En marzo de 2016, un hombre decidió entrar en el cementerio de Calatayud para romper la lápida de José Luis, fallecido un año antes. Posteriormente, decidió hacer fotos para enviárselas a otras personas. La familia pensó que la causa de la rotura había sido el viento, y no fue hasta unos meses más tarde cuando una mujer contactó con la familia del muerto para contarle lo ocurrido, informa El Heraldo de Aragón.

Posteriormente, un juzgado de Calatayud procedió a abrir diligencias contra el acusado, que se enfrenta a un delito contra el respeto a los difuntos. Sin embargo, la mujer que contactó con la familia para informarle de los hechos no ha querido testificar en el juicio para ratificar su versión.

El acusado y ella comenzaron una relación de la que tienen un hijo en común, aunque hoy no continúan saliendo. "Tenemos muchas ganas de que esto termine, se haga justicia, mi hermano descanse en paz y mis padres se queden tranquilos" , dijo una de las hermanas del difunto.

El amigo del difunto y ella iniciaron una relación por la que tienen un hijo en común, aunque actualmente no continúan saliendo. "Tenemos muchas ganas de que esto termine, se haga justicia, mi hermano descanse en paz y mis padres se queden tranquilos", informó una de las hermanas de José Luis.

Por su parte, la Fiscalía pide una multa al acusado y 6.000 euros de indeminzación. En caso de ser condenado, la familia espera usar el dinero para exhumar el cadáver y comprobar si hicieron algo más que romper su sepultura.