El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dibujado este martes un ligero esbozo de lo que serán las previsiones macroeconómicas sobre las que se sustentará el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017, que el Consejo de Ministros aprobará el próximo 31 de marzo.

Con prudencia, pero sacando pecho, Guindos ha avanzado una continuación de la recuperación económica que permitirá crear más de medio millón de empleos al final en 2017, frente a los 414.000 de 2016, en términos de Encuesta de Población Activa (EPA).

Esto permitirá una reducción de la tasa de paro del actual 18,63% a otra “claramente por debajo del 17% al final del año”, y vía libre para recuperar los 20 millones de ocupados de antes de la crisis en tres años.

Con todo, Guindos ha admitido que “estar con un paro por debajo del 17% siguen siendo una cifra inaceptable para una sociedad avanzada”.

El Gobierno habla con convencimiento de este cuadro macroeconómico con la confianza de que finalmente logre acaparar los apoyos parlamentarios necesarios durante su tramitación. Pero también porque, según han avanzado algunos miembros del Gobierno, el horizonte que dibuja es prometedor. Tanto que el Ejecutivo incluso se plantea ya recuperar las rentas obtenidas durante la última década si España no hubiera atravesado una crisis.

Le ha tocado el turno a Guindos, quien durante un desayuno informativo organizado por Europa Press ha anticipado que España podría crecer entre 2017 y 2020 a un ritmo del 2,5%, en ausencia de un cambio de rumbo en las políticas económicas.

Más aún, ha asegurado que ello será posible con un incremento de las exportaciones este año superior al 5%, lo que permitirá una aportación positiva del sector exterior al PIB de unas cuatro décimas y un nuevo superávit de la balanza por cuenta corriente del 2% del PIB.

Según Guindos, estas cifras muestran que la aportación del sector exterior a la economía es ya algo estructural, un cambio de patrón de crecimiento, que es compatible también con una demanda doméstica en positivo. El consumo, dentro y fuera de España, sonríe a la economía.

Un sistema financiero fiable

El ministro de Economía asegura que este horizonte, tan diferente al de 2012, cuando tuvo lugar el rescate bancario, es el fruto de una economía que se ha hecho más competitiva gracias a las reformas estructurales emprendidas.

“Nos hemos salido del foco de inestabilidad política. España se ha salido de eso, se percibe con las primas de riesgo”, ha dicho, antes de añadir que “el sector financiero no genera hoy incertidumbres”.

Guindos también ha hecho una defensa de la reforma laboral, de la que ha dicho que ha introducido flexibilidad suficiente en las empresas como para que estas adapten los salarios a su situación particular.

De esta forma, ha dejado caer que los acuerdos salariales marco que negocian sindicatos y patronal tiene un valor relativo. De hecho, ha asegurado que los niveles salariales, en ausencia de un acuerdo entre las partes para 2017, “se van normalizando”.

Preocupación ante una subida de tipos

Sin embargo, el ministro de Economía no ha escondido las vulnerabilidades de la economía. Según ha dicho, España sigue amenazada por un nivel de deuda pública muy elevado, que se mantiene en el entorno del 100% del PIB.

En esta situación, ha dicho,  “una subida de tipos, que va a estar ahí, puede impactar a través de la cuenta corriente de la balanza de pagos”, donde España ha alcanzado ahorros de unos 10.000 millones desde 2012, precisamente por las posteriores bajadas de tipos.

Ahora bien, Guindos ha insistido en que el superávit de esta rúbrica se mantendrá este año pese a una subida de tipos o un incremento de los precios de petróleo.