A Rosalía hay que mirarla, hay que mirarla mucho. Cada gesto, cada diente, cada pelo, cada zapatillazo, cada vocal larga y cada consonante dura. En ella todo tiene un porqué, todo está pensado y, lo mejor, todo está pensado bien.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto