En el universo de los valores de baja capitalización, los movimientos del mercado resultan con frecuencia inescrutable. Pequeñas compañías, de esas conocidas como chicharros en el argot bursátil, registran de forma recurrente súbitos movimientos al alza o a la baja, que no encuentran mayor justificación que las apuestas especulativas de los inversores.

Cuando se observa el movimiento dibujado en el último año por las acciones de Ezentis podría caerse en la tentación de englobarlo en ese conjunto de movimientos. En los últimos trece meses, la cotización del grupo de servicios industriales se ha disparado más de un 137%. Sólo en 2017 sube algo más del 30%, lo que le sitúa como la octava cotizada más rentable del mercado español.

Pero estos réditos sí tienen una justificación evidente: son el premio a los deberes bien hechos. Así lo sostiene César Sánchez-Grande, director de análisis de Ahorro Corporación, que sostiene que "Ezentis ha sufrido una importante transformación en los últimos ejercicios". Un cambio que "se ha refrendado en una mejora conjunta de las principales cifras de la compañía: ventas, Ebitda, márgenes, endeudamiento, contratación y cartera de pedidos".

La cotización de Ezentis ha escalado más de un 137% en los últimos trece meses

Una imagen que contrasta con la ofrecida hace apenas unos años, cuando el valor se vio acosado por unas cuentas poco convincentes y, ante todo, una elevada deuda que pesaba como una losa sobre sus perspectivas bursátiles. Entre octubre de 2013 y febrero de 2016 su cotización se hundió más de un 80%.

La reconstrucción de la compañía se ha labrado en torno a "una más que positiva gestión por parte del equipo directivo que ha apostado en los últimos años por centrarse más en el crecimiento orgánico del grupo, consolidando las numerosas compras realizadas en ejercicios anteriores", indica Sánchez-Grande.

Los resultados en bolsa de esta meritoria evolución podrían estar aún, en buena medida, por cosechar. Según las estimaciones de Ahorro Corporación, Ezentis cuenta con un potencial de revalorización del 36%, hasta los 0,93 euros.

En favor de la confianza en el futuro de la compañía se encuentra una sólida cartera de pedidos, que acabó 2016 en los 848,4 millones de euros, situando la ratio sobre ventas en 2,8 veces. "Adicionalmente, destacamos positivamente la juventud de esta cartera de pedidos, si tenemos en cuenta que en 2016 se han ganado contratos equivalentes al 79% de la cartera de fin de año", afirma Sánchez-Grande, para quien "ambos hechos nos aseguran buena parte de los resultados futuros del grupo, reduciendo también la volatilidad de los mismos".

Pero el principal impulso para la compañía podría llegar del lado de la deuda. Pese a haber reducido de forma notable sus ratios de endeudamiento en los últimos ejercicios, Ezentis soporta aun hoy un coste medio de la deuda del 21,9%. Para Sánchez-Grande, "la transformación experimentada por Ezentis debería permitir a la compañía una reestructuración de su deuda con una notable bajada del coste medio de la deuda, así como la obtención de un alargamiento de los vencimientos". Esta rebaja podría llegar a reducir los costes hasta la mitad.

La compañía podría reducir a la mitad el coste medio de su deuda, que supera el 21%

Un panorama muy alentador que, sin embargo, podría volverse en contra de la compañía. Y es que acostumbrar al mercado a cumplir con solvencia los deberes puede volverse en contra cuando si se produce un desliz. Y de hecho, tras sus últimos resultados, Ezentis ha visto surgir algunas dudas y este lunes firmaba su mayor caída en bolsa desde el pasado noviembre.

"No consideramos las cifras como positivas , pese a estar en línea con nuestras estimaciones, en tanto que ratifican el incumplimiento, no solo de los objetivos cuantitativos del Grupo fijados para 2016, sino de los cualitativos", advertían en Intermoney tras la presentación.

En cualquier caso "lo verdaderamente relevante es que creemos que la compañía tiene un negocio con potencial desde un punto de vista fundamental, pero es indispensable aumentar los niveles de facturación y sobre todo su rentabilidad para no destruir valor".

Cumplir con esos deberes, a buen seguro, tendrá premio en bolsa.

En el universo de los valores de baja capitalización, los movimientos del mercado resultan con frecuencia inescrutable. Pequeñas compañías, de esas conocidas como chicharros en el argot bursátil, registran de forma recurrente súbitos movimientos al alza o a la baja, que no encuentran mayor justificación que las apuestas especulativas de los inversores.

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí