A Jonathan le rebosa el entusiasmo dando las gracias a los autores que van a presentar a su librería. Es la Delirio de Móstoles, en la calle Sevilla. Allí está él, luchando porque los libros por los que apuesta sean contados por sus escritores. Emocionado al decir porqué ha elegido a este o al otro, porqué lo considera importante, bueno, maravilloso. Yendo a buscar a los vecinos al bar de al lado cuando comienza la presentación.
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