Las hijas de la criada, adaptación televisiva de la novela de Sonsoles Ónega y premio Planeta 2023, es el mejor estreno de atresplayer en tres años. Atresmedia no ofrece cifras concretas (tampoco Movistar Plus+, que celebró hace unos días el éxito de Anatomía de un instante), pero presumió de tales durante la proyección en la Academia de Cine de Las hijas de la criada el pasado jueves 4 de diciembre.
El público tuvo la oportunidad de ver en pantalla grande los dos primeros episodios de Las hijas de la criada, y después escuchar sobre el escenario a sus artífices: la autora Sonsoles Ónega, la guionista Irene Rodríguez (Beguinas, La pasión turca) y las productoras Montse García y Sonia Martínez. Esta última, ahora en Buendía Estudios (joint venture de Atresmedia y Telefónica), es una de las profesionales más importantes de la televisión española.
Con Sonia Martínez como jefa de ficción en Atresmedia, Antena 3 lanzó Vis a vis, Fariña, La casa de papel... Sonia Martínez produjo también Ángela (2024), otra importación de Antena 3 que arrasó este verano en Netflix, y entre sus manos está Sira, secuela de El tiempo entre costuras que llegará a nuestras pantallas en 2026. "Las hijas de la criada no era una fácil adaptación por muchas circunstancias", confiesa la productora ejecutiva.
El dilema y el secreto
Uno de los principales escollos fue decidir si elegían a varios intérpretes para un mismo personaje, pues hay saltos temporales, o limitar a un actor o actriz por papel. Al final se decantaron por la segunda opción. Iniciaron las grabaciones en febrero de 2025 (o sea, la preproducción arrancó en 2024) y terminaron a finales de mayo; 15 semanas duró el rodaje.
Del casting se encargó Conchi Iglesias (La viuda negra, El caso Asunta). Otro reto en la adaptación fue guardar, o no, el secreto que asola a la familia Valdés. ¿Cómo justificar y argumentar el silencio de aquellos que saben la verdad? Porque en la serie sólo hay un personaje que nunca la sabrá. Cada episodio está centrado, más o menos, en un personaje.
atresplayer estrena el episodio 2 este domingo
El segundo episodio de Las hijas de la criada se estrena en atresplayer este domingo 7 de diciembre. Dicha entrega transcurre 17 años después del intercambio de bebés, y la acción se parte en dos. Mientras Inés (una Verónica Sánchez 'atrapada' en la época) continúa en Cuba, adonde viajó junto a sus dos hijos por capricho de su marido, Gustavo Valdés (otro Alain Hernández 'encasillado'); Renata (Carlota Baró) supervisa en Galicia el pazo de sus señores, donde cría a una hija que no es suya.
He ahí las 'hijas' del título: Las hermanas Clara (Judith Fernández) y Catalina (Martina Cariddi) viven, sin ellas saberlo, una vida que no les corresponde. No importa, sin embargo, las circunstancias de su crianza. Si por las venas de la pobre Clara corre sangre 'noble'; la bella Catalina es un calco de Renata. De tal palo, tal astilla. Los hombres irán tras ellas. Hay un hermano de por medio, al que interpreta Álex Villazán (El refugio atómico). ¿Habrá incesto?
Las hijas de la criada (el libro) 'versus' Las hijas de la criada (la serie)
La 'traductora' de Las hijas de la criada, Irene Rodríguez, explica el proceso de adaptar una novela de casi 500 páginas cuya acción se expande a lo largo de décadas, desde finales del siglo XIX hasta 1985, a una miniserie de 8 episodios de 50 minutos cada uno. Para la guionista, lo más importante en esta adaptación era la temporalidad, pues debía condensar el tiempo. "Por una parte tenemos a los lectores, a los lectores-espectadores y a los espectadores; tenemos que hacer diplomacia con todos ellos, y que los lectores reconozcan lo que han leído y a sus personajes. Pero las tramas tienen que cambiar un poco porque el lenguaje es diferente", añade la guionista, que reside en París. Porque hay dos versiones de Las hijas de la criada: el libro de Sonsoles Ónega y la serie de Irene Rodríguez.
"Yo no habría sabido adaptar mi novela a televisión", admite la periodista y presentadora de Antena 3. "Llegué a la literatura como venganza del periodismo; yo hacía crónica de 25 segundos con Pedro Piqueras. Sólo podía escribir un párrafo; 25 segundos sobre debates de investidura o presupuestos. Escribía para exorcizar la síntesis. Era una cosa vengativa. Y, de repente, con la serie y su trabajo de guion, vuelven a sintetizar. Es magistral lo que han hecho", añade.
La autora alaba lo bien que suena y luce Las hijas de la criada en pantalla: "Es muy gallega y tremendamente bonita". A Sonsoles Ónega le gusta especialmente el segundo episodio de la serie, desde hoy en atresplayer, con el contraste brutal entre una Galicia borrascosa y una Cuba acanariada (al fin y al cabo grabaron en las Islas Canarias), entre un ingenio azucarero y un pazo.
Sonsoles Ónega: "No sé qué hubiera dicho El País si llego a escribir las tramas de la serie"
"El proceso de adaptación fue para mí muy fácil porque yo no he hecho absolutamente nada; he observado y aprendido. En el episodio 2 hay mucho giro de trama, y eso no está en el libro. Para quien haga el doble viaje es muy interesante. Ojalá el lector de la novela comprenda el viaje audiovisual porque tiene que ser así. Mis personajes son muy 'líricos', muy pesaos; se desfallecen. Sé que eso no es audiovisual. Todo lo que pasa en la serie debe ser justificado por acción y trama. Si ya me dijeron que había hecho un folletín, si llego a hacer las tramas de Irene, no sé qué hubiera dicho El País", admite y bromea Sonsoles Ónega. "La novela te permite detenerte en los sentimientos y las emociones; los personajes pueden perder el apetito. Eso no es visual", amplía.
El melodrama de Las hijas de la criada
"Es puro melodrama", reivindica Montse García, jefa de ficción en Atresmedia. "Bendito folletín", sentencia Sonsoles Ónega. "El personaje de Inés es una excusa perfecta para contar la historia de una familia y de un pueblo; Las hijas de la criada habla de todos los lazos que unen a sus habitantes, los de clase alta y los de clase baja. A través de Inés y del paso del tiempo, ves cómo los personajes se transforman, se traicionan, se calman, se aceleran...", defiende su actriz protagonista, Verónica Sánchez (La favorita 1922, Ángela).
"El melodrama ha cambiado mucho. Antes, la mala era la mala con una simple mirada, y no necesitabas argumentos. No había vulnerabilidad ni duda. Todos los personajes de Las hijas de la criada son complejos y tienen capas. No es la lucha constante del bien contra el mal", celebra Irene Rodríguez.
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