"Indignados". Así se sienten los amigos de Matilde Muñoz, Mati, desaparecida desde hace semanas en Indonesia.

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Olga Marín, de 54 años y vecina de Barcelona, es amiga de la española de 72 años desaparecida hace unos dos meses en Indonesia, María Matilde Muñoz Cazorla, Mati, y asegura que tanto ella como el resto de amigos y familia están "indignados" por la escasa repercusión del caso y las pocas averiguaciones policiales.

Marín ha explicado este jueves que Matilde, natural de El Ferrol (Coruña) y afincada en Palma de Mallorca, había quedado con una amiga en la playa de Senggigi, en la isla indonesia de Lombok, el 7 de julio, pero no acudió, lo que causó extrañeza a sus amistades. Días más tarde, tampoco acudió a otra cita con otra amiga en Tailandia.

Ante esta situación, Olga decidió denunciar la desaparición de Matilde el pasado 28 de julio ante los Mossos d'Esquadra de Sant Feliu de Guixols (Girona), donde estaba de vacaciones.

Tanto ella como el resto de amigos con los que compartían un grupo de whatsapp creen, por decenas de indicios recopilados por ellos mismos, que “está claro que algo ha pasado”.

Por su parte, los Mossos d’Esquadra han confirmado que son ellos quienes llevan la investigación del caso (el protocolo establece que inicialmente se lleva el caso en el lugar donde se presenta la primera denuncia) y que participan en ella varias unidades de la División de Investigación Criminal (DIC), como la Unidad de desaparecidos, informa Efe.

Aseguran que investigan el caso y que aportarán su información para colaborar en la investigación de la policía indonesia, que inició una investigación por la desaparición de Muñoz el 13 de agosto, después de que la Embajada de España en el país solicitara ayuda por carta.

No obstante, cuando el caso se judicialice, la investigación podría recaer en un juzgado de Alcalá de Henares (Madrid), donde el sobrino de Matilde presentó también una denuncia el 31 de julio y una posterior ampliación el 11 de agosto.

Los últimos mensajes

El 29 de junio, Mati mandó un audio felicitando el cumpleaños a su cuñado y, desde entonces, no supieron nada más de ella. Sus amigos tampoco tienen noticias suyas desde el 1 de julio y, desde entonces, le enviaron mensajes hasta el 6 de julio, sin obtener respuesta. El buzón se llenó y ya no acepta más mensajes.

Después que el sobrino de Mati, Ignacio Vilariño, denunciara su desaparición en Alcalá de Henares, Olga y otros amigos y familiares se pusieron en contacto para intentar que alguien hiciera algo para localizarla, tanto en Indonesia como en España.

La Embajada Española en Indonesia pidió ayuda a las autoridades del país asiático, y la policía abrió una investigación “en la que no interrogó a nadie”, asegura Olga, enfadada porque en el hotel donde se hospedaba su amiga "ensañaron a los agentes la habitación 110, cuando Mati siempre se alojaba en la 107”.

Matilde Muñoz llevaba cuatro años yendo al Hotel Bumi Aditya, en la zona costera de Senggigi de la isla de Lombok, “era uno de sus lugares preferidos, se sentía en casa”, asegura Olga, que detalla que siempre pedía la misma habitación.

Ni el pasaporte ni el móvil

La creciente desesperación de los amigos y familiares de la mujer desaparecida al ver los nulos avances en las investigaciones hizo que mandaran a un conocido al hotel.

Bajo la cama de la habitación 107 encontró un pendiente de Mati, y también comunicó que no había televisión en su habitación –los del hotel le dijeron que nunca la había habido; sin embargo, en las fotos que la gallega mandaba a sus amistades aparecía la pantalla colgada en la pared.

Olga tampoco entiende cómo es posible que, el pasado 24 de agosto, los trabajadores del hotel llamaran a la policía indonesia para decir que habían encontrado la mochila y otras pertenencias de la desaparecida en un contenedor. "¿Un mes y medio después? ¿Cada cuánto recogen las basuras?", se pregunta Olga.

Curiosamente, señala, entre sus pertenencias no aparecieron ni el pasaporte, ni la tarjeta visa ni el móvil.

Otro aspecto que alimenta las sospechas de sus amigos es que la contable del hotel, Mala, con quien la gallega tenía buen trato desde hacía años, les dijo que Mati le mandó un mensaje diciéndole que estaba en Laos y que se quedaría allí dos semanas.

Este mensaje, asegura Olga, estaba escrito "en dos frases llenas de faltas cuando Mati escribía perfectamente en inglés”.

Robos y agresiones en el hotel

La falta de avances en la investigación policial hizo que familiares y amigos siguieran investigando por su cuenta y descubrieron que en el hotel se habían cometido varios robos en habitaciones e incluso agresiones a huéspedes.

“En algunos casos las víctimas relataban que los ladrones habían entrado sin forzar ninguna entrada, accedían por ventanas que estaban rotas y justo las cámaras no funcionaban, ¿quién lo podía saber?”, se pregunta Olga.

Amigos y familiares también sospechan del personal del hotel porque Mati quiso pagar en efectivo y le pidieron una transferencia; por lo tanto, sabían que la turista española llevaba encima gran cantidad de dinero.

Los amigos de Mati han entregado toda la información recogida a la Policía Nacional y con ella el 11 de agosto hicieron una ampliación de su denuncia en Alcalá de Henares.

"Nuestra sorpresa fue que hace unos días supimos que a la policía de Indonesia nadie le había pasado esa información”, critica Olga

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