Valle Salvaje, según el avance del capítulo 264 este lunes 29 de septiembre, se engalana para la fiesta de don Hernando (Óscar Rabadán), consejero del Rey, y doña Amanda (María Molins). Bárbara (Emma Guilera) debe convencer a los padres de Leonardo (Julen Katzy) de que ella es la mujer con la que ha de casarse su hijo, y no Irene (Marina Sabadell). Luisa (Loren Mairena) advierte a Mercedes (Miren Arrieta) sobre Tomás (Mateo Medina): debe marcharse inmediatamente de la Casa Pequeña. Tomás es un ladrón. Úrsula (Cristina Abad), desesperada por el acoso y derribo de Rafael (Marco Pernas), pide auxilio a su tía Victoria (Sabela Arán), pero para ello debe sincerarse: ella envenenó a Julio. La cara de la duquesa de Valle Salvaje es un poema. Esto es lo que pasará en el capítulo 264 de Valle Salvaje el lunes 29 de septiembre.

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Avance del capítulo 264 de Valle Salvaje este lunes 29 de septiembre

Luisa da más detalles a Mercedes sobre los quehaceres de Tomás. Es, hablando mal y pronto, un truhan. Victoria pega un bofetón a Úrsula tras su confesión de asesinato. A la marquesa de Valle Salvaje no le puede salpicar semejante crimen. Úrsula se arrodilla ante Victoria: no quiere volver, bajo ninguna circunstancia, a casa de su padre. Aún así, Victoria hablará con el servicio de la Casa Grande: quizás haya que contratar a una nueva gobernanta y un nuevo primer lacayo.

La rivalidad entre Martín y Francisco persiste tras la decisión de Pepa. Alejo pilla a Luisa y Tomás en la nueva alcoba del matrimonio. Adriana, feliz con su embarazo, interroga a Luisa sobre Tomás. Don Hernando y doña Amanda se reencuentran con José Luis, acompañado de Irene. Adriana pide a Mercedes pasar una temporada en la Casa Pequeña. Victoria pide a Úrsula que debe deshacerse de Ana, la doncella conocedora del envenenamiento de Julio. ¿Caerá accidentalmente Ana por la balaustrada?

Don Hernando y doña Amanda comunican una buena nueva a José Luis y el resto de invitados a la fiesta: el compromiso de Leonardo e Irene. Antes, Bárbara, acompañada de Leonardo, sufre el desdén de sus 'suegros'. Irene, tras el desplante, intenta intermediar. Leonardo intentará convencer a su madre. Los jóvenes no sospechan del verdadero motivo por el que se ha organizado dicha fiesta.

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