El acuerdo que mañana oficializarán en el Parlamento vasco PNV y PSE establece que ambas formaciones reclamarán al Gobierno de Mariano Rajoy el fin de la dispersión de los presos de ETA y su acercamiento a cárceles cercanas a Euskadi, el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika, lo que incluye la competencia de la gestión de las prisiones, y la cesión del régimen económico de la Seguridad Social para el País Vasco. El documento también acuerda que socialistas y nacionalistas defenderán que en esta legislatura y en el seno del Parlamento Vasco se abra un debate sobre la actualización del marco de autogobierno vasco.

Los dos partidos se comprometen a dar pasos respetando la legalidad vigente pero pactan abrir un debate sobre cuestiones esenciales para la definición del nuevo marco de autogobierno vasco. Entre ellas citan la necesidad de consensuar cómo se reflejaría en ese nuevo estatuto articulado el reconocimiento de la nación vasca, el concepto del derecho a decidir, la reforma de la Constitución para mejorar el autogobierno, el modelo de relación bilateral con el Estado o el sistema de relación que Euskadi deberá tener con Navarra y el País Vascofrancés, entre otros aspectos.

Una de las cuestiones más sensibles, la referida a la Paz y la Convivencia ha sido una de las que más ha dificultado el acuerdo. Así, PNV y PSE acuerdan que tras cinco años sin violencia y con ETA inactiva, ha llegado el momento de proceder a cumplir el punto del Estatuto que establece la cesión de la competencia de prisiones a Euskadi. Las dos formaciones apelan a la necesidad de una reordenación de la política penitenciaria en España, a la que invitan a sumarse al Gobierno de España para alcanzar un consenso en esta materia con el Gobierno vasco. Abogan por trabajar para “un final ordenado” de ETA, en el que se incluya una declaración de la banda y apoyo institucional para acelerar su desarme. Asimismo, PNV y PSE se comprometen a constituir una ponencia parlamentaria para abordar la Paz y la Convivencia en Euskadi.

El documento programático, que esta tarde votarán la asamblea nacional del PNV y el Comité Nacional del PSE, detalla de modo muy abierto el compromiso que socialistas y nacionalistas adquieren en torno al nuevo marco de autogobierno que se comenzó a negociar la pasada legislatura y que se espera cerrar este mandato. Así, los dos partidos se otorgan “libertad” para presentar propuestas, si bien fijan el compromiso de constituir una ponencia parlamentaria y el compromiso de, en un plazo de ocho meses, poder abordar un documento articulado que determine cuál sería el nuevo escenario de autogobierno propuesto al Estado.

El nuevo estatus debería ser posteriormente ratificado por el Parlamento Vasco y sometido a referéndum antes de su remisión a las Cortes. Urkullu ha situado entre sus ejes prioritarios alcanzar un acuerdo trasversal para aprobar una propuesta de nuevo estatus jurídico-político para Euskadi que establezca una nueva relación en términos de bilateralidad con España y superar así el nuevo Estatuto de Gernika de 1979.

Mientras los nacionalistas conciben Euskadi como una nación como sujeto de derechos y con capacidad para decidir libremente su futuro, los socialistas abogan por referirse a la nación vasca más como una realidad cultural, lingüística y social que como un sujeto político. Fuentes del PSE señalan que en el documento se plantea una reforma en materia territorial pero en clave de “estado solidario entre las Comunidades Autónomas” siguiendo los planteamientos “clásicos” del PSOE, recuerdan.

Añaden que Mendia “tranquilizó” al presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, el pasado viernes en torno a esta cuestión al garantizarle que el documento acordado con el PNV no incluye “nada que rompa con lo que han sido las cosas que han defendido los socialistas los últimos años respecto al desarrollo estatutario, está todo dentro del marco establecido”. Se da la circunstancia de que el nuevo Parlamento vasco incorpora a una nueva formación, Elkarrekin Podemos, partidaria de avanzar en el derecho a decidir. El acuerdo PNV-PSE también establece que los partidos que ya formaron parte de la ponencia la pasada legislatura podrán solicitar el abordaje de nuevas cuestiones.

Desde el PSE puntualizan que en realidad no se ha pactado ningún contenido sino más bien un procedimiento de debate para avanzar en una actualización del marco de autogobierno “y un punto de partida”. Destacan que haber acordado algo en este punto no tendría sentido ya que ambas formaciones abogan por acuerdos plurales y de amplio espectro en este campo y acotarlos a un compromiso de gobierno entre dos partidos no tendría sentido.

En el acuerdo también se incluye la reclamación del régimen económico de la Seguridad Social o un compromiso para responder a las "intromisiones" del Estado en las competencias que se consideran exclusivas del País Vasco.

En el gobierno de coalición los socialistas, además de haber alcanzado un entendimiento programático, ocuparán tres carteras, una de ellas de especial peso como la de Trabajo. La generación de empleo es una de las prioridades del Gobierno de Iñigo Urkullu, quien se ha fijado como objetivo para esta legislatura rebajar el desempleo en Euskadi al 10%. Además, el PSE asumirá otras dos carteras: Vivienda y Turismo, Comercio y Consumo.

De esta manera, PNV y PSE extienden su entendimiento que ya es una realidad en las tres diputaciones forales, los ayuntamientos de Bilbao, Vitoria y San Sebastián y otros municipios vascos y que viene precedido de un entendimiento la pasada legislatura con un acuerdo programático.

El miércoles el Parlamento Vasco celebra la primera sesión del Pleno de investidura, al que concurrirá el candidato del PNV, Iñigo Urkullu, y la de EH Bildu, Maddalen Iriarte. El actual lehendakari en funciones saldrá elegido con los 27 votos de su partido y los 9 del PSE, cuyo respaldo también forma parte del acuerdo de coalición. El sábado próximo Urkullu tomará posesión del cargo ante el Árbol de Gernika.

Ante la polémica suscitada en torno a la coordinación del PSE con la actual dirección del partido, los socialistas vascos aseguran que su secretaria general, Idoia Mendia, ha conversado hasta en tres ocasiones con el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández para informarle del desarrollo de las negociaciones con el PNV para cerrar un acuerdo en Euskadi. Fuentes de la formación vasca señalan que Fernández conocía el contenido del acuerdo en prácticamente todos sus extremos, a falta de que se cierren los flecos de última hora. La gestora del PSE emitió ayer un breve comunicado en el que se felicitaba del acuerdo con “el nacionalismo moderado” pero en el que no se abordaba ninguna valoración sobre su contenido. Desde el PSOE se aseguró que se desconocía el detalle del pacto de coalición.

Las diferencias entre la dirección del PSE que lidera Idoia Mendia y la actual dirección del PSOE han sido evidentes. La dirigente del socialismo vasco ha sido una de las voces más claras de apoyo al ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez y una de las dirigentes que apostó por no respaldar con la abstención a un gobierno de Mariano Rajoy. Ahora, la entrada del PSE en el Gobierno vasco, en un gobierno de coalición con el PNV, refuerza la posición de un socialismo vasco que arrastraba años de pérdida de apoyos en Euskadi desde que dejó el Gobierno del Lehendakari Patxi López en 2012.