Sarah Milgrim y Yaron Lischinsky, la pareja asesinada este miércoles en Washington, tenía billetes para viajar a Jerusalén este domingo, donde él había decidido pedirle matrimonio a su novia. Ambos se habían conocido en noviembre de 2023, trabajando en la embajada israelí en la capital estadounidense. Él era investigador en la embajada, ella organizaba viajes y misiones. Ella era judía y él cristiano.

"Era increíble. Era muy parecido a Sarah: apasionado, extremadamente inteligente, dedicado a lo que hace, siempre a favor de lo que está bien", ha dicho el padre de Milgrim, Robert, en una entrevista.

Lischinsky ya había conocido a los padres de Milgrim, en Prairie Village, un suburbio de Kansas City, donde ella creció, pero ella no conocía a los padres de él, por lo que habían decidido viajar a Israel juntos por primera vez, según ha contado la familia de la fallecida. Lo que no les había contado era que él había comprado un anillo de compromiso antes del viaje.

La madre de ella, Nancy Milgrim, tenía previsto viajar este viernes a Washington para cuidar del perro de su hija mientras los novios viajaban a Jerusalén. En conversación con la prensa estadounidense, ha contado cómo estaba a punto de meterse en la calla cuando empezó a recibir alertas en su teléfono, y leyó la noticia: un tiroteo había tenido lugar en Washington, cerca de la American Jewish Committee, la asociación de la que su hija era socia. Llamó al FBI y a la policía local, pero no consiguió saber si eran ellos.

"Realmente casi que ya lo sabía", ha dicho la señora Milgrim al New York Times, "simplemente esperaba estar equivocada". Después, recibió una llamada del embajador israelí en Estados Unidos, Yechiel Leiter, que le informó de la noticia y le dio el pésame. Leiter sería quien después, en una rueda de prensa, revelaría al mundo las identidades de los fallecidos y contaría sus planes de vida y de compromiso.

La pareja que fue asesinada esta noche en nombre de una Palestina libre era una pareja joven a punto de prometerse"dijo en la comparecencia que tuvo lugar de madrugada, junto a la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser; la fiscal general estadounidense, Pamela Bondi, y Pamela Smith, jefa del Departamento de Policía Metropolitana. Allí también contaron que el sospechoso había sido arrestado, y que se trataba de Elias Rodríguez, un ciudadano americano de Chicago (Illinois), de 30 años.

La familia de él atribuye el crimen al antisemitismo, asegurando que ha crecido desde que Israel empezó la guerra en Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. "Lo que se me vino a la cabeza es el antisemitismo que sobrevuela todo desde el 7 de octubre y también desde la elección del presidente Trump", ha dicho. "La ironía es que estábamos preocupados por la seguridad de nuestra hija en Israel, pero ha sido asesinada tres días antes de ir", ha lamentado.

Lischinsky, su pareja, nació en Israel, pero se mudó con su familia a Alemania, donde vivieron hasta que tenía 16, cuando volvieron a Israel. Ahora viven en Beit Zayit, un pueblo pequeño al oeste de Jerusalén. Su madre era cristiana y su padre judío.

El joven estudió relaciones internacionales y estudios asiáticos en la universidad en la Universidad Hebrea de Jerusalén, de 2018 a 2021, y se especializó en estudios japoneses. "Quería construir puentes entre Israel y otros países, sobre todo de Asia", ha dicho uno de sus profesores, Nissim Otmazgin, al Times.

Ella se había especializado en asuntos internacionales y desarrollo sostenible, y había vivido y trabajado en Costa Rica, así como en Israel, donde, según su padre, trabajó en una organización que conectaba a jóvenes israelíes y palestinos. Como muchos otros jóvenes judíos americanos, visitó el país como parte de los viajes gratuitos que organiza el Gobierno israelí para impulsar la identidad judía.

Milgrim ya había vivido previamente el antisemitismo: en 2014, en Kansas City, un hombre abrió fuego a las afueras de un centro comunitario judío y mató a tres personas, cerca de donde ella vivía, y en 2017, alguien pintó esvásticas en su colegio público. Entonces, ella salió en televisión diciendo que estaba preocupada: "Me preocupaba mi sinagoga, y ahora también tengo que preocuparme por la seguridad en mi colegio. Esto no debería ser así", dijo a la cadena KSHB-TV.