Dos meses después de que Donald Trump asumiera la presidencia de los Estados Unidos, la mayor parte de sus promesas de estímulo fiscal siguen pendientes de plasmarse en realidad. Así, las expectativas generadas en torno a estas medidas han ido quedando aparcadas y las compañías más dependientes de ellas han tenido que defender sus posiciones en bolsa en base a sus realidades actuales.

Unas, como Acerinox, lo han hecho con notable éxito. Pero no así Ebro Foods, a la que la débil evolución de su negocio de pasta, afectado por una elevada competencia, ha frenado en los últimos meses sobre el parqué. Desde el pasado 24 de octubre, pocos días antes de la victoria electoral de Trump, sus títulos acumulan un retroceso superior al 10%.

Desde el 24 de octubre, las acciones de Ebro acumulan una caída superior al 10%

Frente a este mal tono, el grupo alimenticio, que opera en los sectores de arroz, pasta y salsas, sigue depositando grandes esperanzas en el nuevo presidente estadounidense. Y es que, con cerca de un 40% de sus ventas localizadas en Estados Unidos, los profundos cambios en el escenario corporativo adelantados por Trump pueden tener notables implicaciones para el negocio de la compañía.

Como vienen observando en Ahorro Corporación desde hace meses, las políticas de Trump pueden beneficiar a Ebro Foods por distintas vertientes: la apreciación del dólar, los recortes de impuestos y las políticas proteccionistas.

En este último sentido, en Alantra observan, respecto a la reducción de los márgenes experimentados por el negocio de pasta, que "el problema es el sospechoso habitual, NWP (el negocio de Estados Unidos), que continúa enfrentando un entorno de dura competencia, llevando a grandes esfuerzos de promoción".

Mientras tanto, un recorte de impuestos sería aún más beneficioso. Desde Fidentiis señalan que, "si los recortes de impuestos propuestos por la Administración Trump son finalmente implementado, Ebro podría reducir su factura de impuestos en Estados Unidos alrededor de un 40%". Esto implicaría, según sus estimaciones, un ahorro fiscal de hasta 14 millones de euros para la compañía, lo que se traduciría en un incremento del 8% de su beneficio por acción. Unas cifras que justificarían un incremento de 1,5 euros en el valor de sus títulos.

Un recorte de los impuestos en EEUU le supondría un ahorro fiscal de 14 millones

Con estas esperanzas sobre la mesa, tanto Ahorro Corporación como Fidentiis confían en que la cotización de Ebro Foods pueda llegar a superar los 22 euros, unas cotas que supondrían un récord histórico para la compañía y que representan un potencial superior al 15% desde sus niveles actuales.

Sin embargo, los inversores siguen mostrándose recelosos y parecen querer esperar a que Trump pase de las palabras a los hechos. Mientras tanto, Ebro tendrá que esgrimir otros argumentos para recobrar el pulso en bolsa.

Dos meses después de que Donald Trump asumiera la presidencia de los Estados Unidos, la mayor parte de sus promesas de estímulo fiscal siguen pendientes de plasmarse en realidad. Así, las expectativas generadas en torno a estas medidas han ido quedando aparcadas y las compañías más dependientes de ellas han tenido que defender sus posiciones en bolsa en base a sus realidades actuales.

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