Javier Tebas, presidente la Liga de Fútbol Profesional, y el fondo CVC han tenido que modificar su plan inicial, dicen, para "evitar una guerra judicial" anunciada tanto por el Real Madrid como por la Federación Española de Fútbol, que calificó el acuerdo que se anunció hace una semana de "ilegal, pésimo y lamentable".

Muy seguros no debían estar los despachos Uría y Menéndez (asesor de LaLiga) y Latham & Watkins (bufete contratado por CVC) en sus planteamientos para haber levantado el campamento sin siquiera plantear batalla. Dice el refrán, tengas pleitos y los ganes.

Finalmente, quedan fuera del acuerdo que dará lugar a llamada LaLiga Impulso el Real Madrid, el CF. Barcelona y Athletic, además de otro equipo de segunda. Así que estos cuatro equipos dispondrán plenamente de lo que les corresponde en la negociación de esos derechos. La aportación en créditos de CVC se reduce, consecuentemente, de casi 2.700 millones a 2.100, y, por tanto, sus expectativas de negocio quedan igualmente recortadas. En la actualidad está vigente el acuerdo de LaLiga con Telefónica y Orange, que supera los 2.000 millones por temporada. En la primavera de 2022 se negociarán los derechos para las próximas temporadas. Es entonces cuando entrará en vigor LaLiga Impulso.

La partida queda, por tanto, en tablas. Pero la victoria moral, si es que eso sirve de algo en los negocios o en el fútbol, es de los dos grandes clubs, especialmente del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que han puesto freno a la intención de Tebas a hacer y deshacer a su antojo con la comercialización de los derechos de los equipos de la liga profesional.

Finalmente, Tebas ha tenido que permitir a Real Madrid, Barcelona y Athletic mantener sus derechos televisivos al margen del pacto con CVC. El miedo a perder en los tribunales obró el milagro

La sucesión de acontecimientos en los últimos días provoca vértigo. El 4 de agosto LaLiga (que posee los derechos sobre las retransmisiones televisivas y el patrocinio de los 42 clubs de primera y segunda división de la competición española de fútbol) y el fondo inversor CVC anunciaron un histórico acuerdo. El día 5 de agosto se confirmaba la marcha de Leo Messi del FC Barcelona. Cinco días después se cerró el fichaje del delantero argentino por parte del Paris Saint-Germain (PSG), donde ya juegan otros galácticos como Neymar, Mbappé o el ex jugador del Real Madrid Sergio Ramos.

Esas tres noticias dibujan mejor que cualquier sesudo análisis el panorama del fútbol español. La crisis financiera, agudizada por la pandemia, ha hecho que la antes conocida como "la mejor liga del mundo", haya sido superada en ingresos no sólo por la Premier inglesa, sino por la Bundesliga. El caso del PSG no es extrapolable. Detrás del club parisino se encuentra el Emir de Catar, que compró el club francés en 2011, y que permite a su presidente, el ex tenista Nasser bin Nassida Al-Kheaifi, fichar a los mejores jugadores del mundo sin límite de precio.

La Liga, presidida por Tebas, justificó el acuerdo con CVC porque supuestamente vendría a dar un balón de oxígeno financiero a unos clubs exhaustos y sin posibilidades de endeudamiento (a excepción de equipos como el Real Madrid o el At. de Madrid).

Básicamente, el acuerdo con el fondo CVC consistía -antes de la revisión que se acordó en la asamblea general de la liga- en la cesión del 10,95% de los beneficios de la liga durante 50 años a cambio de un crédito a 40 años y a tipos bajos (ese dato aún no se conoce) por un total de 2.688 millones de euros. El reparto se haría en función de los ingresos que genera cada club. Así, al Barcelona le corresponderían 253 millones, al Real Madrid 241 y al At. de Madrid 181, por poner el ejemplo de los tres en teoría más beneficiados. Pero, ojo, estamos hablando de créditos que habría que devolver, aunque fuera a plazos.

El acuerdo provocó las iras de los dos principales clubs de la liga española. El Real Madrid anunció que llevará a los tribunales a Tebas, al presidente de CVC en España, Javier de Jaime y a la propia CVC Capital Partners Sicav-Fis por entender que LaLiga se apropia de unos derechos que no son suyos y que forman parte del patrimonio de los clubes, que tanto en el caso del Real Madrid como en del Barcelona, pertenecen a sus socios. El miércoles 11 de agosto la Federación Española de Fútbol, presidida por Luis Rubiales, emitió un durísimo comunicado en el que acusaba a Tebas y CVC de disponer de unos activos que no eran suyos. La guerra era ya total. Según fuentes solventes, el Consejo Superior de Deportes (presidido por José Manuel Franco) comparte básicamente los planteamiento de la Federación.

Al margen de las rencillas personales, la postura de Real Madrid y Barcelona (a las que se sumó el At. de Bilbao) tenía una base sólida. He aquí las dudas que suscitaba el pacto que ha sido modificado, añadiendo una cláusula de salida, por la asamblea de la liga:

1º.- El acuerdo se hizo sin concurrencia y sin concurso. El precio (casi 2.700 millones por casi el 11% de los ingresos que genera la liga y que explotaría LaLiga Impulso) supone una valoración de 24.500 millones de euros ¿Es mucho? ¿Es poco? Aunque supone 15 veces el Ebitda de LaLiga no se sabe si otros fondos o inversores institucionales estarían dispuestos a pagar más.

2º.- El negocio se cerró en secreto, sin luz y taquígrafos. El Real Madrid y el Barcelona se enteraron del mismo por los periódicos ¡Y eso que son los que más aportan al valor que se estaba vendiendo! Llama la atención que Tebas no tuviera la deferencia, al menos, de hablar con Florentino Pérez o con Joan Laporta. Ese hecho pone de manifiesto que el presidente de la Liga de Fútbol Profesional sabía que no contaría con su apoyo y, aún así, siguió adelante con su plan.

3º.- CVC preveía un retorno del 20% con su inversión. Es decir, que en sólo 5 años recuperaría el dinero. Al menos 1.000 millones los aportará Goldman Sachs. CVC estaba buscando otros inversores para que pusieran otros 1.000 millones, con lo que su riesgo quedaría reducido a 700 millones. Si los ingresos de LaLiga van bien y se recuperan a niveles previos a la pandemia, CVC podría ganar con su inversión hasta 50.000 millones. Eso sí, a largo plazo.

4º.- Javier Tebas se garantiza la presidencia de la sociedad LaLiga HoldCo. incluso aunque deje de presidir la Liga Nacional de Fútbol Profesional. Esto evidencia que el impulsor es uno de los principales beneficiarios del mismo y con un salario que no ha sido hecho público.

La competición comienza este viernes y nunca en toda su historia lo había hecho con tales incertidumbres. El partido de la cesión de derechos a un fondo especulativo ha terminado en empate. Pero la guerra del fútbol será larga.

Javier Tebas, presidente la Liga de Fútbol Profesional, y el fondo CVC han tenido que modificar su plan inicial, dicen, para "evitar una guerra judicial" anunciada tanto por el Real Madrid como por la Federación Española de Fútbol, que calificó el acuerdo que se anunció hace una semana de "ilegal, pésimo y lamentable".

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