La CUP ha celebrado los 18 meses del 26-S ocupándonos la sede", ironizaban ayer en la sede catalan tras el asalto de la rama juvenil de la organización, Arran. Pero más allá de las ironías, lo cierto es que la fecha de los 18 meses cumplidos desde la firma de la primera hoja de ruta de la independencia y la indefinición del Gobierno catalán sobre la convocatoria del referéndum independentista inquietan cada vez más a los anticapitalistas. La CUP quiere garantizar la celebración de la consulta, que ha sido el motivo de su apoyo parlamentario a JxS, y desde la aprobación de los presupuestos de la Generalitat ha dado un giro a su estrategia política para extremar las presiones al Govern en este sentido.

Entre el independentismo se ha extendido la tesis del “ahora o nunca” y los anticapitalistas están convencidos de que es el momento de provocar un choque que derive en la ansiada proclamación de independencia. A esa tesis responde la radicalización de su discurso de la que ya han dado las primeras muestras.

El primer ejemplo de ello se produjo este fin de semana, cuando la portavoz económica de la formación en el Parlament, Eulàlia Reguant, amenazaba con acabar con la legislatura el próximo septiembre. Reguant ya advirtió en el debate de aprobación de los presupuestos que “el tiempo se ha acabado” y exigió al Govern “fecha y pregunta” para el referéndum. Una exigencia en la que insistió el domingo. La CUP, señaló Reguant, dejará de margen hasta septiembre, la fecha comprometida en la moción de confianza presentada por Puigdemont el pasado septiembre. Pero si entonces no se ha convocado la consulta, “la CUP buscará todas las vías posible para que esta legislatura acabe y para que los diputados de la CUP abandonemos, de una manera u otra, el Parlament”.

Estamos dispuestos a defender por todos los medios el derecho a la autodeterminación”

El endurecimiento en la estrategia de los anticapitalistas subió ayer un grado con el ataque a la sede del PP, que la líder de Arran, Mar Ampurdanés, presentó como una campaña con el objetivo de “demostrar a los jóvenes que solo si estamos organizados y a través de la movilización popular en las calles el referéndum será la llave que abrirá el candado del régimen del 78 y nos permitirá cambiar el modelo político, social y de país”. Ampurdanés dejó claro, además, que la suya no es la vía lúdico-festiva de la ex Convergencia. “Hemos venido a advertirles de que la juventud estamos dispuestos a defender por todos los medios el derecho a la autodeterminación”.

Comparecencia de Mas por el caso Palau

El desmarque del Gobierno catalán vivirá previsiblemente un nuevo capítulo el miércoles en el Parlament, cuando Artur Mas comparezca ante la Comisión de Asuntos Institucionales para dar explicaciones sobre la responsabilidad de CDC en el desfalco del Palau de la Música. La CUP no solo ha secundado la petición común compartida por toda la oposición, sino que ha presentado además peticiones de comparecencia para el ex gerente de CDC y mano derecha de Mas, Germà Gordó, y otros dos implicados en el caso Manga.

Una comparecencia en la que Mas no contará con la comprensión mostrada hace dos años por David Fernández hacia Jordi Pujol, cuando el ex presidente compareció ante la comisión sobre corrupción para explicar sus cuentas en Andorra. En principio, la CUP desplegará toda la artillería pesada para oficializar su desmarque de CDC. Un desmarque que es imperativo para los anticapitalistas después de aprobar unas cuentas en las que no han conseguido incluir más presión fiscal ni acabar con los conciertos educativos con escuelas religiosas.