Podemos amanece este miércoles sin dirección en su federación de Castilla-La Mancha. El hasta ahora líder castellanomanchego del partido, José García Molina, anunció que presentaría su dimisión ante su ejecutiva el pasado domingo tras los malos resultados obtenidos en el territorio, donde pasaron de dos diputados autonómicos a quedar sin representación.

Este martes por la noche se reunió dicho órgano y, además de aceptar la salida del dirigente, dimitió en bloque y pidió la creación de una gestora por parte del secretario de Organización, Pablo Echenique.

La secretaria de Organización castellanomanchega, María Díaz, ha remitido una carta a Echenique en la que comunica que "una vez realizado el análisis pertinente", "todos los consejeros que conforman el Consejo de Coordinación de Podemos-CLM presentan su dimisión de todos sus cargos".

En esta misma misiva, Díaz solicita, en nombre del órgano extinto, "que se constituya una gestora por parte de la dirección estatal que asuma las funciones de dicho órgano y se haga cargo del proceso hasta la celebraación de una nueva Asamblea Ciuadana Autonómica".

Una circunstancia que comenzó después de que los tribunales paralizaran su proceso de primarias

Con esta, sería la cuarta gestora autonómica en el seno de Podemos, cuya dirección ha nombrado en los últimos meses varios órganos de este tipo. Una circunstancia que comenzó después de que los tribunales paralizaran su proceso de primarias por haber impedido concurrir a las facciones críticas. Fue lo que ocurrió en Cantabria o en La Rioja, donde nombraron a dedo a su actual gestora y a los candidatos autonómicos que han concurrido a los comicios.

También hay una gestora elegida a dedo por Pablo Iglesias en la Comunidad de Madrid, donde Ramón Espinar abandonó su cargo el pasado enero tras ser "ninguneado" por la dirección estatal, que decidió la estrategia madrileña tras la ruptura de Iñigo Errejón sin contar con la opinión de su federación madrileña.