Todavía están a tiempo los que disfrutan conduciendo de hacerse con una unidad del Alfa Romeo Giulia, un vehículo que ya ha pasado a ser un clásico de nuestros días. Como todo en la vida, el automóvil cambia, evoluciona. Para 2026 se espera la llegada de la nueva generación del Giulia, que cambiará totalmente la concepción de la actual, berlina deportiva de 4 puertas. Eso sí, sin ningún género de dudas, el Giulia 2026 seguirá siendo portador de la genuina belleza de su antecesor, aunque con otro formato.
Hablando de evolución, la hubo cuando el Alfa Romeo 75 de tracción posterior dio el relevo al 155, de tracción delantera. Como también la hubo cuando el Alfa 159 cedió el testigo sucesorio al actual Giulia, que recuperó la disposición longitudinal para el motor y la tracción trasera. Ahora la evolución será de mayor calado dado que afecta directamente al tipo de propulsor, pues por primera vez en la historia de la marca su berlina del segmento D montará un motor eléctrico.
Un diseño cautivador
Siendo la belleza algo intrínseco, pero también atemporal, desde su fundación hace 115 años Alfa Romeo ha dejado constancia de ello a través del diseño de sus automóviles. Aunque la belleza sea un término relativo, sujeto a interpretación en función de los gustos personales o de las modas, lo cierto es que los coches de la marca italiana han sido siempre portadores de una enorme carga de atractivo. Son automóviles que suelen gustar a todo el mundo, de la misma forma que una escultura de la Grecia clásica. Además estos diseños son tremendamente personales y respetan el característico ADN de Alfa.
También, a lo largo de décadas, Alfa Romeo ha destacado por sus berlinas deportivas, un típico producto de su cantera que ha marcado la diferencia frente a la competencia a la vez que plasma a la perfección su filosofía de marca. Precisamente de esta cantera salió el Alfa Romeo Giulia, un vehículo que enamora desde el primer momento transmitiendo esa belleza y armonía propias del mejor diseño italiano. Y enamora hasta tal extremo que no resulta nada descabellado aseverar que es una de las berlinas más bonitas del mundo. Por otro lado, hace gala de una acentuada deportividad y de un comportamiento dinámico único, proporcionando unas sensaciones al volante inigualables a los que disfrutan de la conducción.
Hay un fuerte vínculo que hermana a todos los Alfa Romeo, su inconfundible frontal luciendo el emblemático trilobulado. El trilobulado es un conjunto compuesto por tres característicos elementos, el “scudetto” y las dos bigoteras que lo flanquean; constituye un original recurso estilístico utilizado por Alfa desde los años 30 como una imagen de marca. Tampoco falta la evocadora cometa, ese discreto abultamiento redondeado que parte del logo de la marca situado en la parte superior del “scudetto”. Como guinda unos expresivos faros de tres módulos que cuentan con proyectores Matrix full led adaptativos.
El Alfa Romeo Giulia es una berlina de corte y planteamiento deportivo con una longitud de 4,65 m, una batalla de 2,82 m y un maletero de 480 l, por lo que se encuadra dentro del segmento D. Pone en su diana, apunta directamente a vehículos como el BMW Serie 3, Mercedes-Benz Clase C o Audi A4. Sin quitar nada de mérito a esta ilustre terna, posiblemente sea el Giulia quien mejor represente el papel de berlina deportiva tanto en lo formal como en el comportamiento. A nivel de diseño muestra un gran equilibrio entre sus proporciones, con unos voladizos muy cortos, un morro largo y un habitáculo desplazado hacia atrás.
Interior muy personal y deportivo
Al acceder al habitáculo se puede comprobar que toda la apariencia racing de la carrocería asimismo se traslada al interior del vehículo, especialmente al puesto de conducción. El conductor va sentado muy bajo, en una posición típicamente deportiva, con las piernas estiradas y el volante bastante vertical. Hay que reseñar que los distintos mandos y controles quedan muy a mano. Toda esta atmósfera racing queda rubricada por un discreto pero no menos impactante detalle, el botón de arranque-parada del motor va en el volante.
