Tener un jardín sano implica mucho más que elegir flores o árboles de una frondosidad atractiva. La combinación de especies de plantas, la humedad relativa que reciben y la cantidad de luz del sol que les llega pueden marcar la diferencia entre un espacio seguro y un espacio que puede convertirse en un foco para plagas que pueden resultar peligrosas. Las garrapatas forman parte de estas plagas que pueden suponer un peligro silencioso que se establece sin que te des cuenta, ya que se estima que son capaces de multiplicarse en lugares sombríos y húmedos. Por eso, saber qué plantas pueden favorecer su presencia supone dar el primer paso para mantener tu entorno más seguro.

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Plantas que atraen a las garrapatas

Helecho

El helecho, con sus hojas grandes y frondosas, son el entorno perfecto para la retención de la humedad. Sumado a la propia sombre que genera, lo convierten en un refugio que facilitará la aparición de insectos e incluso de pequeños mamíferos. Estos mamíferos son los que pueden transportar garrapatas hasta tu jardín, haciendo que aumente el riesgo de infestación y que su erradicación sea más difícil.

Hiedra

La hiedra al recubrir paredes y muros o vallas ofrece escondites perfectos para los roedores. Los roedores son huéspedes habituales para las garrapatas y una vez en tu jardín pueden facilitar que estas se reproduzcan. Su densa vegetación favorece, además, que se mantenga una baja ventilación, aumentando la humedad y creando un microclima excelente para su desarrollo.

Cómo identificar a las garrapatas

Llevar un paño blanco sobre la hierba o entre los arbustos puede facilitar la identificación de garrapatas, ya que suelen adherirse rápidamente al movimiento. Se suelen hallar en las hojas más bajas, las patas de las mesas de exterior o incluso en las paredes colindantes con las zonas verdes, especialmente cuando no hay una exposición importante.

Indicadores en la fauna y mascotas

El incremento de la población de roedores, zarigüeyas o ardillas puede ser una señal indirecta de la existencia de garrapatas. Igualmente, si tus mascotas se rasca de manera más frecuente de lo habitual, o presentan heridas o costras pequeñas, cabe la posibilidad de que se trate de picaduras correspondientes a dichos parásitos. La detección de todos estos síntomas permite actuar antes de que la infestación de parásitos aumente.

Alternativas para evitar garrapatas

Lavanda y romero

La lavanda desprende un olor fuerte que puede evitar de manera natural que se acerquen las garrapatas y las pulgas. El romero, además de utilizarse de forma habitual en la cocina también sirve para mantener alejados a estos parásitos. Ambos pueden ser puestos en los bordes de los caminos para que ayuden a protegernos de estos insectos.

Citronela y menta

La citronela suele ser famosa por repeler los mosquitos, aunque su eficacia también puede extenderse a las garrapatas. La menta, por su parte, posee un olor muy fuerte con el que se pretende interrumpir la capacidad olfativa de estos insectos y, por lo tanto, el riesgo de ser picados por ellos, haciendo esto ineficaz un encuentro con depredadores.

Está claro que renunciar a algunas plantas no significa renunciar a la belleza de tu jardín. Hay un gran número de opciones que puedan unir estética y protección contra las plagas, y logran crear un lugar placentero y seguro. Manteniendo la poda o el paso de la luz sobre el suelo, y eliminando restos de hojas o de otros vegetales también se reducen las condiciones que favorecen a las garrapatas.

Tomar medidas y elegir especies adecuadas no sólo mejora estéticamente el jardín, sino que hacen que se convierta en un lugar menos atractivo para garrapatas y otros insectos. Un entorno limpio y ventilado, con una buena planificación es la mejor defensa, tanto para las personas que estén en el exterior, como para las mascotas que aguardan su llegada.

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