La costa balear registró este martes, 27 de mayo de 2025, la llegada de dos pateras con 46 personas a bordo, en un nuevo episodio de la presión migratoria que afecta al archipiélago. Según confirmó la Delegación del Gobierno en Baleares, la primera embarcación, con 23 migrantes de origen subsahariano, fue interceptada a las 06:40 horas en la Colònia de Sant Jordi, perteneciente al municipio mallorquín de Ses Salines.

Según informa Europa Press, minutos después, a las 07:20 horasSalvamento Marítimo y la Guardia Civil localizaron una segunda patera a 1,7 millas al sur de Cabrera, con otras 23 personas a bordo en similares condiciones.

Ambas embarcaciones, procedentes del norte de África, evidenciaron las condiciones de riesgo extremo asociadas a estas travesías. La patera interceptada en Cabrera, detectada mediante sistemas de vigilancia marítima, carecía de elementos básicos de seguridad como chalecos salvavidas o bengalas, y presentaba 15 bidones de gasolina para un motor único, según detallaron informes policiales. 

Este incidente se enmarca en un patrón recurrente: en lo que va de año, 1.850 personas han llegado a Baleares en 85 pateras, superando ya el 31% del total registrado en todo 2024 (5.882 llegadas).

La detención de un presunto patrón gambiano de 26 años, ocurrida el lunes 26 de mayo, añade gravedad al suceso. El arrestado, vinculado a una red de tráfico de personas, habría cobrado 1.800 dólares a algunos migrantes por el viaje desde Argelia en una embarcación de 6 metros de eslora, sobrecargada y sin medidas de seguridad. 

Su caso refleja la operatividad de organizaciones criminales que explotan rutas marítimas peligrosas, donde el 40% de las pateras interceptadas en 2025 presentaban condiciones similares.

Las autoridades destacaron la coordinación entre cuerpos de seguridad, incluyendo a la Policía Local de Ses Salines, para gestionar los desembarcos. Ninguno de los migrantes requirió hospitalización, aunque todos fueron sometidos a reconocimientos médicos preventivos. 

Este episodio refuerza la tendencia al alza en llegadas irregulares: si se mantiene el ritmo actual, Baleares podría superar los 11.000 migrantes en 2025, duplicando las cifras del año anterior. La isla de Cabrera, declarada Parque Nacional en 1991, se consolida como punto crítico, con 18 interceptaciones en sus aguas solo en mayo.