El salpicadero presenta un impecable aspecto. Luce un diseño que poco tiene que ver con los salpicaderos de muchos modelos actuales, bastante estandarizados y sobre todo impersonales. De marcado corte deportivo a la par que original, añade un plus de personalidad. El cuadro de instrumentos completamente digital está constituido por una pantalla TFT de 12,3 pulgadas, que se acopla a la perfección en la tradicional capilla con forma de “cannocchiale” (catalejo). Esta pantalla destaca por una alta resolución que facilita su lectura, visualizándose perfectamente aún en el caso de proyectarse directamente sobre ella la luz solar. Puede configurarse mediante tres vistas. La Envolved es de corte futurista, realza la zona central pero conserva los dos diales laterales, mientras la Relax libera al conductor de gran parte de la información detallada mostrando únicamente los datos básicos. Por último, la Heritage se inspira en el cuadro de los icónicos Alfa de los años 60 y 70, con detalles evocadores como los números invertidos en el extremo final del velocímetro.
A la misma altura del cuadro, con el objeto de obtener una rápida y segura lectura, se encuentra la pantalla táctil de 8,8 pulgadas del sistema multimedia. Su manejo resulta sencillo e intuitivo gracias a la lógica presentación de los distintos menús, pudiendo operarse mediante la propia pantalla táctil o a través de los mandos de la consola central. También cabe destacar una superficie de carga inalámbrica para móviles ubicada en la consola central, bajo el reposabrazos.
Impecable comportamiento dinámico
El Alfa Romeo 2.0 Turbo Veloce Q4 está propulsado por un motor turboalimentado de gasolina de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada que desarrolla 280 CV. Una mecánica muy brillante asociada a un cambio automático de convertidor con 8 velocidades y a un sistema de tracción integral, como sugiere la denominación Q4. Las prestaciones están a la altura del conjunto, con una velocidad máxima de 240 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,2 s. Con estos datos y las sensaciones que ofrece este Alfa Romeo se puede perdonar que el propulsor de 2 litros no sea especialmente parco en los consumos. Arroja 8,1 l/100 km en ciclo combinado WLTP. En la práctica, rodando tranquilamente a 120 km/h por autovía, podremos ver un gasto en torno a los 7 l/100 km. Pero lo cierto es que el consumo se muestra muy sensible a las solicitaciones que se hagan al acelerador.
El Alfa Romeo 2.0 Turbo Q4 con el acabado Veloce tiene un precio de 64.472 euros sin aplicar ningún tipo de descuento. El Veloce incluye una abundante dotación de serie que incluye: faros matrix full led, llantas de aleación de 19 pulgadas, climatizador bizona, luz en tiradores de las puertas, pedales en aluminio, asientos delanteros eléctricos, asientos deportivos en piel, acceso y arranque sin llave, etc. Las preciosas llantas de pétalos de 19 pulgadas están calzadas con neumáticos 225/40 en el eje delantero y 255/35 en el eje posterior.
El excelente cambio automático de convertidor de 8 velocidades convence plenamente tanto por la suavidad de funcionamiento como por rapidez. Permite el manejo manual-secuencial, además de con la propia palanca, con unas levas fijas situadas detrás del volante de fácil manejo. Como complemento a un chasis perfectamente afinado, el sistema de tracción integral Q4, que acentúa todavía más la magnífica motricidad de la que el Giulia siempre ha hecho gala. Pero los puristas de la marca, apegados a la tracción trasera, no tiene por qué recelar del Q4 dirigido especialmente a los usuarios que tienen que rodar frecuentemente por pavimentos muy deslizantes. Este sistema Q4 cuenta con distribución de par activa, permitiendo la tracción puramente trasera en condiciones normales. Solo en caso de registrarse pérdidas de adherencia en el tren posterior se transfiere progresivamente par al tren delantero, al que se puede derivar hasta un 50%.
La diversión, el disfrute, al volante de este Alfa Romeo Giulia 2.0 Turbo Veloce Q4 están más que aseguradas y, lo que es muy importante, transmitiendo una gran sensación de dominio y seguridad. El comportamiento, el agarre del vehículo no admiten reproches en ningún tipo de trazado, si bien es en los más enrevesados donde se ponen de manifiesto sus virtudes, donde más se disfruta de la conducción. En este escenario de curvas enlazadas sorprende con unos contenidos balanceos, mostrándose muy ágil ante los continuos cambios de apoyo, mientras la trazada es tan limpia como precisa, sin pérdidas de adherencia. Pero también en las rápidas curvas de autovía muestra un intachable aplomo, como si fuera sobre raíles. En definitiva, una berlina deportiva de verdad con un magnífico comportamiento en curva, ágil, de pisada firme y además cómoda; especialmente concebida para quienes disfrutan de la conducción, a los que obsequia con unas sensaciones únicas.
Te puede interesar
Lo más visto
Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registrado