Ha pasado más de mes y medio desde que la alta representante de la Unión para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad y vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, anunciara un acuerdo humanitario con Israel para aumentar significativamente la entrada de ayuda a la población palestina que se muere de hambre en Gaza. Presentado como un gran avance diplomático en respuesta a la presión ejercida por la revisión del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, este «acuerdo» ha demostrado ser poco más que un gesto simbólico y una forma de que Israel gane tiempo, cuando ya no queda tiempo. Durante el último mes y medio, no se ha producido ninguna mejora visible sobre el terreno. Por el contrario, Israel no ha cumplido ni siquiera los compromisos mínimos establecidos en el acuerdo, mientras que la situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose por momentos. Los palestinos se mueren de hambre bajo el asedio y la hambruna impuestos por Israel, y son blanco de ataques y asesinatos cuando buscan ayuda en los mortíferos y humillantes centros de distribución de la GHF.

Los palestinos se mueren de hambre bajo el asedio y la hambruna impuestos por Israel

Mientras los Estados miembros de la UE siguen «evaluando la situación», los convoyes de ayuda permanecen bloqueados justo fuera de las fronteras de Gaza, los suministros médicos son cada vez más escasos y la inseguridad alimentaria está alcanzando niveles que ponen en peligro la vida. Israel sigue matando de hambre y desplazando por la fuerza a civiles, empujándolos a condiciones impropias para la supervivencia humana. Los periodistas siguen siendo deliberadamente atacados y asesinados por las fuerzas israelíes, entre ellos los corresponsales de Al Jazeera Anas al-Sharif y Mohammed Qreiqeh.

Según la OMS, se ha producido un fuerte aumento de las muertes por inanición entre los niños palestinos. A fecha de 13 de agosto, de las 235 muertes por inanición, 106 eran niños, mientras que los centros sanitarios han tratado a más de 20.000 niños por malnutrición aguda desde abril. El riesgo de hambruna afecta ahora a casi toda la población de Gaza, y más de 500.000 palestinos en Gaza están soportando condiciones similares a las de una hambruna. Según los datos recopilados por la Delegación de la UE, las Naciones Unidas y el CICR, «al menos 1.373 palestinos han sido asesinados mientras buscaban alimentos» y «el número [de camiones] sigue siendo inferior» al acordado.

Esta crisis humanitaria provocada por el hombre es el resultado directo de las restricciones impuestas por Israel a la ayuda humanitaria, los bombardeos indiscriminados de zonas civiles y las violaciones sistemáticas del Derecho internacional. Numerosos expertos internacionales, entre ellos relatores especiales de las Naciones Unidas, ONG palestinas e internacionales y, más recientemente, organizaciones israelíes de derechos humanos, han determinado que Israel está cometiendo genocidio en Gaza. En enero de 2024, la Corte Internacional de Justicia determinó que Israel está llevando a cabo un «genocidio plausible» en Gaza, en violación de la Convención sobre el Genocidio. La propia Comisión Europea ha reconocido que Israel ha violado el artículo 2 del Acuerdo de Asociación UE-Israel en su reciente propuesta de suspender parcialmente la participación de Israel en el programa Horizonte Europa.

La gravedad del genocidio exige sanciones y contramedidas plenas, un embargo de armas y energía a Israel y la plena rendición de cuentas

La propuesta, presentada el 29 de julio, suspendería la participación de entidades israelíes en actividades financiadas por el Acelerador del Consejo Europeo de Innovación (EIC). Si bien la propuesta supone el primer paso concreto de la UE en respuesta a la conducta de Israel, sigue siendo insuficiente y tardía. No aborda la cuestión fundamental, a saber, las violaciones sistemáticas del Derecho internacional por parte de Israel y la perpetuación de su régimen colonial de apartheid y ocupación ilegal, a lo que terceros tienen la obligación positiva de oponerse activamente. Sin embargo, algunos Estados miembros han manifestado claramente su intención de bloquear la decisión en el Consejo durante la votación del 13 de agosto.

Mientras tanto, un número cada vez mayor de países (entre ellos el Reino Unido, Francia, Finlandia, Portugal, Malta, Irlanda, Eslovenia y España) han pedido un reconocimiento más amplio de la condición de Estado palestino. Sin embargo, este reconocimiento sigue siendo en gran medida simbólico y no se ha acompañado de medidas concretas. La gravedad del genocidio exige sanciones y contramedidas plenas, un embargo de armas y energía a Israel y la plena rendición de cuentas. Los jefes de Estado de la UE siguen reuniéndose con el primer ministro Netanyahu y permiten el sobrevuelo de su territorio, a pesar de la orden de detención internacional dictada contra él por la Corte Penal Internacional. Mientras que Estados como Eslovenia y los Países Bajos han prohibido la entrada a los ministros israelíes Smotrich y Ben-Gvir, y Francia, España y el Reino Unido han suspendido las exportaciones de armas o han detenido transferencias específicas. Aunque estas medidas son bienvenidas, representan lo mínimo y es urgente hacer mucho más. Deben imponerse sanciones individuales y congelación de activos a todos los miembros del Gabinete de Seguridad de Israel y a los líderes militares, como artífices del genocidio.

A pesar de un cambio lento pero progresivo, estas medidas siguen siendo muy insuficientes. El ejército israelí sigue siendo abastecido en gran medida por países europeos. El anuncio por parte de Alemania de suspender las exportaciones de armas y la suspensión por parte de los Países Bajos de tres licencias de exportación naval que podrían utilizarse en Gaza son decisiones largamente esperadas que pueden allanar el camino para un embargo total de armas en toda la UE. Sin embargo, es demasiado poco y demasiado tarde, y la suspensión de Alemania no va lo suficientemente lejos. Las exportaciones de armas en virtud de las licencias existentes siguen saliendo de Alemania a pesar de que el número de muertos en Gaza supera los 60.000 palestinos. Los Estados miembros deben poner fin a todas las licencias de exportación de armas existentes y futuras y dejar de prestar asistencia al genocidio en Palestina. Seguir suministrando a Israel a pesar de las numerosas pruebas de genocidio los convierte en cómplices del Gobierno israelí en la comisión de este genocidio.

Seguir suministrando a Israel a pesar de las numerosas pruebas de genocidio los convierte en cómplices del Gobierno israelí en la comisión de este genocidio

En la misma línea, la UE debe ir más allá de la evaluación y adoptar medidas concretas basadas en su propia conclusión de que Israel está incumpliendo sus obligaciones en materia de derechos humanos en virtud del artículo 2 del Acuerdo de Asociación, así como el incumplimiento por parte de Israel de los términos del Acuerdo del10de julio. Estas medidas deben conducir a una rendición de cuentas efectiva por las violaciones cometidas en todo el territorio palestino ocupado. La UE cuenta con las herramientas y el consenso político cada vez mayor para adoptar medidas significativas y poner fin al genocidio en curso. La votación sobre la propuesta y las medidas adicionales revelarán si la UE es capaz de afrontar este reto y poner fin a su complicidad en el genocidio más atroz de nuestro tiempo, mientras asistimos al brutal asesinato y la destrucción sistemática del pueblo palestino. 


Raji Sourani, director del Centro Palestino para los Derechos Humanos; Issam Younis, director general del Centro Al Mezan para los Derechos Humanos; Shawan Jabarin, director general de Al-Haq; Hamdi Shaqqura, miembro del Comité Ejecutivo de EuroMed Rights