Termina el año muy relevante para Radiotelevisión Española. Fue el mejor ejercicio de los últimos seis en audiencia para La 1; y lo fue gracias, entre otras cosas, a la emisión de la Eurocopa de fútbol, de los Juegos Olímpicos y de las primeras decenas de programas de La revuelta.

También se caracterizó 2024 por los conflictos internos y por las turbulencias políticas, que provocaron que fueran hasta tres presidentes quienes se sentaran en su despacho principal.

La tabla de canales que más audiencia ganaron de España durante este año está encabezada por La 1, con una mejora de 0,8 puntos de cuota de pantalla, hasta los 10,5 totales. Le siguen en esta relación BeMad (0,4), Ten (0,4), Cuatro (0,3) y Atreseries (0,2). Así lo muestran las gráficas del informe anual de consumo televisivo de Barlovento Comunicación, elaboradas con datos de Kantar Media.

En un año en el que el consumo de televisión lineal volvió a obtener su peor registro histórico de audiencia -algo habitual en los últimos ejercicios-, Antena 3 fue la cadena más vista de España, con el 12,6 del share (-0,7), mientras que La 1 desbancó a Telecinco en la segunda plaza.

Telecinco se desinfla

El declive de la cadena de Mediaset parece imparable. En 2024 registró un 9,9% de cuota de pantalla, lo que supone su peor dato desde 1990, cuando inició sus emisiones. Lo peor es que la segunda parte del año ha sido manifiestamente peor que la primera, llegando a marcar en agosto un 8,6%. En diciembre, el mes quizás más relevante en cuanto a la publicidad, su audiencia fue del 9%, casi 1,5 puntos menos que La 1.

Hace no mucho, durante la pandemia, la principal televisión de Mediaset era líder indiscutible. El año 2021 lo terminó con un 14,9%, a una cómoda distancia de Antena 3. A partir de ahí, se inició una decadencia que le llegó a finalizar 2022 con el 12,3%; 2023 con el 10,4% y 2024 con el 9,9%.

Actualmente, Mediaset, con un canal más que Atresmedia, aglutina una cuota total del 24,9%, frente a los 26,5% de su principal competidor por la publicidad. Radiotelevisión Española tiene el 15,8%.

Incremento presupuestario

La mejora en los últimos años de La 1 se explica, entre otras cosas, en el incremento de su presupuesto, que llegó a situarse por debajo de los 1.000 millones de euros anuales en los años más duros de crisis económica, pero que en 2023 y 2024 ha rozado los 1.200 millones de euros.

Eso le ha permitido afrontar la compra de grandes acontecimientos deportivos internacionales que han impulsado su audiencia. Sirva como ejemplo que la lista de las 30 emisiones más vistas del año está monopolizada por La 1; y en todos los casos por retransmisiones deportivas.

La buena actuación de España en la Eurocopa de selecciones también fue importante para impulsar la audiencia de este canal. De hecho, los dos programas más vistos del año fueron la final entre España e Inglaterra, con 13,58 millones de espectadores de media; y el post partido, con 14 millones y el 79,1% del share.

Esto se combinó con aciertos que estuvieron salpicados de polémica, como la contratación de David Broncano y su equipo para el horario de máxima audiencia de La 1. La apuesta se realizó cuando el actual presidente de RTVE, José Pablo López, era director de Contenidos Generales.

Fue él quien negoció el contrato -14 millones de euros al año- y quien llegó a enfrentarse a la anterior presidenta de la corporación, Elena Sánchez, para sacar adelante el proyecto, que contaba con la bendición de Moncloa, pero que, a la vez, generó un fuerte malestar en Atresmedia, en cuanto a que podía perjudicar a El hormiguero.

Al final no ha sido exactamente así, pese a que las polémicas y la abundancia de titulares de prensa hayan generado confusión. El programa de Pablo Motos ha mantenido su nivel de audiencia prácticamente intacto, aunque La revuelta ha sido el mayor éxito de los últimos años para la corporación. La mayoría de las noches -en horario de estricta coincidencia- gana a su competidor.

Un año intenso

El año 2025 también promete ser intenso en RTVE. Después de la disolución -por la vía del decreto- del anterior Consejo de Administración y de la designación de uno nuevo, con López a la cabeza, se espera una profunda remodelación del organigrama y diferentes cambios en los principales centros de trabajo de la corporación.

Durante este ejercicio, está previsto que se negocie, al fin, el Mandato Marco, que es la norma que determina los objetivos que debe cumplir la televisión pública y que lleva 8 años caducada. Se establecerá un nuevo rumbo para esta casa tras un año que ha sido el mejor de muchos en audiencia, pero quizás el peor que se recuerda en cuanto a sus crisis internas.

Porque a lo anteriormente dicho hay que sumar la polémica relacionada con la suspensión de su examen de oposición a la categoría de redactor, que terminó en manos de la policía.