Todavía hay quien se pregunta qué diferencia hay con otras veces que se acercaron presos o se habló con los encapuchados de ETA con la serpiente enroscada en la pata de la silla. La diferencia es que ahora aquellos matones ya sienten que pueden “democratizarnos”, como ha dicho Otegi en su idioma invariablemente macarra, como si se hubiera quedado en los ochenta con la tachuela de bala y el dabuten de una litrona cementerial. Antes podía haber concesiones tácticas o policiales, pero el objetivo seguía siendo derrotarlos. Y no sólo derrotarlos militarmente, quitándoles las pistolas y mojándoles las mechas, sino democráticamente, mostrando la perversidad y la alienación de sus ideas sobre pueblo, libertad y moralidad. Ahora se les da la razón. Ésa es la diferencia.
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Los sindicatos de Policía se hartan de la difusión de agentes encubiertos
- 2 Detienen a un español de 73 años en el aeropuerto de Punta Cana por llevar ocho paquetes de cocaína
- 3 Abascal cierra filas con Milei tras el ataque a Sánchez y su mujer
- 4 El Constitucional aborda la sentencia clave para el futuro de la incautación de la droga por agentes encubiertos
- 5 El TJUE abre la puerta a prestaciones ‘transfronterizas’
- 6 Iván Redondo y el inesperado rescate del 'brujo' del sanchismo
- 7 Los medios argentinos reaccionan a la llamada a consultas de España a la embajadora tras el ataque de Milei a Sánchez
- 8 Un guardia superviviente de Barbate: "El sargento advirtió de que con esa embarcación pequeña nos podían pasar por encima"
- 9 Qué es lunes de pentecostés y dónde es fiesta