Una mujer fue hallada sin vida en la tarde del viernes 23 de mayo de 2025 en una piscina particular del lugar de San Simón, en Ribadelouro (Tui, Pontevedra). Según fuentes del CIAE 112 Galicia, el suceso ocurrió alrededor de las 13:30 horas, cuando una familiar de la víctima alertó a emergencias tras encontrarla flotando en el agua. 

Según Europa Press, la persona que realizó la llamada logró sacar a la mujer de la piscina antes de la llegada de los servicios sanitarios, aunque los esfuerzos por reanimarla resultaron infructuosos.

Al lugar se desplazaron efectivos de Urxencias Sanitarias de Galicia-061 y la Guardia Civil, quienes certificaron el fallecimiento. El cuerpo de bomberos de O Porriño también acudió al punto, pero su intervención no fue necesaria. Las autoridades iniciaron una investigación rutinaria para esclarecer las circunstancias del suceso, aunque no se han detectado indicios de violencia. 

La víctima, cuya identidad no ha sido revelada, residía en la zona y el incidente ha generado conmoción entre los vecinos de esta localidad tudense.

Este caso se suma a otros ahogamientos registrados en piscinas privadas de la provincia. Solo en 2024, un hombre de 60 años perdió la vida en circunstancias similares en O Rosal, tras ser encontrado flotando en una vivienda particular. Los protocolos de actuación en estos sucesos suelen incluir la intervención coordinada de sanitarios, bomberos y fuerzas de seguridad, aunque la rapidez del desenlace depende en gran medida de la prontitud del rescate. 

En el caso de Tui, la proximidad de los familiares permitió una respuesta inmediata, pero la gravedad de la situación imposibilitó cualquier auxilio efectivo.

La Guardia Civil mantiene abierta la investigación para determinar si existían factores de riesgo en la piscina o condiciones médicas previas en la víctima. Estos trágicos incidentes refuerzan la necesidad de extremar las medidas de seguridad en zonas acuáticas privadas, especialmente durante los meses de mayor uso. 

Mientras, la comunidad de Ribadelouro llora la pérdida de una vecina en un suceso que recuerda la vulnerabilidad ante accidentes domésticos aparentemente controlados.