Este verano, los pasajeros que pasen por el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ya no tendrán que sacar los líquidos ni los dispositivos electrónicos de sus maletas en los controles de seguridad.

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Esta innovación, implementada como parte de un plan de modernización de Aena, agiliza los procesos y mejora la experiencia de los más de 6 millones de pasajeros mensuales que transitan por esta infraestructura.

Tecnología 3D para inspecciones precisas

Los nuevos escáneres emplean tecnología EDSCB (Explosive Detection System Cabin Baggage; en español: Sistema de detección de explosivos en el Equipaje de Mano), que permite visualizar con precisión el contenido de las maletas en tres dimensiones.

Las imágenes generadas se procesan automáticamente, y las maletas que requieren una inspección más detallada se separan del resto de forma automatizada, sin necesidad de que el pasajero vuelva a manipular su equipaje.

Los nuevos equipos utilizan rayos X avanzados para crear imágenes tridimensionales de alta resolución del contenido de las maletas. 

A diferencia de los sistemas tradicionales, que generaban vistas planas, estos escáneres permiten a los operadores rotar digitalmente las imágenes y analizar cada objeto desde múltiples ángulos sin necesidad de manipulación física. 

La tecnología, similar a la empleada en tomografías médicas, identifica composiciones químicas y detecta posibles amenazas con una precisión del 99,8%, según pruebas de Aena.

Beneficios inmediatos para los viajeros

La medida elimina dos de las mayores molestias para los pasajeros:

  1. Líquidos en envases de hasta 100 ml pueden permanecer en el equipaje, aunque siguen sujetos a la restricción de volumen.
  2. Dispositivos electrónicos como portátiles y tablets ya no requieren extraerse de sus fundas o compartimentos.

Estos cambios reducen en un 30% el tiempo promedio en los controles, según datos recopilados durante la fase de pruebas. 

Los planes de Aena pasan por extender este sistema a más aeropuertos en los próximos meses. Málaga, Gran Canaria, Tenerife Sur, Lanzarote, Fuerteventura, Menorca, Bilbao, Alicante-Elche, Valencia e Ibiza figuran entre los candidatos prioritarios.

El calendario de despliegue prevé una implementación completa en 2026, en el marco de un programa de inversión de 1.170 millones de euros que abarca el periodo 2018-2028 para modernizar la seguridad física en la red aeroportuaria española.

Para el personal de seguridad, la tecnología facilita la identificación de objetos sospechosos, disminuyendo en un 40% las revisiones manuales.

Aunque la Unión Europea revisó temporalmente estos sistemas en agosto de 2024 por preocupaciones sobre la detección de explosivos líquidos, los modelos instalados en España superaron todas las auditorías técnicas. 

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