Esta es para Juan Manuel Moreno (Barcelona, 1970) su segunda oportunidad para intentar lo que ha sido un imposible en 40 años, esto es, arrebatar al PSOE el gobierno de la Comunidad de Andalucía. Lo más cerca que estuvieron de ello fue en las autonómicas 2012, cuando Javier Arenas, ganó las elecciones, aunque con una mayoría que no le permitió llegar al Palacio de San Telmo. Desde entonces, los populares han perdido apoyos, también los socialistas, y ambos han asistido al nacimiento de Ciudadanos y Podemos. Es precisamente con el partido naranja con quien cree Moreno que, esta vez sí, Andalucía pude cambiar de color político y además, su futuro inmediato puede depender de ello.

Pregunta. -¿Le ha echado una mano su partido con la comparecencia de Susana Díaz en el Senado? ¿Ha sido un teatro orquestado como ella ha denunciado?

Repuesta. -La que ha creado un teatro ha sido ella, porque tenía la obligación de decir a los andaluces la verdad de lo que ha pasado con esos casi 800 millones del caso de los ERE; la verdad de por qué no ha colaborado con el caso Faffe; la verdad de lo que ha pasado con los cursos de formación y ella se ha negado una vez más a informar. Ha usado la tónica habitual: no contar lo que sabe, que sabe mucho, y no colaborar con la justicia para tapar las vergüenzas de su partido, que es lo que ha estado haciendo a lo largo de estos cinco años. Ella sí que ha montado un teatro para no contar nada, para no hablar de lo que realmente nos interesa y para saber la verdad.

P. -¿Si llegase a la presidencia de la junta de Andalucía promoverá comisiones de investigación sobre estos casos?

R. -Evidentemente sobre la Faffe, donde se han utilizado las tarjetas black en los prostíbulos de Andalucía. Esa comisión de investigación la pidió el PP, se aprobó y cuando se configuró la señora Díaz disolvió el Parlamento para no dar explicaciones. Con lo cual la primera comisión que crearemos será esa. Pero desde la presidencia del gobierno voy a impulsar unas auditorías de los cursos de formación y de la Faffe y en todos aquellos aspectos que haya habido irregularidades para que organismos independientes nos puedan decir exactamente qué ha sucedido, dónde esta el dinero, qué comportamiento ha habido y nos aclaren esa situación independientemente de la vía judicial.

Voy a impulsar unas auditorías de los cursos de formación y de la Faffe"

P. -¿Qué peso tiene el tema de la corrupción en su campaña?

R. -La corrupción está presente porque hay 200 casos de corrupción e irregularidades vinculados al PSOE en estos años y, por tanto es imposible no hablar de corrupción. Pero a mí me interesa mucho hablar de futuro, de la situación en Andalucía en materia de empleo, de sanidad, de educación. Ocupa un lugar destacado pero no el principal. La corrupción es pasado y yo quiero hablar del futuro.

P. -¿Presionó el PP andaluz para que la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dejara el escaño?

R. -No, el PP de de Andalucía no ha presionado a nadie. Hemos tenido una actitud muy prudente. Es una decisión de carácter personal que la señora Cospedal ha tomado. Ella siempre ha mirado por el interés del partido y una vez más habrá llegado a la conclusión que lo mejor para su interés y el del partido era renunciar a su escaño. Respeto absoluto a su decisión.

P. -¿En qué medida distorsionaba su campaña el caso de las conversaciones con Villarejo?

R. -El PSOE ha querido crear mucho ruido en torno a esta situación y, evidentemente, todo lo que es ruido, con un trasfondo de escuchas vinculado a este señor, distorsiona la campaña. Aportar no aporta. Pero una vez que la señora Cospedal ha tomado esa decisión, que le honra, el foco lo tiene ahora el PSOE y ya está tardando la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en irse.

P. -¿Comparte las prácticas que revelan esa conversaciones?

R. -No me gusta nunca que se investigue a compañeros de partido. Hay otras fórmulas para conocer la situación de un compañero de partido sin necesidad de espiarlo, de investigarlo.

Díaz pactará con el diablo si hace falta para seguir gobernando"

P. -¿Qué autocrítica puede hacer al hecho de que el PP nunca haya gobernado Andalucía?

R. -Nos encontramos con un régimen clientelar que ha ido creando el socialismo durante 40 años. Ese régimen se ha ido alimentando de las corruptelas. Hay 800 millones de euros de los ERE para favores políticos e incluso una causa abierta que investiga al conjunto de las consejerías por hacer también favores políticos con dinero público. Es muy difícil ganar las elecciones cuando compites con un adversario político que tiene capacidad discrecional para gastar fondos públicos y hacer favores políticos. Es imposible competir. Es David contra Goliat.

P. -¿Y qué le hace pensar que esta vez esa dinámica se pueda romper?

R. -Dos cosas. La primera, que muchas de esas prácticas están siendo investigadas, fiscalizadas y judicializadas y, por lo tanto, ahora mismo hay más miedo en el PSOE para usarlas. Y la segunda, el agotamiento. Por primera vez en la historia de la autonomía, la sanidad pública se ha tirado a la calle. Tenemos una revuelta de batas blancas, de atención primaria en toda Andalucía, que ha plantado cara al socialismo. Hay una sensación de hastío y de cansancio. En torno a un 60% de andaluces creen que Andalucía funcionaría mejor con otro gobierno distinto al actual. Creo que hay un caldo de cultivo para que se produzca un cambio.

