Mientras el centro de la capital se llena de obras y proyectos, los barrios madrileños del exterior de la M-30 caen en el abandono absoluto para la Gerencia de Urbanismo: inversiones que no se ejecutan, operaciones asfalto que nadie ha visto, carriles bici que desaparecen de los planes, plazas que se iban a adecentar y se quedarán como están y reformas urbanísticas en arterias troncales que nunca verán la luz en lo que queda de legislatura. Sirva de ejemplo lo que ha ocurrido con los denominados Ejes Cívicos, de los que nadie se acuerda ya.

El equipo de la alcaldesa Manuela Carmena diseñó dos grandes ejes dentro del Plan Mad-Re (Madrid Regenera): la Gran Vía, que ha sido una de las medidas estrella de Ahora Madrid y que ha consistido en quitar un carril al coche por sentido en una calle de un kilómetro; y la calle de Alcalá a partir de la Plaza de Toros de Ventas hasta El Carmen, cuya transformación fue anunciada en octubre de 2017 para la presente legislatura.

Pero la reforma del tramo periférico de Alcalá, la calle más larga y emblemática de Madrid, nunca se realizará antes de las próximas elecciones municipales del próximo 26 de mayo. A pesar incluso de haberse celebrado un acto en el centro cívico del distrito de Ciudad Lineal para explicar las obras a los vecinos, organizado por el área de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS, Urbanismo) en septiembre de 2017. Varias fuentes municipales confirman que no se hará "absolutamente nada" de la reforma de Alcalá en el tiempo que queda hasta los comicios locales. Es decir, que no se hará esta legislatura.

En septiembre de 2017 se celebró un acto en Ciudad Lineal que garantizaba la obra esta legislatura

DUS, que dirige el delegado José Manuel Calvo, no ha contestado a este medio, tras varios días preguntando a su departamento de prensa. En junio de 2018 el Consistorio indicó a 20 minutos que Alcalá se postergaba a 2019 y que el proyecto estaba "redactado". Estamos en 2019 y no hay ni rastro del proyecto por ninguna parte. En septiembre de 2017, la web municipal por el contrario resaltaba: "El proyecto de más envergadura que se va a acometer en el Distrito de Ciudad Lineal en la presente legislatura es sin duda la reforma y mejora de la calle Alcalá".

Ejes Cívicos

Internamente, vocales vecinos y residentes que en su día apoyaron a Ahora Madrid critican cada vez más alto que el grueso de las obras se concentre en el centro: a menos de tres meses para las municipales, el distrito central está patas arriba frente a la desidia de los barrios periféricos. El Consistorio ha tardado mucho en acometer la reforma de la calle fantasma de Ciudad Lineal: las obras para recuperar una calle con centenares de coches aparcados ilegalmente -muchos abandonados- están ejecutándose ahora tras años de protestas vecinales. Muchos de los proyectos en los barrios populares -como el de esta calle- han sido masivamente votados en los Presupuestos Participativos del ayuntamiento, para quedarse todo como estaba.

Las obras de Alcalá iban a empezar en 2017. En el tramo de Quintana a Ciudad Lineal los carriles para coches se reducían a uno por sentido, incluidos autobuses. Las aceras se multiplicarían sobremanera, hasta ocupar el grueso de la arteria. Entre Ventas y Quintana, dos carriles por sentido (uno reservado al bus) y otro de bicicletas en sentido ascendente. Todo costaría siete millones y se trataría de revitalizar la vida social y el comercio en un distrito muy popular y habitado, además de descuidado por las autoridades en los últimos años: la calle de Alcalá a su paso por Ciudad Lineal es completamente caótica. Las aceras, estrechas.

Alcalá es "la travesía más larga de Madrid" y tiene una "elevada concentración peatonal"

La categorización de Alcalá como Eje Cívico se explica perfectamente en la web de Madrid Regenera: "Con sus casi 10.200 metros de longitud, es la travesía más larga de Madrid. Articula y une la Almendra central con los barrios periféricos del nordeste de la ciudad, atravesando cinco distritos", reza la introducción. "Su calidad ambiental es muy baja, debido al exceso de tráfico y a la carencia de zonas verdes y espacios públicos para el encuentro. Sin embargo, la elevada concentración peatonal y comercial de Alcalá junto con sus excelentes cualidades de centralidad, le otorgan la capacidad de convertirse en un gran eje cívico".

 

La calle de Alcalá en la actualidad a la altura de Ciudad Lineal. AYUNTAMIENTO DE MADRID

La iniciativa surge a comienzos de 2017, cuando tres profesores (Ester Higueras, Julio Pozueta y Patxi Lamíquiz) presentaron un estudio relativo a la creación de los citados ejes, entre otras actuaciones especialmente enfocadas fuera de la M-30. "Convertir la calle Alcalá en un eje cívico supone promocionar el transporte público y la movilidad peatonal y ciclista, reduciendo la presencia del vehículo privado, lo que impulsa el uso de una zona comercial cómoda y de calidad ambiental. Por ello, se trata de un proyecto en colaboración con el Plan A de Calidad del Aire", se lee en Mad-Re.

División vecinal: "No quiero que haya un carril bici para que pasen cinco o seis bicis"

La Asociación de Vecinos de Quintana -la que en teoría estaría más afectada por la reforma- ni se manifiesta a favor ni en contra de la reforma. "No tenemos una opinión unánime", dice la presidenta Ana Martínez. "Hay vecinos que están a favor, otros a favor con matices, y otros en contra. Yo por ejemplo, pero esta es mi opinión personal, estoy en contra de un carril bici en Alcalá para que al día pasen solo cinco o seis bicis. Desconozco los problemas del ayuntamiento para ejecutar la reforma. Pero ni hablo en nombre de la asociación ni del barrio".

La concejala de distrito por Ahora Madrid, Yolanda Rodríguez (que milita en Izquierda Unida) tampoco ha contestado a las preguntas de este medio. En octubre de 2017, con ocasión de la presentación, Rodríguez defendió "hacer que la calle vuelva a ser un eje comercial" porque tiene muy pocas zonas verdes. Igualmente, garantizó que llegaría el servicio de bicicletas públicas eléctricas BiciMAD.

Críticas del PSOE

La concejala socialista Mercedes González, que en esta legislatura ha tratado cuestiones urbanísticas, describe la "decepción vecinal". "Los vecinos escucharon del área de DUS palabras prometedoras sobre un proyecto de movilidad peatonal y transporte público que no se va a ejecutar por el momento. Madrid no necesita más márketing. Madrid necesita buena gestión". Según González, en Alcalá "una vez más tenemos que lamentar que la promesa se la lleve el aire".