El Consejo de Administración de Radiotelevisión Española se reunirá la próxima semana en mitad de una atmósfera de tensión que no se respiraba en Prado del Rey desde hace varios meses. El enfrentamiento entre la presidenta provisional, Elena Sánchez, y una parte de sus consejeros y directivos ha ganado intensidad y ya son varios de ellos los que exigen abiertamente su dimisión.

Algún vocal de la corporación se atreve a definir la situación actual como una ‘tormenta perfecta’, dado que Sánchez está cuestionada por varios de sus consejeros, por sus más altos directivos y por una parte de los sindicatos. También por Moncloa, donde ya le han transmitido su descontento por algunas de sus decisiones en el pasado reciente.

Su situación recuerda a la que vivió Rosa María Mateo durante los últimos meses de su mandato, cuando se distanció del Gobierno y de algunos de los principales apoyos que le habían acompañado en RTVE durante sus primeros meses de mandato. De hecho, Elena Sánchez era entonces la secretaria general de la casa y presentó su dimisión, ante las diferencias que le separaban de la administradora única provisional.

La ruptura por Broncano

La tensión en este caso se recrudeció la semana pasada, cuando Elena Sánchez se negó a apoyar en el Consejo de Administración el contrato -de hasta 42 millones de euros- que había negociado con El Terrat (Mediapro) el director de Contenidos Generales, José Pablo López.

El acuerdo contemplaba tres años de permanencia de David Broncano en RTVE y, entre otras cosas, el control de los contenidos editoriales y de las redes sociales por parte de la productora. Sánchez se mostró en contra de la duración del pacto en la reunión del Consejo -prefería que fuera tan sólo de 1 año- y desacreditó a López. 

Finalmente, el Consejo decidió aplazar hasta su siguiente reunión la decisión sobre este contrato, cuyos números le situaban como uno de los más importantes cuantitativamente de los últimos años.

En respuesta a la actitud de Sánchez, al día siguiente López y los directivos Alfonso Morales y Pep Vilar se ausentaron de la reunión del Comité de Dirección. Su argumento cayó como una bomba en el despacho de la presidenta: si no se confía en nosotros, no tiene sentido que ‘despachemos’ con ella.

Esta inestabilidad, que ha ido creciendo en los últimos tiempos por la deriva del ente público, podría traducirse en un adiós que se lleva esperando y narrando desde buena parte del organigrama de Radio Televisión Española. La polémica de Broncano ha sido la última gota de un vaso que casi se colma por la polémica convocatoria de oposiciones, que terminaron en los tribunales.

Insultos en las reuniones

Hasta entonces -recuerdan fuentes de este órgano- había sido habitual que la tensión ascendiera durante las reuniones hasta incluso sobrepasar la barrera del insulto. Sin embargo, la ruptura que se escenificó la semana pasada tiene difícil arreglo, explican.

Tampoco es buena la sintonía en el Consejo, ni mucho menos. De hecho, el único apoyo más o menos constante que ha tenido Sánchez durante los últimos tiempos ha sido el del consejero José Manuel Martín Medem -nombrado por sumar-, mientras que los otros dos consejeros designados por el PSOE, como Concepción Cascajosa o Ramón Colom, se distanciaban de la presidenta. Los tres nombrados por el PP -Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio- también han expresado sus dudas sobre la gestión de Sánchez y su equipo en reiteradas ocasiones, al igual que ha sucedido con Juan José Baños, del PNV.

El mandato de 5 de estos consejeros termina el próximo día 31, pero para elegir a sus sustitutos y ocupar la vacante que dejó José Manuel Pérez Tornero en 2022, tras su dimisión, es necesario un pacto entre el Partido Popular y el PSOE que no parece cercano, a tenor del distanciamiento que se ha producido entre los dos partidos durante las últimas semanas, fruto de la Ley de Amnistía y del ‘caso Koldo’, entre otros.

Los tres problemas de Elena Sánchez

En esta situación, Sánchez tenía tres grandes frentes abiertos que eran difíciles de superar. El primero era el de la convocatoria de las oposiciones, que finalmente, tras varios meses de retraso, se consumaba este viernes, tras el acuerdo alcanzado unas semanas antes con los sindicatos.

El segundo es el de la aprobación de las cuentas de 2023, que -explican estos informantes- podría ponerse sobre la mesa del Consejo de Administración esta semana. El tercero es el relativo al programa de David Broncano, que parece un asunto de menor envergadura que los otros dos, pero que tiene algunas derivadas que pueden resultar complicadas para Elena Sánchez. ¿Por qué?

Por un lado, porque su rechazo iría en contra del deseo de Moncloa de contraprogramar el programa de Pablo Motos -El Hormiguero- con un espacio comandado por Broncano. Por otro, porque el rechazo del Consejo de Administración a este proyecto agravaría todavía más el conflicto entre Sánchez y sus altos directivos.

Un consejero recordaba este viernes que Pérez Tornero dimitió de su puesto al verse en una encrucijada similar a la de Sánchez. Considera difícil que los vocales le sometan esta próxima semana a una cuestión de confianza y todavía más que cualquiera de ellos consiga cinco apoyos para sustituirla, en la votación posterior a su cese.

Ahora bien, no descarta que vuelva a producirse una situación como la que se ha registrado dos veces, en la que la presidenta, en plena reunión del órgano de gobierno, amenazó con dimitir y emplazó a los consejeros a que votaran a favor de su 'decapitación'.

En busca de sustitutos

A pesar de que en los pasillos de la zona noble de Torrespaña se habla abiertamente de los últimos días de Sánchez en la presidencia, las diversas fuentes consultadas explican que "es complicado saber qué puede pasar el próximo martes". "La única salida es que ella dimita... o que la hagan dimitir", remarcan los informantes.

Y es que, la opción de que desde Moncloa se esté empujando a la actual presidenta a abandonar su despacho es cada vez más fuerte. Este periódico ya adelantó que Pedro Sánchez que su preferida para dirigir RTVE es Irene Lozano, licenciada en periodismo y mujer de confianza del líder del Ejecutivo.

Actualmente es la directora de la Casa Árabe, cargo que ocupa desde 2021. Antes fue nombrada secretaria de Estado de España Global, un organismo para promocionar el sol, las playas y la gastronomía de España. Antes, Pedro Sánchez la colocó en el Consejo Superior de Deportes. En esta etapa, la política y periodista tuvo que lidiar con uno de los personajes que más dolores de cabeza le ha dado al Gobierno: Luis Rubiales.

Fuentes internas aseguran a este periódico que uno de los últimos servicios que ha podido dar Elena Sánchez a RTVE es la publicación definitiva de las oposiciones para personal fija. Las bases específicas de las 53 profesiones que se ofertan en las mismas se publicarían en la semana del 8 de abril. En total se publicarán 1.470 ofertas para incorporar personal fijo al ente público. No obstante, desde el consejo de administración se asegura que "era algo que ya estaba en marcha" y que el "adiós de la actual presidenta" no debería ligarse con este movimiento.