El chavismo hizo a muchos ricos en obras públicas y petróleo. Esos miles de millones de dólares están escondidos en paraísos fiscales pero sus dueños viven en España. Conviven con nosotros realizando importantes inversiones inmobiliarias, compran chalets en urbanizaciones de lujo, pisos en el barrio de Salamanca o inmensas fincas de caza. Estados Unidos lo sabe y tiene el ojo puesto en nuestro país para detener a los prófugos más buscados del chavismo.

Es por eso que la DEA, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos, advirtió a la Policía Nacional el pasado 17 de junio dónde se escondía “el Pollo” Carvajal, el ex jefe de la Inteligencia Militar venezolana. Les indicó la calle, el número, el piso, a nombre de quién estaba alquilado, incluso que su balcón estaba lleno de plantas que utilizaba para ocultarse, ya que no salía de su apartamento y solo de noche paseaba por su terraza a tomar el aire. Han tenido que pasar tres meses para que justo la semana más negra para el ministro Marlaska, y el día más oportuno, se activara la orden de detención.

Llevaba dos años huido, aunque siempre fue un colaborador amable para el CNI. Cuando llegó a España en la primavera del 2019 con el nombre de José Mourinho, que ya es tener humor, fueron a recibirle a Barajas dos agentes de alto grado del espionaje español, era un pieza de caza mayor y su información absolutamente valiosa. Es el espía venezolano más buscado.

Había pactado con el gobierno español protección a cambio de información, protección ante el gobierno de Estados Unidos que puso precio a su cabeza, 10 millones de dólares. Aquellos meses, el recién llegado gobierno de PSOE y Podemos no podía permitir eso de un amigo y antiguo colaborador. Y algo más, si era detenido por la DEA podía contar los pagos que Chávez le ordenó hacer a políticos españoles para ampliar la revolución chavista a Europa. De eso sabe mucho Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. También de otros pagos hechos a empresarios venezolanos afincados en España. Tampoco le hubiese gustado la extradición a Bildu, el socio de gobierno de Sánchez, porque Carvajal conoce perfectamente la localización de los presos de ETA huidos en Venezuela y protegidos por el Gobierno de Maduro. Es por eso que por ordenes del gobierno de Sánchez e Iglesias, el CNI le protegió en un piso de Valdebebas, a un salto de la T4 por si tenía que huir. 

A pesar de ello fue detenido en abril del 2019 y estuvo preso de forma preventiva en la prisión de Estremera, pero no fue extraditado a Estados Unidos porque cuatro magistrados se opusieron. Fueron Alfonso Guevara, Clara Bayarri, María Ángeles Barreiro y José Ricardo de Prada, este último es el que en la sentencia de la Gürtel calificó al PP como corrupto y le dio argumentos a Sánchez para ejecutar la moción de censura contra Rajoy.

 “El Pollo” Carvajal era el hombre más buscado después de Nicolás Maduro para el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Formó parte del cartel de Los Soles, en el que están los más altos oficiales corruptos de las Fuerzas Armadas venezolanas, y con el que colabora Maduro y sus ministros, por eso Venezuela es un narco estado. Carvajal llegó a ser General de ese ejército y jefe de la Dirección de Inteligencia Militar entre 2004 y 2011. 

“El Pollo” Carvajal pasó lo peor de la pandemia protegido por el CNI en España, aunque cambiando de lugar, pasó por Valencia, Alicante, por Galicia y Salamanca. La pandemia le permitió mantenerse en la sombra y aunque se vino con su segunda mujer y sus ocho hijos, él seguía manteniendo las medidas de protección y vigilancia ante la presencia de miembros de la CIA que le seguían los pasos.  

La pandemia permitió algo inesperado para el gobierno español y especialmente desagradable para Pablo iglesias, el CNI retrasó durante más de dos años la reunión ordinaria de la Comisión de Inteligencia de la que formaba parte el vicepresidente. No se reunieron desde que él accedió al cargo, primero por el confinamiento, después por el Estado de Alarma, y así hasta que dimitió de su cargo. Fue una estrategia del propio CNI para que Iglesias jamás tuviera acceso a secretos de Estado.

Ahora sí que Carvajal será extraditado a Estados Unidos y el gobierno español mejorará con ello sus malas relaciones con el Presidente Biden, además pone en peligro la estabilidad de Podemos cuando Carvajal empiece a contar la financiación que facilitaron a líderes del partido. Si todo ello contribuye a distraer la atención de cuestiones como la subida de la luz o el bochorno del falso ataque homófono, estamos ante una jugada maestra.

El chavismo hizo a muchos ricos en obras públicas y petróleo. Esos miles de millones de dólares están escondidos en paraísos fiscales pero sus dueños viven en España. Conviven con nosotros realizando importantes inversiones inmobiliarias, compran chalets en urbanizaciones de lujo, pisos en el barrio de Salamanca o inmensas fincas de caza. Estados Unidos lo sabe y tiene el ojo puesto en nuestro país para detener a los prófugos más buscados del chavismo.

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