Ciudadanos ha sido el sostén de las viejas prácticas del socialismo y eso le va a pasar factura"

P. -¿Dan por descartado el sorpasso de Ciudadanos?

R. -No nos planteamos el sorpasso. Es evidente que la distancia que hay entre el PP y Cs es muy amplia. Triplicamos el número de escaños. Y además Ciudadanos Andalucía lleva el pecado original en su señas de identidad. Se presentó como el cambio en 2015 y ha sido el sostén a los 40 años del socialismo para que no haya comisiones de investigación, para que sigan multiplicando los altos cargos o para que no haya reforma del modelo de la radiotelevisión pública. Ha sido el sostén de  las viejas prácticas del socialismo y eso le va a penalizar en Andalucía.

P. -¿Usted se conformaría el 2 de diciembre con que Ciudadanos no quedase por delante de ustedes? ¿Sería ese el gran triunfo del PP de Andalucía?

R. -El gran triunfo del PP es gobernar y ese es el objetivo que tenemos. Hay una posibilidad real de un cambio en Andalucía. Vamos a salir a ganar estas elecciones y a gobernar. Es evidente que no depende sólo de nosotros, sino también de otras fuerzas políticas. No sabemos qué hará Ciudadanos. Pero si hay una mayoría aritmética, intentaremos que haya un cambio en Andalucía.

Está más cerca que nunca la posibilidad de cambio en Andalucía con Ciudadanos"

P. - ¿Existe esa mayoría aritmética? Ustedes hablaron de una horquilla de entre 52 y 57 escaños con Ciudadanos.

R. - Es posible llegar a sumar. La mayoría absoluta es de 55 escaños y las horquillas nos dan entre dos y entre tres por debajo y dos por encima. Es difícil de prever porque no sabemos la participación y hay un 30% del electorado que no ha decidido su voto, pero está más cerca que nunca. Si hay una mayoría alternativa, vamos a forzar a Ciudadanos a provocar un cambio.

P. -¿Ha hablado con Juan Marín?

R. - Yo he hablado muchísimo con Juan Marín, ahora no, pero sí en en la etapa parlamentaria. Ciudadanos no se cierra ninguna puerta, como es habitual en ellos, ni la de gobernar con el PSOE ni la de gobernar con el PP, pero nosotros intentaremos forzarlos a que, si hay esa mayoría, se produzca el cambio.

P. - ¿Dan por seguro que Ciudadanos no vuelva a apoyar a Díaz?

R. - Para nada. Ya lo dijeron hace cuatro años, cuando el señor Marín afirmaba en campaña que eso sería traicionar a sus electores y después apoyó al PSOE. De hecho Susana Díaz ha gobernado como si tuviese la mayoría absoluta.

P. - Quizá en este momento no le conviene a Albert Rivera.

R. -Creo que Ciudadanos a nivel nacional pensará mucho esta decisión, pero yo ya no me fío ni un pelo de ellos porque el primer gran acuerdo que intentó el señor Rivera fue con Pedro Sánchez y su primer pacto fue con el PSOE en Andalucía. Por lo tanto, ¿por qué no vamos a pensar que vuelvan a hacer lo mismo?

P. -¿Hay posibilidades de una alianza de Díaz con Teresa Rodríguez?

R. - Absolutamente. De hecho, Teresa Rodríguez ha reconocido que estaría dispuesta a apoyar al PSOE antes de que gobernara el PP. Aquí va a haber dos bloques: el bloque del cambio con PP y Ciudadanos o el de populistas y socialcomunistas de Díaz y Podemos. Lo que tengo muy claro es que lo más importante para Susana Díaz es gobernar en Andalucía, con lo cual pactará con el diablo si hace falta.

Mi cargo siempre está a disposición de Casado y de los afiliados del PP de Andalucía"

P. - ¿Lo que quiere decir que no ve ninguna posibilidad de repetición electoral a pesar de los amagos de Díaz?
R. - Ella lo hace para meter presión, pero no va a querer repetir elecciones, unas elecciones que coincidirían con las autonómicas y locales y con la sentencia de los ERE. Ella intentará un acuerdo a cualquier precio con quien pueda. En la historia de Andalucía el PSOE ha pactado con todos; con el PA, con Podemos e Izquierda Unida, con Ciudadanos... El único partido que es garantía de cambio es el PP.

P. -¿Estamos ante su última oportunidad? ¿Pondrá su cargo a disposición de Casado si no cumple las expectativas?

R. - No me planteo ese escenario porque yo salgo a disputar estas las elecciones, a gobernar Andalucía y no se me pasa por la cabeza. En segundo lugar, mi cargo siempre está a disposición del presidente nacional y de los afiliados del PP de Andalucía que son los que me votaron hace menos de dos años. Pero el objetivo es alcanzar el gobierno y es la única opción que nos planteamos.