ayuso.
Armando Armas tampoco percibe "un colapso inminente, pero sí un agotamiento estructural". Señala que "el régimen ya no tiene proyecto, solo supervivencia. Gobierna sin legitimidad democrática, con una economía devastada y dependiendo cada vez más de la represión, la fragmentación opositora y el desgaste social. Los finales de régimen rara vez son espectaculares; suelen ser procesos largos, erosionados, que se aceleran cuando confluyen presión interna, aislamiento externo y fracturas dentro del propio poder. Venezuela está en ese proceso de culminación de una etapa".
Dado el modus operandi del régimen, en Venezuela temen que el éxito de la salida de María Corina y su aclamación en Oslo tenga como respuesta una oleada de represión del régimen. "Más nunca volverán esos apellidos a Venezuela... Volverá Rin Tintin, volverá Tin Tan, pero los nazis y fascistas jamás volverán", entonaba Maduro, burlándose de la sayona. Pero cuantos peores son los chistes y más frecuentes los bailes más endeble se muestran Maduro y los suyos. Hay nervios, y los venezolanos que todavía aguantan en el país saben cómo reacciona el régimen cuando se ve acorralado. Solo queda esperar que la desesperación también les lleve a dejar el barco.
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