Los activos refugio vuelven a estar en el punto de mira, pero deberían surgir oportunidades para incrementar el riesgo. Porque, a veces, hay que pararse a pensar no sólo dónde estamos, sino hacia dónde nos dirigimos.

En el actual contexto económico, social y político deberíamos reflexionar, tomar una pausa y valorar tanto la evolución de la salud de las economías mundiales como los desafíos geopolíticos que se están produciendo.

La incertidumbre es pasajera y el mercado ha reaccionado de forma exagerada

Europa sufre una evidente crisis de identidad, donde los mercados no sólo reaccionan a los datos macroeconómicos, sino que también reflejan la actual incertidumbre política y social. Si bien los datos macro tiran con fuerza, la estimaciones de crecimiento mejoran y los miedos deflacionistas van desapareciendo, persisten conflictos geopolíticos que inquietan a los mercados desde hace ya un tiempo.

El perpetuo dilema de identidad que sufre Europa contrasta con la confianza americana, donde sólo bastaron simples promesas, por parte del señor Trump, de reformas fiscales, incremento de gasto público y desregulación para que los mercados descontaran con rapidez el escenario más optimista, e impulsaron a las bolsas a sus máximos históricos.

Hoy, después de sus tres meses como presidente de los EEUU, los inversores siguen esperando la anhelada reforma tributaria, en la que tanto hincapié se hizo. Tras el reciente fracaso de la nueva administración para revocar y reemplazar el Obamacare, se abren nuevas dudas sobre si realmente será capaz de llevar a cabo todo su plan proteccionista.

Pese a la entrada de dinero en los activos refugio, la bolsa lo hará bien en 2017

Recientemente, esta percepción de falta de determinación del nuevo presidente americano, junto con la inminente salida a las urnas del electorado francés y el rebrote de potenciales conflicto bélicos internacionales, han provocado el nerviosismo entre los inversores y la huida hacia los activos refugio, una vez más.

El precio de este tipo de activos ha repuntado con fuerza. Prueba de ello es el comportamiento de los Treasuries americanos, la fortaleza del yen y la rentabilidad del bund alemán, que vuelve a tocar mínimos y se deja 15 puntos básicos en tan solo 15 días. Además, el oro, activo refugio por excelencia, ha subido casi un 3%, alcanzando su nivel más alto en los últimos cinco meses.

En Fidentiis Gestion, creemos que esta reciente debilidad e incertidumbre es pasajera y que el mercado ha reaccionado de forma exagerada. Seguimos convencidos de que la renta variable tendrá un buen comportamiento en 2017 y que estas repentinas caídas son sólo una oportunidad para incrementar riesgo.


Silvia Mesia Medina es CFA de Fidentiis Gestion

Los activos refugio vuelven a estar en el punto de mira, pero deberían surgir oportunidades para incrementar el riesgo. Porque, a veces, hay que pararse a pensar no sólo dónde estamos, sino hacia dónde nos dirigimos.

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