La España rural ya no es sinónimo de abandono. Durante décadas los pequeños municipios perdieron habitantes sin pausa, pero ahora encadenan siete años de crecimiento. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los municipios de menos de 5.000 habitantes han sumado 22.020 nuevos residentes en 2024, un aumento que confirma que el movimiento de regreso al campo no es una moda pasajera, sino una tendencia sostenida.

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El motor del crecimiento es claro: cada vez más personas se trasladan a los pueblos. Solo en 2024, estos municipios atrajeron 68.814 nuevos residentes, y desde 2018 acumulan 447.667. Los motivos son diversos: búsqueda de tranquilidad, vivienda asequible, teletrabajo o retorno a los pueblos de origen. Pese a que el saldo vegetativo sigue siendo negativo, estos pueblos recuperan población tras décadas de despoblación.

Entre 2011 y 2017, las localidades perdieron más de 400.000 habitantes. Desde 2018, la tendencia ha cambiado: incluso localidades con menos de 100 residentes atraen nuevos vecinos. De los 6.832 municipios registrados en 2018, casi ocho de cada diez presentan saldo migratorio positivo. Solo Galicia, Asturias, Extremadura y Castilla y León continúan perdiendo población en sus pequeñas localidades.

La llegada de población extranjera también impulsa el crecimiento, aunque su peso sigue siendo reducido. En la mayoría de los pueblos, representan menos proporción que en el conjunto del país —un 10,2 % frente al 14,1 % nacional—, pero su presencia ayuda a reabrir escuelas, sostener pequeños comercios y mantener servicios que estaban en riesgo de desaparecer. Muchos alcaldes recuerdan que, a veces, la diferencia entre cerrar o mantener un colegio son solo "dos niños más".

Medidas que fomentan el regreso al pueblo

Desde 2020, la Secretaría General para el Reto Demográfico ha movilizado más de 13.000 millones de euros en ayudas, proyectos locales, innovación rural y programas para atraer talento joven. Más de 2.000 universitarios han realizado prácticas en pueblos gracias al Programa Campus Rural, y la Red de Centros de Innovación Territorial ya cuenta con 23 espacios activos.

Otros programas recientes, como DUS 5000 y PREE 5000, impulsan comunidades energéticas locales, bioeconomía y proyectos de saneamiento y abastecimiento de agua en pequeños municipios, con una dotación conjunta de más de 1.200 millones de euros.

Aun así, continúan presentes desafíos como el envejecimiento, la falta de transporte, la brecha digital y el cierre de servicios básicos siguen presentes en muchas localidades. Los datos muestran, sin embargo, que los pequeños municipios están cambiando: lo que durante décadas fue una fuga constante hacia las ciudades empieza a invertirse.


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