La Promesa no ha matado a Petra (Marga Martínez). Quién les –y nos– iba a decir a los personajes del popular serial de época que iban a llorar por el grave estado de salud del ama de llaves. Petra no es una santa y tiene cadáveres en el armario, pero la evolución del personaje y las tablas de su actriz –que le den todos los premios a Marga Martínez– son un hito que sólo pueden acometer las telenovelas de larga duración.
Al fin y al cabo, el público de La Promesa lleva casi tres años observando el día a día del arriba y abajo de este palacio, ubicado en el Valle de los Pedroches (Córdoba), a principios del siglo veinte. Petra es pérfida y ha hecho la vida imposible a un sinfín de personajes, pero es nuestra mala favorita. Da la sensación, tras la muerte de Jana y el encarcelamiento de Cruz, que los guionistas de La Promesa tienen intención de canonizar a Petra. No caerá esa breva. Bicho malo nunca muere.
La intérprete, una vez resuelto el entuerto, se ha sentado en el saloncito de la productora –Bambú– para desgranar una trama que casi le manda al otro barrio. ¿Qué reacción tuvo cuando, en guion, leyó que Petra iba a tener tétanos? "Todo el mundo ha escuchado hablar del tétanos, pero, yo no sabía en qué consistía. Lo primero que hice fue recurrir a internet, pero afortunadamente es una enfermedad erradicada. Se van contrayendo los músculos hasta que se te rompen. ¿Y cómo iba yo a hacer esto? Sentí mucho miedo en cómo hacerlo", revela Marga Martínez.
La actriz se deshace en halagos hacia las coach de interpretación, Charo Sánchez y Amanda Marugán, y hacia el director de la serie, Miguel Conde (Valle Salvaje). Hasta Josep Cister, creador y mandamás de La Promesa, se reunió con ella, pues no era una trama al uso. Era una cosa seria y todo el equipo estaba volcado.
"Me bloqueó un montón. No es sólo la actitud física: el dolor, el miedo... Tenía que concentrarme en lo que le estaba pasando a Petra física y emocionalmente. Al ir separando las cosas pudimos englobarlo. Poco a poco encajó. Se grabó cronológicamente para que todo el proceso tuviera una línea coherente y nadie se despistara. Es muy difícil grabar una trama cronológicamente", revela Marga Martínez, Petra Arcos en La Promesa.
Llegó un instante en que la actriz dejó de pensar en la trama a nivel global (al fin y al cabo sabía su desenlace) y fue día a día, secuencia a secuencia. "Con Josep [Cister] hablé de los límites: ¿Cuánto se podía mostrar? Al ser una trama larga en el tiempo, al espectador le podía parecer dura y desagradable. Éramos conscientes de que es ficción para un horario que lo puede ver mucha gente", reconoce ella.
Para Marga Martínez, las secuencias más complicadas, por lo emocional, fueron cuando Petra está a punto de morir. A ello había que añadirle la dificultad física de interpretar los espasmos y contracciones. "Emocionalmente me tocaba en la que estaba agonizante porque todos tenemos el recuerdo de gente que ha estado en esa situación", añade.
Marga Martínez: "¿Petra va a ser buena?"
Al principio de este arco argumental del personaje, su intérprete ensayó la rigidez de la mandíbula a la hora de hablar. Sin embargo, era tan complicado de mantener en el tiempo que incluso afectó a la actriz. Marga Martínez está deseosa de acometer más retos en La Promesa: "¿Petra va a ser buena? ¿Sí? ¿No? No sabemos. Yo no sé que va a pasar con Petra".
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