Al llegar el otoño, los hogares están sometidos a cambios de temperatura y una mayor humedad. Comienzan a encenderse los calefactores al mismo tiempo que las lluvias son más recurrentes. Esto provoca un problema habitual, la condensación en los cristales, que se manifiesta en forma de pequeñas gotas que se depositan en ellos. Este evento no es solo un problema de estética, puede llegar a provocar humedades crónicas, moho en las paredes y un clima poco hogareño. Ante este panorama ha ido proliferando un truco en las redes sociales que se ha viralizado en estos últimos días y que parece evitar la condensación sin un dispositivo de deshumidificación en casa.
La condensación de los cristales
La humedad que se genera en el interior de nuestra casa va generando manchas en las paredes y los techos, sobre todo en aquellas zonas donde el aire no corre y donde además hay contacto con el agua de la lluvia. La acumulación de humedad puede llevar a que la pintura se deteriore y favorecer la aparición de moho; también se ven afectadas las cortinas, toallas, ropa de cama e incluso la ropa que se tiende dentro de la vivienda.
Impacto en la calidad del aire
Respirar en espacios cerrados con unos niveles altos de humedad no solo resulta incómodo, sino que afecta al confort cotidiano de las personas. Las estancias se sienten más frías y pesadas y es fácil crear el espacio propicio para bacterias y hongos. Por ello, poner en práctica algunas simples medidas que alejen la condensación de las ventanas se convierte en una forma de mejorar la calidad del aire y de cuidar la salud en interiores durante el otoño.
Truco para evitar la condensación
La clave de este truco son dos productos básicos que cualquier persona tiene en la cocina como el arroz y la sal. Ambos son muy conocidos porque absorben la humedad de forma natural. Aunque hoy en día hay un sinfín de soluciones en el mercado, esta es mucho más asequible, a la vez que no requiere electricidad ni mantenimiento complicado.
Colocación en el alféizar de la ventana
La técnica consiste en llenar un cuenco o una pequeña bolsa de tela con arroz o sal; a continuación se coloca en el lugar donde se acumula el agua del cristal, como puede ser el alféizar de la ventana. De esta manera los granos absorben de forma natural la humedad del cristal. Esta técnica se notará especialmente por la noche, dado que la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior es mayor.
Recomendaciones para eliminar la condensación
Es importante renovar este truco cada 2 o 3 días para que mantenga su efecto, ya que con el paso de los días, el arroz y la sal se van saturando y dejan de absorber la humedad. Cambiarlos con frecuencia es la garantía de que el truco funcione durante toda la temporada de otoño.
Cómo hacer más efectivo el truco
Aparte del arroz y de la sal, ventilar el hogar un par de minutos cada mañana contribuye a que la humedad acumulada entre el aire y las paredes se minimice; mantener temperaturas estables en las estancias y no colgar la ropa en espacios cerrados también puede ser de gran ayuda. La combinación de todo ello multiplica los resultados y evita la aparición de moho, manchas y olores indeseados.
Se trata de un truco tradicional que se reutiliza gracias a la simpleza que le caracteriza y a los resultados eficientes que genera. El arroz y la sal son grandes aliados contra la humedad y proporcionan un remedio natural que elimina la humedad de las ventanas en otoño. Con este truco, el hogar estará más seco, acogedor y saludable, y sin grandes desembolsos.
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