Es una de las etarras más sanguinarias en la historia de ETA. 23 asesinatos le contemplan y una condena que supera los 2.000 años de prisión. Sin embargo, desde que ingresó en la cárcel a mediados de los años 90, Idoia López Riaño, alias ‘La Tigresa’, inició un progresivo proceso de desmarque de ETA y de reconocimiento del daño causado que le llevó a sumarse a la denominada ‘Vía Nanclares’ impulsada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero por la cual se benefició no sólo del acercamiento a cárceles de Euskadi sino a otros beneficios penitenciarios.

El desmarque de la banda terrorista y el buen comportamiento de la etarra le ha valido que Instituciones Penitenciarias adelante su salida de prisión, prevista para diciembre de 2017, y le ahorre casi seis meses entre rejas ya que ha decretado que abandone definitivamente la cárcel el 13 de junio próximo.

López Riaño ha sido condenada a 2.000 años de prisión por 23 asesinatos

López Riaño está condenada, entre otros crímenes, por el atentado de la Plaza de la República Dominicana de Madrid en 1986 en el que fallecieron 12 guardias civiles. En su largo historial criminal se cuenta además otra decena de asesinatos. Ahora, a sus 52 años, la Tigresa abandonará la cárcel habiendo cumplido 22 años privada de libertad, casi la mitad de su vida, y tras haberse desmarcado de ETA en 2010.

Arrepentida desde 2010

La etarra ha reconocido en varias ocasiones el error que supuso haber ingresado en la banda terrorista, contra la que se ha manifestado en contra. En un escrito remitido a la Audiencia Nacional en 2015 dijo asumir “total y absolutamente mi actividad delictiva en el seno de ETA así como mi responsabilidad por la actividad de dicha organización al haber pertenecido a ella”. En varias misivas enviadas al juzgado López Riaño ha calificado de "abominables" los crímenes de ETA y se ha responsabilizado no sólo del dolor causado por las acciones en las que ha intervenido directamente sino también "de las que no pude evitar". Ha expresado su "total y absoluta disposición desde hace años a contribuir en lo posible en la reparación del daño causado, así como en afincar las bases de una nueva convivencia en paz y reconciliación, desde el mayor respeto a las víctimas".

Tras haber pedido perdón a las víctimas y haber renegado de ETA, ‘La Tigresa’ fue trasladada al País Vasco, donde cumple condena en la prisión alavesa de Zaballa, a la que se asigna a los etarras acogidos a la denominada ‘Vía Nanclares’. En 2016 finalmente le fueron autorizados varios permisos -uno de ellos para sacarse el carnet de conducir- para abandonar la cárcel tras verificar que en el municipio en el que residiría no vivía ningún familiar de sus víctimas.

López Riaño entró en ETA con apenas 18 años y de modo progresivo fue asumiendo más responsabilidades. Perteneció al Comando Madrid en los años 80, uno de los periodos más sanguinarios de ETA. El caso de 'La Tigresa' se asemeja por su evolución al de otros históricos miembros de ETA, como Joseba Urrusolo Sistiaga, o Carmen Guisasola, arrepentidos de ETA y que ahora se encuentran ya en libertad.