La Policía Nacional detuvo este 30 de mayo de 2025 al responsable de un bazar en Linares (Jaén) por su presunta implicación en un delito de tráfico ilegal de armas, munición y explosivos, así como por estafa.

Según informa Europa Press, la operación, desarrollada por el Grupo de Policía Judicial de la comisaría local, permitió la intervención de un arsenal compuesto por dos pistolas reales, ocho armas detonadoras, cinco armas blancas y 266 cartuchos de diversos calibres.

La investigación se inició en marzo tras recibir informes del Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Linares y del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº2, que alertaban sobre un hombre con 56% de discapacidad psíquica y trastorno bipolar que poseía armas adquiridas en el establecimiento. Las pesquisas confirmaron que el detenido —cuyo local carecía de licencias, registros de venta y medidas de seguridad obligatorias— comercializaba estos artículos sin autorización, incluso vendiendo un rifle y una escopeta por 6.000 euros a un cliente que posteriormente las devolvió por temor a represalias.

Durante el registro del bazar, ubicado en una zona comercial de la ciudad, los agentes hallaron munición sin detonar, embalada en bolsas plásticas etiquetadas para su distribución ilegal. La Policía Científica corroboró que varias armas carecían de marcas de fábrica o punzonado, una práctica común para evadir su rastreo. Este hallazgo revela un modus operandi sofisticado, dado que el local simulaba dedicarse a la venta de artículos generales mientras operaba como punto negro para el mercado negro de armas.

El caso se enmarca en una serie de operaciones contra el tráfico de armas en Jaén, donde en 2023 se desarticuló una red que fabricaba munición de guerra. Sin embargo, este episodio destaca por explotar establecimientos legales como fachada, una táctica que complica la detección policial. Las autoridades mantienen abierta la investigación para identificar a posibles compradores y determinar si existían vínculos con grupos delictivos organizados.

La detención reactiva el debate sobre el control de ventas en bazares, cuyos vacíos regulatorios facilitan estas actividades. Mientras organizaciones civiles exigen auditorías más estrictas, el Ayuntamiento de Linares —galardonado recientemente por su impulso turístico— enfrenta presiones para implementar protocolos de vigilancia comercial.