ACS no ha entrado con buen pie en 2020. Tras un decente rendimiento el año anterior, la compañía que preside Florentino Pérez parece haberse atascado en los primeros compases del presente ejercicio. Este martes restó cerca de un 3% y ya ha perdido un 6,5% de su valor desde que se inició el año.

Este revés se produce en medio de las turbulencias que sacuden a su socio Atlantia, el grupo italiano con el que se reparte el control de Abertis. La compañía de la familia Benetton observa con temor la amenaza que pesa sobre las autopistas que gestiona en Italia, ante el deseo de varios miembros del Ejecutivo trasalpino de retirarle las concesiones, como castigo por su presunta culpabilidad en el derrumbe de un puente en Génova en el verano de 2018.

Abertis podría recortar su dividendo hasta un 45,5% para proteger su rating

A priori, podría parecer que estas contrariedades de Atlantia en poco pueden incomodar a ACS. Pero lo cierto es que Abertis representa un nexo por medio del cual el contagio resulta más evidente de lo que pudiera parecer.

El grupo español de infraestructuras, del que ACS controla un 40%, se vio golpeado este lunes por la decisión de S&P de recortar el rating de Atlantia y sus filiales, tras la aprobación de una nueva ley en Italia que limitaría la indemnización que recibirá si se le retiraran las concesiones.

Aunque Abertis mantiene una nota hasta tres escalones por encima de la de su matriz italiana, el movimiento de S&P le ha dejado a un paso de caer en territorio de bono basura, una amenaza acrecentada por la decisión de la agencia de mantener la nota de Atlantia y sus filiales en vigilancia para una posible rebaja adicional.

Esta situación representa un riesgo nada desdeñable para los dividendos que Abertis paga a sus accionistas. No en vano, el gestor español de infraestructuras incluía en el folleto de emisión de deuda que registró el pasado marzo en la bolsa irlandesa una cláusula por la que, en caso de que su rating corriera peligro, podría acordar un recorte de hasta el 45,5% del dividendo previsto, tal y como informaba este martes Cinco Días.

Así, ACS podría verse de la noche a la mañana sin la entrada en caja de un relevante flujo de dividendos (superior a 150 millones según algunos cálculos), lo que podría limitar su capacidad de actuación y, en un caso extremo, cuestionar sus propios pagos.

Atlantia podría plantearse la venta a ACS de parte de su participación en Hochtief

Sin embargo, entre los expertos este riesgo parece contemplarse con mayor mesura de la que evidencia la cotización de ACS. "Un recorte en el dividendo de Abertis sería negativo para ACS, pero en nuestra opinión el impacto sería limitado, y no creemos que afecte al dividendo que ACS paga a sus accionistas", observan en Alantra, donde resaltan que esta situación tampoco afectaría de forma ostensible al apalancamiento de la compañía de Florentino Pérez.

De hecho, algunas firmas se atreven a sugerir que más que una amenaza, los problemas de Atlantia podrían dar lugar a oportunidades para su socio español.

Esta es la visión que defienden en la gestora española Bestinver. Ricardo Cañete, gestor de la firma, considera que si las dificultades se recrudecen en Atlantia, el grupo italiano podría plantearse, por ejemplo, deshacerse del paquete de acciones que controla en la alemana Hochtief, merced al acuerdo de reparto de Abertis. En esa situación, ACS podría encontrarse la oportunidad de elevar su participación en el grupo germano a precios interesantes.

Porque "ese es precisamente el principal reto de ACS, una compañía que va a generar un montón de caja, que tiene una posición de deuda cómoda, y tiene que decidir qué va a hacer con esos fondos, si recomprar acciones o adquirir nuevos activos", explica Cañete.

Tal vez ACS necesite algo de tiempo para convencer al mercado de que los problemas de Atlantia no son los suyos. Pero si lo logra, podría encontrarse con el camino despejado para mostrar al fin a los inversores los méritos que llevan a firmas como Alantra o Santander a concederle ponteciales de revalorización de al menos el 30%.

"Reiteramos nuestra opinión positiva y la calificación de compra de ACS, ya que, por un lado, nos gustan sus perspectivas de crecimiento y diversificación de negocios, mientras que por otro, encontramos que las acciones son atractivas en cuanto a valoración", sentencian en Alantra.

ACS no ha entrado con buen pie en 2020. Tras un decente rendimiento el año anterior, la compañía que preside Florentino Pérez parece haberse atascado en los primeros compases del presente ejercicio. Este martes restó cerca de un 3% y ya ha perdido un 6,5% de su valor desde que se inició el año.

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