Los ministros socialistas del Gobierno se dedican desde hace tiempo a proteger a su jefe. Prioritariamente. Los hay que se han especializado en husmear en los currículums de cargos del PP para ver lo que encuentran. Podían empezar por su propia casa, en la que hay mucha tela que cortar.
Ayer vivimos un claro ejemplo de ese afán por ver quién sale primero a la palestra, quién dispara primero en defensa de Pedro Sánchez y su familia.
El viernes se difundieron los audios de Koldo, el asesor del ministro José Luis Ábalos que lo grababa todo e incluso contaba con colaboradores que le ayudaban en esa tarea. Se dice que hay 22.000. Pero, mira por dónde, de todos esos audios al que se le dio más difusión, sobre todo en ciertos medios, fue uno en el que Víctor de Aldama exonera a Begoña Gómez de toda responsabilidad en la salvación (a través de un crédito público) de la compañía Air Europa. "Quieren vincular la operación de Air Europa con Begoña, nada es verdad", se escucha en el audio.
Poco después, salían a la palestra en la red X el "vicepresidente político" Félix Bolaños ("El tiempo pone todo y a todos en su sitio"); la vicepresidenta primera, María Jesús Montero ("Han sido meses de injurias, bulos y falsedades, pero la verdad se impondrá y algunos deberían pedir disculpas"), y Óscar López (que se limitó a difundir, "por si alguno no lo había escuchado", la información de la Cadena Ser). En fin, lo que se conoce como 'el círculo íntimo' del presidente. Por cierto, en esta fiesta se apuntó con entusiasmo el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, que arremetió contra la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil: "Se me ocurre preguntar: ¿por qué la UCO no lo incluyó en su informe?". Tirando a dar, eh, Patxi.
Si. Porque la filtración -la elección de ese audio entre los 22.000 entregados por el juez del Supremo a las partes no es casual- tenía dos objetivos: poner de manifiesto la honorabilidad de la esposa del presidente, y, quizás lo más importante, desacreditar a la UCO, insinuando la comisión de un delito de ocultación de pruebas.
Vamos por partes. En primer lugar, como todo periodista sabe, la información debe recoger un dato siempre clave: la fecha, el cuándo se produjeron los hechos. En este caso es aún más importante porque esa conversación se produce porque Aldama sabía -probablemente porque algún periodista intentó contrastar con él el dato- que se iba a publicar algo sobre la intervención de Begoña Gómez en el salvamento de Air Europa. Es decir, que estamos hablando mucho antes de que Aldama fuera detenido (7 de octubre de 2024) y antes de que salieran a la luz esas informaciones, en la primavera de 2024. Por tanto, cuando Aldama estaba a sueldo de Air Europa. No es un detalle menor este.
Como sabemos, Aldama salió de prisión el 22 de noviembre de 2024, una vez que pactó con la Fiscalía Anticorrupción su colaboración con la Justicia en la aclaración de los hechos que investiga el Supremo. Por cierto, que Aldama fue detenido por su implicación en el fraude de hidrocarburos, causa que instruye el juez Pedraz en la Audiencia Nacional. Distinta, pues, a la que investiga Leopoldo Puente en el Supremo (el llamado 'caso Koldo').
Desde entonces, Aldama ha destapado, por ejemplo, el cobro de comisiones de constructoras por parte de algunos altos cargos del PSOE, entre ellos José Luis Ábalos y Santos Cerdán (ahora en prisión).
Muchas de las afirmaciones del comisionista Aldama fueron calificadas como "bulos" por parte de dirigentes socialistas. Hasta Pedro Sánchez llegó a calificar sus declaraciones ante el juez de "inventadas".
Ministros y cargos del PSOE salieron en tromba para airear los audios de Aldama exonerando a Begoña Gómez
Sin embargo, ahora le han dado un crédito absoluto, sin dudar ni un momento. Error. Porque Aldama ha cambiado mucho desde esos tiempos en los que cobraba de Air Europa y, sobre todo, desde que decidió, inculpándose de algunos delitos, colaborar con Anticorrupción.
La grabación que se ha difundido a bombo y platillo tiene el mismo valor que lo que decía Amedo antes de contarle toda la verdad sobre los GAL al juez Baltasar Garzón.
El propio Aldama se encargó anoche de desmentirse a sí mismo, dejando en ridículo a los Bolaños, Montero y compañía, declarando en El Español: "Begoña Gómez presionó desde Moncloa para el rescate de Air Europa y que los Hidalgo patrocinaran sus cosas". Aldama se ha mostrado dispuesto a hablar sobre la esposa del presidente si el juez le llama a declarar sobre ese asunto. ¿Darán difusión a esas palabras los mismos que airearon el viernes los audios antiguos?
Pero vamos a lo de la UCO. En las informaciones de los medios más simpáticos con el gobierno se hacía mucho hincapié en que ese audio exonerando a Begoña Gómez no había sido incluido por la UCO en sus informes. Da la impresión de que el filtrador puso condiciones. Pero sólo un pardillo como Patxi López puede caer en una trampa tan burda. Naturalmente, la UCO no lo incluyó en sus informes porque el rescate de Air Europa no se investiga en el Supremo, está fuera de la causa. Incluso está fuera del caso que instruye el juez Peinado, muy a su pesar. Pregúntese, señor López: ¿Cómo puede incluir la UCO unos audios sobre unos hechos que no se investigan? ¡Qué lástima que en lugar de estudiar ingeniería industrial no haya estudiado derecho!
Están los ministros más cercanos a Sánchez -con el añadido del portavoz en el Congreso- tan deseosos de encontrar algo con lo que librarse de la lacra de la corrupción, que no se detienen a pensar un momento antes de disparar desde sus cuentas de X. Aunque, en este país, si se mete la pata hasta el corvejón, no pasa nada. Todavía hay ministros que no se han disculpado por atribuir a un miembro de la UCO el intento de ponerle una bomba a Pedro Sánchez.
La política tornando en guerra sucia. Hay un equipo en Moncloa dedicado a poner en el ventilador toda la porquería que encuentre sobre el PP. Naturalmente que hay cosas de relieve en el patio de la calle Génova. El asunto Montoro no es para tomárselo a broma. Es muy grave, porque apunta a la utilización de la Hacienda Pública en beneficio de unas empresas que previamente facturaban a la sociedad fundada por el ex ministro. Presuntamente.
Lo que llama la atención es que el Gobierno y el PSOE crean que con el caso Montoro se borra todo lo suyo. No. En todo caso, la mancha se extiende al otro gran partido. Todo poco edificante.
La guerra sucia se ha adueñado de la política. Ahora Sánchez se conforma con la apariencia de que el PP es tan corrupto como el PSOE. Y así quiere seguir dos años más.
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