Desde el verano de 2014 los movimientos del euro han supuesto un respaldo considerable para muchas compañías de la región. Entre mayo de ese año y finales de 2016, la divisa europea registró un retroceso superior al 25% frente al dólar, aportando una nada desdeñable ventaja competitiva para las empresas europeas con mayor exposición internacional.

Viscofan ha formado parte del grupo de empresas españolas que han podido obtener mayores réditos de la debilidad del euro. Con un negocio predominantemente internacional y con gran exposición al dólar -alrededor del 40% de sus ventas se sellan en la moneda de EEUU- el grupo de envolturas cárnicas ha obtenido de las divisas un impulso adicional para mejorar su negocio, lo que también ha tenido su refrendo en bolsa, donde ha disfrutado de una revalorización superior al 37% en los últimos tres años.

Por todo esto, el cambio de rumbo que ha experimentado la moneda europea en los últimos tiempos no es un asunto baladí para Viscofan. Así, lo destacan los analistas de Sabadell, que recalcan que las ventas en dólares del grupo rebasan con mucho sus gastos en esta divisa.

El cambio de rumbo del euro, que ha subido un 9% en el año, perjudica a Viscofan

Desde inicios de año, el euro ha recuperado un 9% de su valor frente al dólar, alcanzando sus niveles más elevados en 14 meses.

"Según la compañía, en 2016 una depreciación del dólar del 5%, hubiera generado una disminución del beneficio después de impuestos del 2,4%. Hemos revisado a la baja nuestras estimaciones a largo plazo para reflejar el impacto de la divisa de manera que nuestro precio objetivo cae un 4% hasta 52,16 euros por acción", advierten en el banco español.

La cuestión representa apenas un bache para una compañía que ha acumulado a lo largo del ejercicio buenas razones para ganarse la confianza del mercado, lo que se ha traducido en un repunte en el año en el entorno del 12%.

Las buenas noticias deberían prolongarse con su próxima presentación de resultados, prevista para el 27 de julio, y a más largo plazo las perspectivas se mantienen positivas. "A medio plazo prevemos unas tasas de crecimiento anual de ventas y Ebitda entre 2016 y 2019 del 3,6%", indican en Sabadell, aunque apostillan que "el crecimiento de ventas llegaría por mejoras de volumen principalmente, ya que los precios están estancados y no esperamos un aumento del pricing power a corto plazo".

Sin embargo, y a pesar de que la acción de Viscofan acumula un retroceso del 7,5% en apenas dos meses, la mayor parte de los analistas considera que las acciones del grupo ya descuentan todas las buenas nuevas. La compañía cotiza más de un 25% por encima de su media histórica y también cotiza más cara que la mayor parte de sus competidores.

Aunque las perspectivas de su negocio son buenas, cotiza a niveles muy exigentes

"Cotiza con prima frente al sector (del 38% frente a una media histórica del 7%), justificada por su posición de liderazgo, diversificación geográfica y de producto. En cualquier caso no creemos que la prima vaya a ir a más en el futuro", apuntan los analistas de Sabadell.

Es en esta exigente posición, donde las caídas del dólar pueden convertirse en un obstáculo mayúsculo para que Viscofan pueda seguir explorando nuevos altos en su aventura bursátil. La compañía tendrá que buscar nuevos argumentos lejos del mundo de las divisas.

Desde el verano de 2014 los movimientos del euro han supuesto un respaldo considerable para muchas compañías de la región. Entre mayo de ese año y finales de 2016, la divisa europea registró un retroceso superior al 25% frente al dólar, aportando una nada desdeñable ventaja competitiva para las empresas europeas con mayor exposición internacional.

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